Las siete trompetas del Apocalipsis (Parte II: Los tres ayes)

Las sitete trompetas parte 2

TEXTO CLAVE: Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles! Ap. 8.13

CONCEPTO CLAVE“Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra” Ap. 11.18

OBJETIVOS EDUCATIVOS: Al finalizar la clase las hermanas y los hermanos podrán:

  1. Reconocer los símbolos que se presentan en Apocalipsis en lo tocante a las profecías y a las trompetas.
  2. Describir y comprender que el apocalipsis explica muchos de los acontecimientos de la humanidad y el destino final.
  3. Identificar las profecías de las trompetas y los intervinientes y como destino la humanidad.
  4. Agradecer a Dios por darnos la oportunidad de conocer y comprender su mensaje.

QUINTA TROMPETA

“El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo” Ap. 9.1

Se abre el pozo del abismo, de donde sale “como humo de un gran horno”, y del humo salen “langostas”, las que atormentan por cinco meses a los que “no tuviesen el sello de Dios en sus frentes”.

[dropcaps round=”no”]I[/dropcaps] Introducción. La Quinta Trompeta (Apocalipsis 9:1-12), también identificada como el “primer ay”(Apocalipsis 8:13; 9:12), nos presenta la profecía de “langostas sobre la tierra” (Apocalipsis 9:3).

⇒ A. Proyectamos el cumplimiento principal de esta profecía para el “poco de tiempo”entre el fin del Milenio y la Segunda Venida de Cristo.

⇒ B. Esta profecía enfoca, a nuestro parecer:

  1. La mentalidady las acciones de los gobernantes que repudian al Dios de la Biblia, como además a todo dios y quizá toda religión, durante el futuro “poco de tiempo”. Este tipo de gobernante descreído sigue filosofías cuya tesis céntrica se recoge en la declaración: “La religión es el opio del pueblo”. Se quiere decir que la religión en general, no importando su fundador, mensaje u obras, endroga a la mente de los seres humanos, envenenándola con ideas, percepciones y creencias dañinas y contraproducentes, de la manera que el opio pone aturdido y estupefacto al que lo usa. El Imperio Romano no existe en el presente, ni se encuentra profecía alguna sobre su posible resurgimiento antes de la Segunda Venida de Jesucristo. El “primer ay” no lo cubre sino que es para las naciones existentes durante el “poco de tiempo”.
  2. La profecía de la Quinta Trompeta también enfoca el sufrimientode personas no creyentes en Dios a manos de los gobernantes ateístas. Recalcamos: se trata de personas NO CONVERTIDAS a DIOS y no de los seguidores verdaderos del Señor Dios y Creador del universo revelado en la Biblia. Esta revelación es sorprendente y muy significativa para la identificación de las víctimas de las “langostas”.

[dropcaps round=”no”]II[/dropcaps]  La interpretación de la profecía de la Quinta Trompeta (el “primer ay”).

⇒ A. “Vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo…”(Apocalipsis 9:1).

  1. La “estrella” que cae “del cielo”representa a algún ser vivo. Esto lo sabemos porque se le da “la llave del pozo del abismo”, y recibiéndola, procede a abrir “el pozo del abismo”. El papel que desempeña el ser representado por la “estrella” indica que él es uno de los ángeles al servicio de Dios.
  •  Este “ser” recibe la“llavedel pozo del abismo”.
  •  Este “ser” abre el“pozodel abismo”.

(1)  El “pozo del abismo” es la morada de todos los demonios, es decir, de los ángeles caídos (2 Pedro 2:4; Lucas 8:28-31).

(2)  Es lo mismo que la “prisión” donde Satanás es atado durante el Milenio (Apocalipsis 20:1-7). En el contexto del pasaje sobre el Milenio, “abismo” en Apocalipsis 20:1 y 3 es sinónimo de “prisión” en Apocalipsis 20:7.

(3)  Lo tenemos por axiomático que Satanás mismo no recibe “la llave” de su propia “prisión”. Por lo tanto, deducimos que la “estrella” no puede ser Satanás. Es inconcebible que él reciba la llave del pozo o que abra él mismo el “pozo del abismo”, o sea, su propia prisión. 

      2. Anotamos datos y circunstancias adicionales indicativas de que la “estrella” es un ángel al servicio de Dios.

  •  La “estrella” cae del cielo a la tierra durante el “poco de tiempo” después del Milenio. En cambio, Satanás cayó del cielo, no como una “estrella” sino“como un rayo” (Lucas 10:18), cuando Cristo triunfó sobre él y se sentó a la diestra de Jehová en el trono del Reino (Apocalipsis 12:5-17). “Fue lanzado fuera… fue arrojado a la tierra”(Apocalipsis 12:9). Por lo tanto, la “estrella” no puede ser Satanás ya que este había sido lanzado fuera del cielo mucho antes del acontecimiento visto por Juan en la visión de la Quinta Trompeta.
  •  Además, si un ángel de Dios tiene “la llave del abismo”, utilizándola para encerrar a Satanás en la “prisión”al principio del Milenio (Apocalipsis 20:1-3), sería del todo consecuente que también un ángel de Dios utilizara la misma “llave del abismo”para abrir la “prisión”, o sea, el “abismo”, al final del Milenio.
  1. La estrella “cayó del cielo a la tierra”, pero no por ello deberíamos identificarla como una “estrella caída”.

a)  En términos retóricos y espirituales, “estrella caída” bien pudiera identificar a un ser “caído” en el pecado.

b)  Pero la afirmación de Apocalipsis 9:1 no es que la “estrella” cayera en pecado sino que pasó del cielo a la tierra con el propósito de efectuar una tarea específica, a saber, abrir “el pozo del abismo”.

  1. “…abrió el pozo del abismo.”
  • ¿Por qué abre el “pozo del abismo”? La razón dada en la revelación de la Quinta Trompeta: para que salga el “humo del pozo”.
  • Sin lugar a duda, este lenguaje profético es metafórico, por lo menos en parte.

(1)  El “abismo” identifica el lugar perteneciente a regiones espirituales donde los “ángeles que no guardaron su dignidad” están guardados “bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 6; 2 Pedro 2:4).

(2)  El ángel que recibe la llave del pozo no abre literalmente el “pozo del abismo” para dejar salir a los ángeles caídos, pues estos están “reservados” en referido lugar hasta el juicio (Judas 6; 2 Pedro 2:4), sino que lo “abre” figurativamente para dejar subir el “humo”, siendo también simbólico el “humo”.

