Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1 Pe. 2:9)
Dios nos enseña a través de su Palabra que los hijos de Dios tenemos una responsabilidad principal que cumplir y probablemente usted se ha preguntado ¿Cuál es esa responsabilidad principal? -Reunirme, orar regularmente, participar en conciertos, involucrarme en obras de teatro con otros cristianos, etc. La verdad es que la responsabilidad principal que tenemos es de anunciar las virtudes del que nos llamó para ser parte de su pueblo, ser testigos suyos, de su obra y dar a conocer el mensaje de salvación a todos los hombres, hasta lo último de La Tierra.
La iglesia está ordenada a hacer esta tarea de la mejor manera posible, con ánimo pronto, con entusiasmo, con el gozo impregnado en nosotros del Espíritu Santo, con ese entusiasmo del primer amor, estando convencidos de que obedecemos a Dios y propagando el evangelio de nuestro Señor Jesucristo ayudamos a nuestro prójimo para un encuentro personal con Dios nuestro Señor.
“Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre” 1 Crónicas 28:9
Hoy debemos preguntarnos si somos capaces de responder con un compromiso auténtico, no de aprender para saber, sino de aprender para hacer. ¿Cómo nos sentimos ante esta tarea encomendada por nuestro rey y Señor Jesucristo? – Saber que cada vez que compartimos el evangelio, que salimos a tocar puertas, o que abrimos un nuevo ministerio radial o televisivo o de redes sociales con el propósito de expandir La Palabra de Dios, estamos dando cumplimiento a lo dispuesto por nuestro Señor Jesucristo y en nuestro corazón resuenan sus palabras diciéndonos: ¡Bien hecho! Buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor. Mat. 25:21
No hay duda que Dios quiere que su mensaje llegue a través de ti pues ha dejado bien claro cuán interesado está en que todos los hombres (seres humanos) escuchen el mensaje de salvación. Para esta tarea, Dios no pensó en los ángeles, o en los animales, Dios pensó en tí y en mí nos eligió a nosotros, sus hijos, hombres y mujeres que podemos ser evidencia de lo que Dios hace en la vida del hombre, de cómo él puede restaurar al caído y dar fuerzas al que no le queda ninguna, a hacer florecer la esperanza cuando todo parece perdido en la condición humana. Dios nos salvó no solo para librarnos de la muerte eterna, sino para que anunciemos su poder.
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos 16:16
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvacióna todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Romanos 1:16
El mensaje debe llegar a los hombres con el poder de Dios y el evangelio es el poder de Dios por medio de su Palabra. El mensaje es poderoso, transforma vidas y nos vuelve útiles a Dios; sin embargo Dios nos advierte que no es nuestro evangelio ni nuestra palabra la que debemos pregonar sino que nos enfoquemos en presentar su Palabra auténtica y única, no hay otra Palabra que pueda tener una acción tan transformadora en la vida del hombre como lo es La Palabra de Dios.
Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. 1 Pedro 4:11
El mensaje debe llevar consuelo a las almas atormentadas por el pecado y el dolor, el corazón del hombre vive distorsionado de la vida de Dios y por ello necesita volver al reposo eterno, al compañerismo divino, y salir de la condición mala de incredulidad en que se encuentra, las sociedades están llenas de sufrimiento, soledad, amargura de vivir, violencia, etc.
Dios quiere que no veamos los problemas, sino que seamos sensibles a la condición humana de los que sufren por ello y que nosotros vayamos y llevemos para nuestro prójimo el poderoso mensaje de salvación, de libertad y de salud. ¡Pero necesita que tú lo lleves!
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; Lucas 4:18
Dios tiene un amor infinito por la humanidad de tal manera que llegó al sacrificio por ella, pero el mundo no lo sabe o al menos no lo sabe como debería saberlo. Por lo tanto es necesario presentar el mensaje a la manera de Jesucristo, pues el mensaje es más poderoso cuando se vive a la manera de Dios:
Dios llama –– el hombre responde al llamado — permanece en Él — son enviados a predicar.
Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar. Mar 3:13-14
Hemos recibido de Dios el llamado para ir y anunciar las buenas nuevas de salvación, estando persuadidos de que Dios es el dueño de la obra y la prosperará y que nos acompañará siempre para cumplir aquello que nos ha sido confiado y encomendado. El temor nos embarga muchas veces al enfrentarnos en el campo de batalla, creemos que no tendremos palabras o que nuestras palabras no sean suficientes para aquellos que nos escuchan y llegamos a creer que no servimos para ello, que Dios le dio el don de evangelizar a otros pero que no se lo dio a usted; deberíamos considerar que no es un don en sí mismo sino un mandamiento. Y que al igual que todos hemos sido llamados, pero que son pocos los que han aceptado con valentía el llamado; pues Dios te ha llamado para ser parte de su ejército de trabajo y ha prometido estar contigo. (Mt. 28:19-20)
Ciertamente el evangelizar es la tarea o misión más importante que hemos recibido, pues es nuestra oportunidad de hacer algo digno de que Dios se sienta orgulloso de nosotros porque comprendemos y anhelamos que así como nosotros hemos sido alcanzados por el poder de Dios, también el mundo necesita ese poder de Dios para salvación a todo aquél que cree. Por lo tanto llevemos ese mensaje con poder y no tengamos temor, que nuestro amor para Dios y para su obra sea mayor que aquello que nos frena. Así que no hay excusas! Obedezcamos a Dios llevando su mensaje a las almas que lo necesitan.
La Biblia será nuestro texto clave durante las siguientes sesiones. Se han escrito infinidades de libros acerca del evangelismo, y señalaremos algunos de ellos ocasionalmente, pero creemos que Dios nos ha hablado en su palabra y que ella nos prepara para toda buena obra, incluyendo el evangelismo (2 Ti. 3:16-17).
Es importante dejar algo muy en claro. No se trata de personas que simplemente quieren aprender acerca de cómo compartir su fe. En otras palabras, debe haber una intención al venir aquí, tomar apuntes y utilizarlos en el campo del evangelismo…
La Biblia es muy clara en que somos responsables de lo que conocemos. Este material está diseñado para personas que desean, por la gracia de Dios, aprender cómo hablar mejor a otros acerca del Salvador que vino a rescatar a los pecadores de la ira de Dios. Queremos que usted ponga en práctica lo que de Dios conoce. Recordemos la difícil realidad de que la que estamos hablando. El evangelismo tiene que ver con personas reales que necesitan un verdadero salvador. Estamos hablando acerca de la vida y la muerte, el cielo y el infierno. Estamos hablando acerca de personas siendo salvadas de la furia de la ira de Dios mediante la persona y obra de un salvador santo, Jesucristo. ¡Esto es serio! Para la mayoría de nosotros, siendo honestos, el evangelismo es intimidante. Creemos, no obstante, que Dios puede y nos dará gracia en abundancia para ser fieles al hablarles a otros acerca de su Hijo.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. Col 4:6
Creemos que una de las mejores formas de responder a la pregunta de por qué Dios creó, es hacer la pregunta «quién». ¿Quién es este Dios que creó? Entonces, cuando leemos la Biblia, ¿a quién vemos que Dios se revela?
¿Cuáles son las características de Dios? Las citas serían muy útiles[eternidad, poder, conocimiento, presencia –
Una de las cosas más increíbles que vemos acerca de Dios como se ha revelado es que él es la Trinidad. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo son las personas divinas distintivas que han existido eternamente como el único Dios verdadero. Aunque podríamos hablar durante siglos de lo que significa que Dios sea trino, consideremos un aspecto en particular de esta realidad. Que Dios sea la Trinidad resalta el hecho de que él es capaz de amar. El Padre ha amado eternamente al Hijo y el Hijo ha amado eternamente al Espíritu, han habitado desde siempre en una perfecta relación de amor y gloria. Es importante que hablemos acerca de esto porque nos ayuda a entender que cuando Dios creó el universo y las personas que en él viven, no lo hizo porque necesitara algo. Dios no estaba solo ni aburrido. Siempre ha sido y seguirá siendo perfecto y completo en quien él es.