INTRODUCCIÓN: ciertamente el acontecimiento que abate a la humanidad entera, es el hecho de que después de muchos eventos en la vida de cada persona que habita en este mundo, dicha persona debe morir y casi nadie está preparado o preparada para enfrentar tan grande acontecimiento; una pregunta válida que podemos hacernos es: ¿hay algo más después de la muerte? ¿Qué me pasará después que muera? ¿Seguiré existiendo? O ¿habrá terminado todo? Una de las advertencias proféticas que debe sonar siempre en nuestra mente es la que menciona el profeta Amós diciendo: “… prepárate para venir al encuentro de tu Dios…” Amós 4.12
I. LA ESPERANZA DEL IMPÍO QUE MUERE EN SU CONDICIÓN
El ser humano, que muere; ya no le queda nada en este mundo, ya no tiene parte en el mundo de los vivos… “Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos” Eclesiastés 9.3; no es cosa fácil irse al mundo de los muertos, porque ningún ser humano desea voluntariamente morir, todos estamos aferrados a la vida, y estamos tan acostumbrados a la vida, que la muerte nos asusta muchísimo, y ciertamente, si la persona vive en impiedad y muere en impiedad, sin ser justificado(a), no puede tener paz, pues la escritura dice que solo pueden tener paz, aquellos que en su vida tomaron la decisión correcta de obedecer a Dios y fueron justificados por Jesucristo. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” Romanos 5.1, 2
La esperanza del impío o injusto o no justificado, dura únicamente mientras permanece con vida física, después que la vida física ha pasado, la esperanza murió con él y lamentablemente va a un destino que nadie quiere ir.
- Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol. Eclesiastés 9.4 – 6
- En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Efesios 2.12
- Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; Y la expectación de los malos perecerá. Proverbios 11.7
- Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 1 Tesalonicenses 4.13
En Efesios 2.12 leemos lo que afecta directamente la esperanza de aquellos que no quisieron obedecer; pues los declara SIN CRISTO y también SIN DIOS en el mundo.
II. LA ESPERANZA DEL JUSTO QUE MUERE EN SU CONDICIÓN.
La muerte del justo es estimada a los ojos del Señor, podemos afirmar que la esperanza de lo que espera recibir aquél que hizo lo correcto ante los ojos de Dios es la gloria eterna, el eterno descanso para siempre, el perdón y la alegría de vivir para siempre en una condición favorable de la mano con Dios, en la Sagrada Escritura podemos leer:
- La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá. Proverbios 10.28
- El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo. Proverbios 11.23
- Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza. Proverbios 14.32
Jesucristo vino al mundo para darle esperanza a la humanidad, para que tuviéramos la oportunidad de elegir nuestro destino final y que al morir, siendo justificados por Cristo, podemos tener la plena confianza, que resucitaremos para vida eterna pues la esperanza permanece hasta el final de nuestros días y cuando Cristo regrese, los que durmieron en él, con él se levantarán.
CONCLUSIÓN
La esperanza de cada ser humano que habita este mundo, habita en la convicción de un corazón arrepentido o no, sabiendo que el galardón se recibirá al final de la jornada y que al irse a dormir en la muerte, se duerme con la paz y la esperanza del Señor Jesucristo.
- “a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio” Colosenses 1.5
- “Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” 1ª Tesalonicenses 5.8
Si usted considera que este mensaje es de bendición para su vida, le invitamos a compartirlo y que se deleite en la esperanza de los fieles y que todo sacrificio que hagamos aquí, será recompensado por Jesucristo en su venida, pues él dará a cada uno según sea su obra.
Que Dios le bendiga por su decisión de obedecer.
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