 B. “…y subió humo del pozo como humo de un gran horno”(Apocalipsis 9:2).

  1. El “humo”simboliza “filosofías perversas, teorías falsas, decepciones satánicas, imaginaciones vanas, asunciones humanistas, sistemas religiosos pervertidos, patrones malos de lógica” Nos solidarizamos con esta aplicación, añadiendo que también simboliza todo argumento, todo pensamiento “y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios” (2 Corintios 10:5).
  2. “Como humo de un gran hornosignifica que durante el “poco de tiempo” ¡gran cantidad de “humo”, es decir, de enseñanzas y creencias sumamente falsas y dañinas, será suelta sobre la tierra! No un poquito de “humo” de un horno pequeño sino muchísimo “humo de un gran horno”.

⇒ C.“…y se oscureció el sol y el airepor el humo del pozo” (Apocalipsis 9:2).

  1. El “humo”oscurece, sofoca, envenena y mata.
  2. Toda creencia y enseñanza que tiene su origen en las tinieblas del “pozo del abismo”, o sea, en la mente y el corazón de Satanás y sus agentes, oscurece, sofoca, envenena y mata.
  3. El “sol” representa la luz de la Verdad divinaque alumbra la mente de los seres humanos. Al otro extremo negativo y tenebroso, el “humo del pozo” oscurece y oculta la luz de la Verdad.
  4. El “aire”representa el ámbito moral y espiritual en el que se desenvuelve el ser humano. Dondequiera que llegue o penetre el “humo del pozo”, el ámbito moral y espiritual se llena de tinieblas que oscurecen y envenenan.

⇒ D. “Y del humo salieron langostas sobre la tierra” (Apocalipsis 9:3).

  1. ¿Qué son estas “langostas”?

a)  No se trata del insecto llamado “langosta”, ni tampoco del crustáceo marino del mismo nombre, sino de seres humanos.

b)  A nuestro entender, estas “langostas” simbolizan a todos los hombres y las mujeres que gobiernan, o que ejecutan la voluntad de los gobernantes durante el“poco de tiempo”cuando las naciones, habiendo sido engañadas, estarán bajo el dominio de influencias satánicas.

c)   Estos gobernantes de las naciones engañadas del mundo, juntamente con todos los demás seres humanos a su servicio, son como una gran plaga de langostas que hace terrible daño, causando sufrimiento indecible.

d)  Entre estas “langostas” (hombres y mujeres engañados) que salen “sobre la tierra”durante el “poco de tiempo”se cuentan, a nuestra manera de interpretar la visión:

  1.  Todos los consejeros, profesores, maestros, filósofos, psicólogos, sociólogos y demás eruditos o profesionales que promuevan y defiendan las creencias malvadas prevalecientes en aquellos días sombríos antes del fin.
  2. Todos los seres humanos que confeccionen y esparzan la propaganda de los gobiernos engañados contra los cristianos.
  3. Todos los secuaces de los gobiernos engañados: los que integren las agencias secretas, la policía, las guardias nacionales, los ejércitos, etcétera, de aquellos días sombríos.

e)  Entendemos que estas “langostas”infernales trabajan hombro a hombro con los “espíritus de demonios”mencionados en Apocalipsis 16:13-14.

  1. Las profecías en ambos pasajes tienen que ver con lo que ocurrirá durante el “poco de tiempo”.
  2. Los símbolos utilizados para comunicar las profecías son diferentes, pero las profecías proyectan el mismo tipo de obra satánica.
  3. Observamos que en ambos textos se trata de la obra satánica en toda la tierra. La frase en Apocalipsis 9:3 es “sobre la tierra”, o sea, sobre toda la tierra, mientras en Apocalipsis 16:14 la expresión paralela es “la tierra en todo el mundo”.
  4. Comparando la profecía de la Quinta Trompeta con la profecía mucho más corta sobre los “tres espíritus inmundos a manera de ranas” (Apocalipsis 16:13-14), observamos que la primera contiene sustancialmente más información sobre las actividades satánicas durante el “poco de tiempo” que la segunda.
  1. ¿De dónde salen estas “langostas”Salen del “humo del pozo”.

a)  Durante el “poco de tiempo”, habrá, con toda probabilidad, escuelas, universidades y muchas otras instituciones u organizaciones educativas tal como las que existen en el presente. Pero, con la siguiente diferencia notable: Satanás estará “suelto”en la tierra durante el “poco de tiempo”. Pues bien, ejerciendo este ser malvado tanta influencia en los sistemas educativos del presente (primera mitad del Siglo XXI), circunstancia que no cuestiona ninguna persona bien informada y perspicaz, ¡cuánto más al tener él libertad de manifestarse virtualmente sin trabas! Por lo tanto, se vislumbran para la época del “poco de tiempo” instituciones educativas, desde la primaria en adelante, aún más liberales y moralmente más corruptas, con currículos desarrollados en su totalidad por ateos o personas sin valores espirituales. De tales instituciones llenas del “humo del pozo”saldrán las “langostas” de la Quinta Trompeta.

b)  En términos físicos, ¿cómo afecta el humo al ser humano? Lo desorienta, ciega, envenena y sofoca.En términos intelectuales, morales y espirituales ¡lo mismo sucede en el caso de los que “salen” del “humo del pozo”! Salen desorientados,con visión borrosa, entendimiento completamente entenebrecido y espíritu envenenado. Por consiguiente, no es razonable esperar que actúen sanamente sino necia, carnal y violentamente. De hecho, conforme al resto de la profecía, ¡asimismo actuarán las personas que ocupen posiciones de gran influencia durante el “poco de tiempo”¡”Ay de los que moran en la tierra!” (Apocalipsis 8:13) a causa de estas “langostas” (hombres y mujeres) desorientadas, ciegas, envenenadas y enloquecidas por el “humo del pozo”.

  1. Consideremos el “poder”que tienen las “langostas” de esta visión, como además sus acciones durante el “poco de tiempo”.

⇒ A.  Su “poder”es semejante al “poder” que tienen los “escorpionesde la tierra”envenena, pero no siempre mata (Apocalipsis 9:3 y 10).

⇒ B.  Su “poder” no incluye el derecho de dañar la “hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol”(Apocalipsis 9:4). Es decir, a estas “langostas”no les es permitido dañar los recursos naturales de la tierra. Su misión malévola es otra muy distinta: ¡hacer mucho daño a cierta categoría de seres humanos!

⇒ C.  Pueden dañar“solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes“.

(1)  El “sello de Dios” es lo mismo que el sello del Espíritu Santo (Efesios 1:13-14), o sea, es la aprobación de Dios, la que se consigue por medio de la obediencia a los mandatos divinos.

(2)  Las “langostas” pueden dañar “solamente” a los que NO TIENEN el sello de Dios. Recalcamos: ¡NO LO TIENEN! Así que, esta profecía no es para los cristianos sino solo para las personas que eligen no seguir a Dios durante de la época del “poco de tiempo”.

⇒D.  ¿Quiénes son estas gentes no convertidas a Diosdurante el “poco de tiempo”?

(1)  Por inferencia, se deduce que se trata de los habitantes del mundo que no son cristianos genuinos, pero que tampoco son “langostas”, pues las “langostas” los persiguen. Para la época del “poco de tiempo”, discernimos en las profecías de Apocalipsis por lo menos tres clases de seres humanos:

(a)  Los opresores, representados por las “langostas”. Estos son los gobernantes engañados, juntamente con todos los demás seres humanos que ejecutan la voluntad de los gobiernos engañados.

(b)  Los oprimidos. Estos son el resto de los habitantes del mundo que no tienen el “sello de Dios”. Reiteramos: se trata de quienes no tienen el sello de Dios.

(c)  Los perseguidos. Estos son los cristianos verdaderos. Los gobiernos engañados se oponen a los cristianos verdaderos pero no pueden tratarlos como tratan a los que no tienen el “sello de Dios”hasta no llegar el momento prefijado por Dios para que cese el testimonio de la iglesia verdadera.

(2)  ¿Por qué no figuran los cristianos en el escenario revelado por la Quinta Trompeta? Quizá porque Dios deseara enfocar exclusivamente la condición triste de los no convertidos oprimidos, no complicando la profecía con detalles relevantes a la condición de los cristianos.

(3)  Como quiera que sea, intelectual y espiritualmente los cristianos verdaderos no serán presa fácil para las “langostas” con su veneno de “escorpiones” porque los cristianos realmente leales a su Señor siempre tienen el entendimiento alumbrado por la luz brillante del sol de la Verdad pura. Perciben pronto el “humo” del pozo, entienden de lo que se trata, distinguen sagazmente entre el “humo” y la claridad de la Verdad, tomando las medidas necesarias para que el “humo” no los entonte o mate.

⇒ E.  ¿Cómo tratan las “langostas”a los que “no tuviesen el sello de Dios en sus frentes”? Curiosamente, no los matan sino que los atormentan (Apocalipsis 9:5).

(1)  ¿Por qué los atormentan? Para nosotros que vivimos antes del cumplimiento de esta profecía, esta cuestión es materia de especulaciones, ya que no disponemos de más revelaciones divinas en torno a ella. Teorizamos:

(a)  Quizá porque, pese a no tener el “sello de Dios”, estos no convertidos oprimidos no apoyen la doctrina ateísta de los gobiernos engañados confabulados para combatir la creencia en Dios y opuestos a la participación en cualquier clase de religión. Aun en los pueblos más corruptos de la tierra suele haber personas decentes, las que, no obstante su indiferencia hacia Dios, el evangelio y la iglesia, o su incredulidad total, deploran el maltrato, la intolerancia, la persecución y todo tipo de violencia.

(b)  O, quizá las “langostas” atormenten a “los que no tienen el sello de Dios” por tenerlos como una clase inferior de seres humanos no aptos para pertenecer a la elite de las “langostas”.

(c)  O, tal vez porque “los que no tienen el sello de Dios” aprovechen el ambiente de sublevación contra Dios para sembrar el caos social al extremo de socavar aun a los fundamentos de los gobiernos y del orden civil, exponiendo a las naciones engañadas al peligro de la anarquía y provocando sus gobernantes a represalias. 

(2)  ¿Cuáles son los medios utilizados por las “langostas” para atormentar a los demás inconversos? Cualesquiera que sean, se representan simbólicamente por los “aguijones” que tienen las colas de los escorpiones (Apocalipsis 9:3, 5 y 10).

(a)  El veneno de la fuerte propaganda contra Dios que riegan las “langostas” en todo el mundo, empeñados en convencer a todo ser humano a aliarse pública y oficialmente con el estado, brindándole su apoyo económico y moral, y pronunciándose a favor de las posiciones ateístas de los que están en el poder.

(b)  La presión psicológica que ejercen las “langostas” en su empeño infernal de convencer a todos los habitantes de la tierra a aceptar y apoyar activamente la doctrina oficial de los gobiernos engañados, a saber: que Dios no existe, que la Biblia es una fábula humana, que las iglesias, exceptuándose las que se solidaricen con el estado, perjudican al gobierno secular-político. Incluso, prevemos denuncias en las tribunas públicas para todo aquel que no apoye activamente al estado completamente secular, con sus agendas que favoreciesen abiertamente el ateísmo y el humanismo, mandando también la aceptación de homosexuales, transexuales, etcétera, en toda organización, ya pública ya privada, incluso en iglesias y religiones de toda categoría. Además, entre sus “aguijones” bien pudieran figurar denegación de privilegios y libertades, asignación a puestos y trabajos no acordes con la preparación académica; represalias económicas, amenazas contra sus familias, etcétera.

(c)  El castigo corporal es medio que no falta en los países o estados que se oponen a Dios y sus designios para la raza humana. Trabajos forzados, torturas hasta sumamente barbáricas, destierro, privación de alimento, encarcelamiento, etcétera.

⇒ F.  ¿Cómo reaccionanlos que no tienen “el sello de Dios” al “tormento”de las “langostas”? La respuesta se encuentra en la misma revelación: “En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos” (Apocalipsis 9:6).

(1)  “…los hombres…” No todos los hombres sino los hombres que no tienen el “sello de Dios”. “…los hombres” no abarca a los cristianos genuinos que sí tienen el “sello de Dios”, como tampoco a los hombres “langostas” que persiguen y atormentan a los que no tienen el “sello de Dios”.

(2)  “…buscarán la muerte… ansiarán morir.” El acoso de las “langostas” es tan fuerte que la muerte sería, para la gente que no tiene el “sello de Dios”, hasta preferible a su “tormento”. Por ejemplo:

  • Privados los que no tienen el “sello de Dios” de su libertad, derechos personales, derechos civiles, medios de comunicación, medios de entretenimiento, etcétera, preferirían morir.
  • Prohibidos sus estilos de vida por no estar acorde con la agenda de gobernantes ateístas, se rebelan al extremo de preferir la muerte si no pueden vivir como quisieran –quizá en puro libertinaje o en comunas independientes del estado. Organizados en gangas anárquicas o en sociedades secretas. O sumidos en apatía e indiferencia política, atributos que las “langostas” encontraran muy ofensivos e intolerables.
  • Planteamos una posible futura acción gubernamental no del todo inconcebible: que desmantelaren los gobiernos del mundo el Internet con el propósito de evitar su uso por disidentes. ¿Cuál sería la reacción aún en el presente de millones de personas obsesionadas por el Internet, esclavas del Internet, cuya vida diaria gira en torno al Internet, si de repente no hubiese “Internet”?

(3)  “…no la hallarán… la muerte huirá de ellos.” Aunque quisieran suicidarse, ¡no podrán! ¿Por qué? Especulamos un poco.

(a)  Los medios simplemente están fuera de su alcance.

(b)  Las “langostas” los vigilan día y noche, no permitiendo que se quiten la vida, tal vez para evitar embarazar al estado.

(c)  Si intentan suicidarse o se suicidan, sus seres queridos sufrirían tormentos aún peores.

  1. El “aspecto de las langostas”(Apocalipsis 9:7-10). Tengamos presente el hecho de que las “langostas” son seres humanos al servicio de los gobiernos engañados. En la profecía de la Quinta Trompeta, se emplea el lenguaje metafórico para identificar las características sobresalientes de las “langostas”.

a)  “El aspecto de las langostas era como caballospreparados para la guerra.”

(1)  “…caballos.” Visualizamos a mujeres y hombres recios de espíritu, agresivos en sus acciones, incansables, completamente adiestrados y equipados para efectuar la voluntad de los gobiernos engañados. Protegidos por la “armadura” provista por sus gobernantes. Intocables. Con plena autoridad oficial.

(2)  “…la guerra” para la cual se preparan las “langostas” no será una guerra carnal entre las naciones, ya que estas estarán en paz durante el “poco de tiempo”. Ni tampoco la proyectamos como una “guerra militar” contra los ciudadanos tenidos por inferiores o rebeldespues estos no serán muertos sino atormentados. Si acertamos al proyectar el “primer ay” para el “poco de tiempo”, la “guerra” sería, con toda probabilidad, la misma de “Armagedón”, la última gran “guerra” espiritual que los obstinados inconversos liberen contra Dios y su pueblo. Preparadas las temibles “langostas” para Armagedón, ¡están más que preparados para atormentar a los ciudadanos que “no tienen el sello de Dios”!

b)  “…en las cabezastenían comocoronas de oro…” Es decir, actúan con autoridad. Son emisarios de su rey Abadón (Apocalipsis 9:11), quien les ha dado toda autoridad para actuar en contra de los ciudadanos considerados inferiores o peligrosos para el estado secular-político-ateísta. Algún atuendo para la cabeza cuya forma y color parecieran una “corona de oro” respondería a este atributo de las langostas. O quizá alguna insignia o emblema con semejante apariencia incrustado en una gorra o sombrero. De hecho, gorras de tres picos, o más, han sido usadas por oficiales o soldados de ciertos países en algunas épocas.

c)  “…sus caraseran como caras humanas…” En realidad, las “langostas”son seres humanos y sus caras reflejan la inteligencia superior que es característica de nuestra especie. Más sin embargo, por ser personas carentes de espiritualidad y valores morales, en sus caras no se detectan rasgos normales de compasión, afecto natural, tolerancia o sabiduría divina.

d)  “…tenían cabellocomo cabello de mujer…”

(1)  ¿Acaso se trate de hombres “langostas” que dejen crecer el cabello? Posiblemente. Interesantemente, el cabello largo en el hombre es a menudo, aunque no en todo caso, evidencia de rebeldía contra la “naturaleza misma” (1 Corintios 11:14), o sea, contra Dios. En el presente (primera mitad del Siglo XXI), no pocos hombres tienen “cabello como cabello de mujer”. Durante el “poco de tiempo”, quizá muchos de los varones que ejecuten la voluntad de los gobiernos engañados tengan el cabello “como cabello de mujer”.

(2)  ¿O acaso esté proyectándose, mediante esta profecía, el dominio de muchas mujeres “langostas” durante el “poco de tiempo”? Intrigante y preocupante posibilidad. La mujer carente de normas morales o creyente en la superioridad del sexo femenino, es capaz de ser tan cruel como cualquier varón. ¿Implica la profecía que mujeres “langostas” estén al mando de los gobiernos engañados o que, por lo menos, ocupen posiciones de mucho poder durante el “poco de tiempo”? Posiblemente.

e)  “…sus dienteseran como de leones…”Las “langostas” vienen perfectamente preparadas para agarrar sus presas, lastimarlas y aun torturarlas. Se imponen. Dominan. Son como leones de la jungla. Tratarán a sus víctimas como el león al animal que captura, pero que no mata enseguida sino que juega maliciosamente con él dándole golpes, soltándolo, luego apresándolo de nuevo, mordiscándolo, etcétera.

f)  “…tenían corazascomo corazas de hierro…”La coraza protege. Estas “langostas” cuentan con la fuerte protección del estado secular-político-ateísta. Son prácticamente invencibles.

g)  “…el ruido de sus alasera como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a labatalla…”

(1)  El “ruido de sus alas” representa todos sus movimientos por la tierra en la persecución de sus objetivos diabólicos. Todos los medios que utilicen para subvertir la mente y el alma de las masas, incluso todos los medios de comunicación electrónica tales como satélites, redes mundiales de computadores (el Internet) y quizá tecnologías nuevas ni aún soñadas.

(2)  La “batalla” para la cual se preparan a toda prisa sería, como ya postuláramos, la de “Armagedón”, con toda probabilidad.

h)  “…tenían colas como de escorpiones, y también aguijones…”Ya estudiamos el significado de estas características.

  1. El “rey”sobre las “langostas” es el “ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión” (Apocalipsis 9:11).

a)  El “ángel del abismo”es Satanás.

b)  Tanto “Abadón”como “Apolión”quieren decir “destructor”.

c)  Las “langostas” atormentan a los que “no tienen el sello de Dios”, oponiéndose también a Dios mismo y destruyendo todo lo santo y puro que puedan. Pero, no les es permitido destruir a los verdaderos seguidores de Dios durante los “cinco meses” de esta profecía.


LA SEXTA TROMPETA

Escena I: Las tres plagas

Apocalipsis 9:13-21

“El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas, porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”

[dropcaps round=”no”]I[/dropcaps] “Una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios”dice “al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates” (Apocalipsis 9:13-14).

⇒ A. Estos “cuatro ángeles”pertenecen a la categoría de ángeles al servicio de Dios para efectuar sus juicios y castigos sobre los seres humanos rebeldes (Apocalipsis 7:1-2).

⇒ B.“…están atados…”

  1. “…atados…”, entiéndase, en sentido figurado.

a)  Esta circunstancia significa que están restringidosen lo referente al tiempo de iniciar su misión, y no que estén atados físicamente con sogas o cadenas. “…estaban preparados para la hora, día, mes y año…”O sea, el tiempo para entrar ellos en acción estaba prefijado por Dios con mucha precisión, aun hasta “la hora”. Por consiguiente, no debían precipitarse prematuramente. Se discierne este mismo tipo de restricción en el caso de los “cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra”. A estos se les ordenó: “No hagáis daño a la tierra… hasta que…” (Apocalipsis 7:1-3). “…hasta que…” Adverbio de tiempo. No debían actuar “hasta que” fuesen “sellados en sus frentes” los ciento cuarenta y cuatro mil “siervos… de Dios”.

b)  “…atados” no implica, de modo alguno, que estos cuatro ángeles fueran demonios, es decir, ángeles caídos.

(1)  En ningún momento se les identifica, en el texto de Apocalipsis, como “ángeles caídos”.

(2)  Tampoco se dice, ni se implica, que estuvieran “atados en el infierno”. Al contrario, “…están atados junto al gran río Éufrates”, o sea, en el lugar estratégico del planeta Tierra donde debían estar para ejecutar su misión.

(3)  “…estaban preparados para la hora, día…” ¿Quién los preparó de antemano para actuar en una hora muy precisa en la línea de tiempo que marca el progreso de la humanidad, y la traslación del universo material, hacia la culminación de lo programado por el Creador? Nuestra convicción es que solo el Soberano Dios los prepararía así.

  1. ¿Por qué es necesario restringir a estos cuatro ángeles, o sea, detenerlos, refrenarlos, aguantarlos, controlarlos?

a)  Ya hemos indicado la razón, a saber, para que no actúen prematuramente. Los ángeles de Dios no son autómatas o robots sino seres pensantes con voluntad propia, evidenciándolo el hecho de elegir ellos permanecer en el lugar que Dios los había asignado en lugar de abanderizarse con Satanás (Judas 6).

b)  Por las acciones que ejecutan los cuatro ángeles de esta visión, las cuales estudiaremos en breve, deducimos que figuran entre los “ángeles destructores”preparados para aplicar la justicia de Dios a los hombres impíos y rebeldes. Por cierto, se refiere muy específicamente a tales ángeles en el Salmo 78:49. Dios “Envió sobre ellos el ardor de su ira; enojo, indignación y angustia, un ejército de ángeles destructores. También leemos en el Antiguo Testamento que Jehová Dios asignó a dos ángeles la misión de destruir a Sodoma y Gomorra. “Llegaron, pues, dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde…” Estos dos mensajeros celestiales de Dios dijeron a Lot: “Vamos a destruireste lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo (Génesis 19:1-13). Lógicamente, los “ángeles destructores” enviados por Dios deberían actuar en el momento y el lugar determinado por él. Así que, habiendo recibido los cuatro ángeles de la Sexta Trompeta la encomienda de “matar a la tercera parte de los hombres”(Apocalipsis 9:15), deberían actuar en conformidad con el horario establecido por Dios, en el preciso tiempo determinado por él, y no adelantándose, como tampoco entrando tarde en acción. Por tanto, se encuentran “atados junto al gran río Éufrates”aguardando la hora fijada de Dios para ellos.

c)  Tratándose del asunto de castigos divinos para los pecadores, en ocasiones los siervos de Dios se demuestran demasiado impacientes.

(1)  El caso de Jacobo y Juan, apellidados “Boanerges, esto es, Hijos del trueno” (Marcos 3:17), es clásico. Rehusando algunos samaritanos recibir a Cristo, Jacobo y Juan exclaman: “Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo… y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois”(Lucas 9:51-56). Parafraseando, Jacobo y Juan dicen: “Señor, ¡vamos a ultimar enseguida a estos atrevidos pecadores!” ¡Ah! Pero, Cristo no vino a matar sino a dar vida. Así pues, el Señor refrenó al espíritu airado e impaciente de los “Hijos del trueno”.

(2)  Aun los “mártires de Jesús” que se encuentra “bajo el altar” de Dios, conforme a la visión del “quinto sello”, parecen impacientarse, insinuando que Dios actuara con más prontitud contra sus enemigos, pues claman “a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?”(Apocalipsis 6:9-11).

(3)  Contemplando las escenas proféticas de Apocalipsis que proyectan la profunda maldad de las naciones en el tiempo del fin, no nos sorprende que los santos ángeles de Dios sintieren el mismo impulso fuerte de tomar, prontamente, venganza contra los enemigos del Altísimo, incluso los seres humanes rebeldes y recalcitrantes que se adueñan de la tierra durante el “poco de tiempo”. Pero, en cuanto a los cuatro ángeles de la Sexta Trompeta, estos están preparados para la hora, día, mes y año”. Por lo tanto, es preciso refrenarlos (atarlos) para que actúen solo en la hora predeterminada por el Dios omnisciente, según el plan trazado por él para la humanidad y el planeta Tierra.

⇒ C. “…junto al gran río Éufrates.”¿Por qué “junto al gran río Éufrates, específicamente, y no el río Nilo o el río Jordán? Evidentemente, por la razón de que “las tres plagas” tendrían su origen en el Oriente, más allá, hacia el este, del río Éufrates.

Muchas pestes han surgido de esta parte del mundo, como enfermedades. Tratándose de ámbitos religiosos y filosóficos, ha ocurrido otro tanto. No pocas “plagas” de religiones falsas y filosofías mentirosas han tenido su origen en aquella área del planeta Tierra, por ejemplo: el budismo, el hinduismo, el zoroastrianismo, el mahometanismo y toda suerte de cristianismo falso desde el gnosticismo hasta la Iglesia Ortodoxa Griega.

 Además, los antiguos imperios de los caldeos, sumerios, babilonios y persas nacieron en riberas del gran río Éufrates. Fue justamente en aquella región donde los hombres comenzaron a levantar la infame torre de Babel, y allí es donde se comenzó el culto a la “diosa madre”, fenómeno intrigante y casi universal que se investiga a fondo aun “la gran ramera… gran ciudad”.

También nos parece muy relevante el que vendrán “los reyes del oriente” para reunirse con los demás reyes engañados de la tierra cuando el Sexto Ángel derrame la Sexta Copa de ira (Apocalipsis 16:12). Observamos, pues, que el Oriente figura tanto en la Sexta Copa como en la Sexta Trompeta.

Conclusión. Tal como sucedió en el pasado, asimismo acontecerá en el futuro: el Oriente figurará de manera prominente en el desenvolvimiento de los asuntos terrenales y espirituales de la raza humana, como además, en la realización oportuna del plan programado por Dios para la tierra y sus habitantes.

[dropcaps round=”no”]II[/dropcaps] “Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres”(Apocalipsis 9:15).

⇒ A.“…preparados para la hora, día, mes y año…”

  1. Mediante estas palabras sencillas, claramente se evidencia que Dios tiene un plan detallado y preciso para la raza humana y su hábitat el planeta Tierra. La expresión “la hora, día, mes y año” se parece a varias de la misma naturaleza en el Nuevo Testamento. Por ejemplo: “Cuando vino el cumplimiento del tiempo…”(Gálatas 4:4); “…hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Romanos 11:25) y “…les ha prefijado el orden de los tiempos…” (Hechos 17:26).
  2. El tiempo prefijado por Dios para la intervención de los cuatro ángeles es exacto hasta el año, mes, día y hora.
  3. Este tiempo fijado por Dios, ¿acaso sea factible discernirlo nosotros con la misma precisión? ¿Podemos indicarlo en la línea del tiempo con certeza razonable? Quizá no con la exactitud que quisiéramos. Más sin embargo, todos los parámetros para el cumplimiento de las profecías de los tres “Ayes” señalan hacia la última etapa del “poco de tiempo”. Según esta línea de interpretación, “la hora, día, mes y año” para entrar en acción los cuatro ángeles llegará durante aludida etapa, y no antes o después.

⇒ B. “Y fueron desatados los cuatro ángeles… a fin de matar a la tercera parte de los hombres.”

  1. “…matar…”¿En qué sentido? ¿Matarán físicamente los cuatro ángeles “a la tercera parte de los hombres” en algún sentido figurado? Por las razones que anotamos a continuación, se deduce la proyección de la muerte física de “la tercera parte de los hombres” a causa de las tres plagas a ser traídas hacia finales del “poco de tiempo”.

a)  Primera razón. Según Apocalipsis 9:20-21, el propósito de “matara la tercera parte de los hombres”es hacer que los sobrevivientes se recapaciten y que se arrepientan. Pero, difícil, si bien no imposible, sería que una muerte tan solo figurativa produjera el efecto deseado en mentes y corazones endurecidos a causa de obstinada incredulidad. Tales personas ya están muertas moral y espiritualmente en “delitos y pecados” (Efesios 2:1). ¿De qué otra manera hacerlas “morir” figurativa, psicológica o espiritualmente, con el fin de lograr su arrepentimiento? Más aún, enviar Dios a sus ángeles con la encomienda de hacer morir moral o espiritualmente a seres humanos sería un acto absolutamente contrario a su naturaleza y su deseo ardiente de que “todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).

b)  Segunda razón. Por otro lado, hacer morir física y violentamentea una porción sustancial de los hombres quizá diera por resultado el arrepentimiento de al menos algunos de los sobrevivientes.

  1. “…a la tercera parte…”

a)   “…la tercera parte…” es una parte sustancial, pero no la mayor parte.

b)   La muerte violenta de “…la tercera parte de los hombres” debería ser más que suficiente para amedrentar y hacer reflexionar a cualquier persona sensata.

c)  según se tiene registro la población del mundoa las 7:40 p. m., tiempo atlántico, del 02 de mayo de 2014, era de 7,230,541,600. Continuando el crecimiento poblacional su actual trayectoria, se proyecta una cifra quizá notablemente mayor para finales del “poco de tiempo”.

d)   Si “…la tercera parte…” nos asombra sobremanera, o nos hace dudar de la autenticidad de esta profecía, consideremos el siguiente dato: se calcula que murió  hasta un 70% de los seres humanos que vivían en Europa durante los años cuando azotó la peste bubónica. ¡No un 33% sino un 70%!

e)  La tercera parte de 7,230,541,600 billones es 2,410,180,50 billones de seres humanos. Pero, “la tercera parte” que morirá a consecuencia de las acciones de los cuatro ángeles no sería, postulamos, la tercera parte de todos los seres humanos vivos en el tiempo del cumplimiento de estas profecías, cualquiera sea la población global en aquel tiempo futuro, sino, lógicamente, solo la tercera parte de los que persistan pertinazmente en los gravísimos pecados enumerados en Apocalipsis 9:20-21. Personas obedientes al evangelio de Cristo, personas que hagan “por naturaleza lo que es de la ley” de Dios (Romanos 2:14-16), niños o adolescentes inocentes y personas mentalmente impedidas no figurarían, razonamos, en la “tercera parte”muerta por los cuatro ángeles. Asumiendo correcta esta interpretación, “la tercera parte” no sería un número tan elevado como la tercera parte literal de la población entera del mundo.

[dropcaps round=”no”]III [/dropcaps] “Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número” (Apocalipsis 9:16).

⇒ A. “…los ejércitosde los jinetes…” ¿Quiénes son estos “jinetes”? ¿A quién o a quiénes  obedecen estos “ejércitos”? Analizando sus rasgos y acciones, eliminamos la idea de que sean ejércitos terrenales bajo el mando de hombres endemoniados, como también la de que sean “ejércitos” de Satanás. Al contrario, son “los ejércitos celestiales” guiados por los cuatro ángeles en cumplimiento de la voluntad de Dios (Apocalipsis 19:14). A continuación, presentamos las razones que sostienen nuestra conclusión.

  1. Primera razón. Estos jinetes obedecen a los cuatro ángeles. ¿Qué correlación existe entre “los cuatro ángeles”del Versículo 15 y “los ejércitos de los jinetes” del Versículo 16? La correlación, cual sea, no se define en el texto del pasaje. No obstante, la conexión nos parece bastante obvia, a saber: los doscientos millones de jinetes siguen y obedecen a los cuatro ángeles. Presentamos el siguiente silogismo en respaldo de esta conclusión.

a)  Primera premisa. La misión de los cuatro ángeles es “matar a la tercera parte de los hombres”.

b)  Segunda premisa. De la boca de los caballos que montan los jinetes salen las plagas que hacen morir “a la tercera parte de los hombres”(Apocalipsis 9:17-18).

c)  Conclusión. Por lo tanto, los jinetes, con sus caballos, están bajo el mando de los cuatro ángeles, utilizándolos estos para la realización de su misión.

Ahora bien, lo tenemos por axiomático que los ángeles al servicio de Dios no están al mando de ejércitos terrenales sino de ejércitos espirituales. Por lo tanto, deducimos que los doscientos millones de jinetes integran un ejército espiritual de Dios.

  1. Segunda razón. Presentamos las “corazas”de los jinetes como evidencia para sostener que sus dueños son siervos de Dios. Sus corazas son de “fuego, de zafiro y de azufre” (Apocalipsis 9:17).

a)   El elemento del “fuego” aparece frecuentemente en escenas donde se manifiestan la presencia y los poderes del Dios Soberano, especialmente en las de castigos y destrucción.

(1)  Cuando Moisés lleva sus ovejas “hasta Horeb, monte de Dios… se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía” (Éxodo 3:2-5).

(2)  En su visión de escenas celestiales, Ezequiel ve “apariencia de fuego” en la “figura del trono” (Ezequiel 1:1-28).

(3)  El trono del “Anciano de días” es como llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuegoprocedía y salía de delante de él” (Daniel 7:9-10).

(4)  El “fuego del altar” en el cielo consume el incienso. Un ángel toma “fuego” de aquel altar, arrojándolo a la tierra (Apocalipsis 8:3-5).

(5)  La “gran Babilonia” de las visiones apocalípticas es “quemada con fuego” (Apocalipsis 18:8).

(6)  La bestia y el falso profeta son lanzados en “el lago de fuego y azufre” (Apocalipsis 20:10).

(7)  Conclusión. Dios mismo proporciona “corazas de fuego, de zafiro y de azufre” a los doscientos millones de jinetes, así dotándoles de la armadura que les haría falta para efectuar la matanza de “…la tercera parte de los hombres”. Huelga decir que los seres humanos al servicio de Satanás no reciben tales corazas; tampoco los demonios.

b)   Las corazas de los doscientos millones de jinetes también son “de zafiro”.

Esta piedra preciosa llamada “zafiro” figura en otras visiones de lo celestial.

(1)  “Se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro” (Ezequiel 1:26; 10:1).

(2)  El segundo cimiento del muro de la ciudad celestial es adornado de “zafiro” (Apocalipsis 21:19).

(3)  Conclusión. En el contexto de lo celestial, el zafiro adorna cosas que pertenecen a Dios. Poseyendo, pues, los doscientos millones de jinetes “corazas… de zafiro”, es lógico identificarlos como instrumentos de Dios para hacer su voluntad. Los ejércitos satánicos no despliegan corazas tan brillantes, con zafiros incrustados.

c)  Además de fuego y zafiro, las corazas de los doscientos millones de jinetes son “deazufre“Elemento… de color amarillo, fácilmente electrizable por frotación, que arde con llama azul produciendo un humo de olor acre característico” En su estado natural, el azufre es un sólido. Dios lo utiliza para castigar (Apocalipsis 19:20; 20:10). Así pues, corazas que arden “con llama azul”, y de las que sale “un humo de olor acre” mortífero para los pecadores endurecidos, son las que portan los doscientos millones de jinetes.

  1. Tercera razón. Tengamos presente el hecho de que las naciones engañadas se unirán durante el “poco de tiempo” y que antes de la Segunda Venida de Cristo los hombres estarán proclamando “paz y seguridad”(1 Tesalonicenses 5:1-3). Esto significa que las naciones engañadas no estarán lidiando físicamente durante el “poco de tiempo”. Por lo tanto, los “ejércitos” de la Sexta Trompeta que salen a matar a “la tercera parte de los hombres” no son, ni representan, ejércitos terrenales enfrascados en batalles carnales.

⇒ B. “…doscientos millones…”

  1. Ya que la población global del gran Imperio Romano alcanzaba para el Siglo I de la Era Cristiana más o menos doscientos millones, pensamos que el apóstol Juan y sus contemporáneos concibieran el número de “doscientos millones” de jinetes como sumamente grande.
  2. Comparamos esta cifra con otras mencionadas en textos que arrojan alguna luz sobre la población celestial.

(a)  En la visión de Daniel 7, al “Anciano de días… millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él” (Daniel 7:9-10).

(b)  En la escena apocalíptica del “trono establecido en el cielos”, aparecen “millones de millones” de ángeles “alrededor del trono” de Dios (Apocalipsis 4:1 – 5:11).

(c)  Entre las visiones que el apóstol Juan ve cuando se abre el Sexto Sello figura la de “una gran multitud, la cual nadie podía contar… delante del trono de Dios” (Apocalipsis 7:9-17).

(d)  Después de los juicios de Dios sobre la “gran Babilonia” una “gran multitud en el cielo” dice “¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro”   (Apocalipsis 19:1).

  1. “…doscientos millones…” hace aproximadamente el .03% de los 6,868,795,743 billones de habitantes que había sobre la faz de la tierra en octubre del 2011. La población del mundo será aún mayor para el tiempo del cumplimiento de estas profecías, según la línea de interpretación que estamos desarrollando. Así que, a la luz de estos datos y proyecciones,“doscientos millones” luce como un número comparativamente pequeño.
  2. Con todo, ningún detalle de esta visión de las “tres plagas” nos obliga a tomar literalmente el número de “doscientos millones”. Lo podemos entender como representativo de una multitud de siervos al servicio de Dios, cualquiera sea su número real, a la cual se le encomienda el castigo fulminante de seres humanos, vivos en “el poco de tiempo”, que rehúsen tajantemente reconocer al verdadero y único Creador Supremo, prefiriendo más bien “adorar a los demonios, y a las imágenes…”(Apocalipsis 9:20).

[dropcaps round=”no”]IV. [/dropcaps]Los “caballos”de los jinetes. “Así vi en visión los caballos y a sus jinetes… Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas, porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban” (Apocalipsis 9:17-19).

⇒ A. La aparienciade los caballos y el significado de sus atributos descomunales. Nuestra percepción es que estos caballos representan los medios utilizados por Dios para introducir y diseminar rápidamente las “tres plagas” que resultan en la muerte de “la tercera parte de los hombres”.

  1. Tienen cabezas “como cabezas de leones” (Apocalipsis 9:17). El león es animal notoriamente fuerte y veloz, capaz de perseguir y matar aun a animales más grandes que él, por ejemplo, el elefante. Agarra su presa, triturando y devorando carne y huesos.
  • Aplicación. El caballo también es fuerte, veloz y resistente. Y si tuviera cabeza de león, su apariencia sería sobremanera espantosa. Doscientos millones caballos podrían galopar pronto por toda la tierra, aun literalmente. Estas figuras retóricas significan, a nuestro entender, que las “tres plagas” mortíferas serán llevadas pronto por toda la tierra cuando llegue “la hora, día, mes y año” fijados para este castigo, causando pánico y muchísimas muertes.
  1. “De su boca salían fuego, humo y azufre” (Apocalipsis 9:17). Visualicemos a estos caballos. No sale vapor de su boca o nariz sino “fuego, humo y azufre”, elementos que simbolizan “tres plagas”, según Apocalipsis 9:18. ¡Doscientos millones caballos que respiran “fuego, humo y azufre”!
  2. Tienen colas y sus “colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban”(Apocalipsis 9:19). La apariencia de estos animales se vuelve cada vez más terrible, a decir verdad, ¡realmente aterradora! Su cola no es la cola natural de caballo sino dura y elástica, como si fuera una serpiente. Y como si eso fuera poco, su cola tiene cabeza –cabeza, se presume, de serpiente venenosa. Con sus colas “…dañaban”“Dañar y matar.” Esa la misión asignada a los doscientos millones de jinetes montados sobre doscientos millones caballos preparados para sembrar pavor y hacer morir “la tercera parte de los hombres”. Es del común saber que la mordida de una serpiente venenosa puede causar muerte repentina. Según Números 21:4-9, “Jehová envió entre el pueblo [de Israel] serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel”. Aquello lo hizo Dios para castigar a los israelitas duros de cerviz, que seguían en su incredulidad pese a milagros hechos a menudo por Jehová a favor de ellos. Pues, ¿por qué tener por extraño o inconcebible que proceda Dios con igual dureza, o todavía más, contra los pecadores, incrédulos y recalcitrantes en grado sumo, del “poco de tiempo”? Por cierto, programa para ellos “tres plagas” mortíferas, y el azote de las colas, “semejantes a serpientes”, de los caballos que montan los doscientos millones de jinetes.
  3. ¿Verán literalmente las gentes rebeldes que viven la época de la Sexta Trompeta a los doscientos millones de jinetes montados sobre doscientos millones de caballos furiosos? Negativo, pues se trata de seres espirituales al servicio de Dios, siendo altamente retórico el lenguaje de la visión de los caballos, etcétera. Pero, sentirán sí en carne viva la furia de los castigos de Dios al caer víctimas de las “tres plagas”,las cuales sobrevendrán a aquellos impíos como millones de caballos enfurecidos, de cuyas bocas salen fuego, humo y azufre, y cuyas colas lastiman y matan.

⇒ B. Las “tres plagas”de “fuego, humo y azufre”(Apocalipsis 9:18).

  1. ¿Para cuándo? Conforme a la interpretación que estamos desarrollando, estas “tres plagas”que causan la muerte de la “tercera parte de los hombres” están programadas para la última fase del “poco de tiempo”, etapa que precede de inmediato la Segunda Venida de Jesucristo. Otros textos corroboran esta tesis.

a)  Los dos testigos tienen poder para “herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran”durante el “poco de tiempo”(Apocalipsis 11:6). Esto lo veremos en la Escena 3del gran drama de la Sexta Trompeta, la cual es el segundo “Ay”.

b)  Las siete copas de la ira de Dios son “las siete plagas postrerasporque en ellas se consumabala ira de Dios”(Apocalipsis 15:1, 7-8). “¡Postreras!” 

“Postrero: último en orden” . Se deduce que las “siete plagas postreras” son para el tiempo cuando se consuma la ira de Dios, es decir, son para los últimos días que preceden la Segunda Venida de Cristo y el fin del tiempo.

c)  La correlación entre “las siete plagas postreras”“toda plaga” de los dos testigos y las “tres plagas” de la Sexta Trompeta es obvia. Todas están programadas para los humanos levantados airadamente contra el Soberano Dios Creador durante los últimos días convulsionados antes del fin del universo material y el tiempo mismo.

  1. “…fuego, humo y azufre.” ¿De qué naturaleza?

a)  ¿Es concebible que estas “tres plagas”sean de “fuego, humo y azufre”materiales? “Concebible”, claro que sí.

(1)  Ciertamente, Dios tiene poder para azotar y castigar al mundo incrédulo y pecador con voraces incendios incontrolables, por ejemplo, en las grandes ciudades donde se aglomeran los impíos. Aun los fenómenos naturales tales como terremotos y la erupción de volcanes suelen causar verdaderas “plagas” de “fuego, humo y azufre”, no solo devastando suelos y estructuras sino también contaminando masivamente la atmósfera, efectos que hacen enfermarse o morir a los seres humanos impactados. Conforme a nuestra fe, Dios tiene potestad sobre aludidos fenómenos, pudiendo utilizarlos a su discreción para el castigo de gentes impenitentes.

(2)  Cualquiera sea la naturaleza de las “tres plagas”, el castigo que traen es para los que no tienen el “sello de Dios”. Suponiendo que haya cristianos verdaderos vivos en la tierra cuando se desaten estas tres plagas, el Dios Soberano tiene poder para protegerlos, de la misma manera que libró a los israelitas de las diez plagas que trajo sobre los egipcios. También Jehová cuidó y salvó al “justo Lot”, juntamente con sus hijas, cuando “hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego… desde los cielos” (Génesis 19).

b)  Pero, también es posible que el “fuego, humo y azufre” sean simbólicos. Es decir, que representen plagas cuya naturaleza no será, literalmente, de fuego, humo y azufre materiales. Quizá plagas nuevas, desconocidas hasta el momento de su aparición. Plagas que exploten sobre la tierra como caballos salvajes. Plagas que hagan arder al cuerpo físico, como si un “fuego” lo consumiera. Plagas que obstaculicen las vías respiratorias y los pulmones, asfixiando, a manera de un “humo” espeso, y causando cáncer. Plagas que quemen la piel y la carne, tal como hace el azufre físico. Pudriéndose el cuerpo físico, y apestando a “azufre”. Al derramar el cuarto ángel la plaga de la Cuarta Copa de la ira de Dios sobre el sol,“los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios…” (Apocalipsis 16:8-9). Esta cuarta plaga, juntamente con las restantes seis de “las siete plagas postreras”(Apocalipsis 15:1), ocurrirán, sin duda, durante la última etapa del “poco de tiempo”.

  1. ¿Quién traerá estas “tres plagas”? Cualquiera sea la naturaleza de estas “tres plagas”, el que tiene “poder” sobre ellas es Dios, y no, en definitiva, Satanás.

a)  “Dios… tiene poder sobre estas plagas” (Apocalipsis 16:9).

b)  Por tanto, Satanás no trae estas plagas.

c)  Tampoco tiene potestad sobre ellas ningún ser humano en la tierra.

[dropcaps round=”no”] V[/dropcaps] El propósito de Dios frustrado.

⇒ A. Afirmamos confiadamente que Dios no traerá arbitrariamente estas “tres plagas” sobre los habitantes de la tierra vivos en “la hora, día, mes y año” fijados para el cumplimiento de esta profecía. Más bien, lo hará con el intento de lograr que por lo menos algunas personas de aquel tiempo futuro se arrepientany se salven de la ira venidera. La expresión “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron…” claramente revela su propósito benigno, y no arbitrario o cruel. ¡Qué se arrepientan los sublevados! ¡Qué se arrepientan los adoradores de demonios e imágenes! Este es el propósito de las “tres plagas”.

⇒ B. Pero, el desenlace triste de todo lo hecho por Dios, a nivel global, en aquellos días del fin del “poco de tiempo” es que los sobrevivientes de las “tres plagas” no se arrepienten“Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieronde las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos” (Apocalipsis 9:20-21). Así finaliza la Escena 1 del gran drama de la Sexta Trompeta. Con un cuadro estremecedor de pecado sobre pecado, superstición, falsa religión, idolatría, inmoralidad y crimen universales. Condiciones muy parecidas a las que hubo en el tiempo de Noé, previo a la destrucción de aquel mundo por el gran Diluvio. Estas condiciones son las que imperarán hacia finales del “poco de tiempo”, previo a la futura destrucción total del planeta Tierra por fuego. “Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos (2 Pedro 3:7).

Escena 2 
(de las Cuatro principales)

El “ángel fuerte” que trae el “librito abierto”

Apocalipsis 10:1-11

El “ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra…” (Apocalipsis 10:1-2).

“Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. … Toma y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.”

[dropcaps round=”no”]I[/dropcaps] La visión de los “siete truenos”“Cuando hubo clamadosiete truenos emitieron sus voces” (Apocalipsis 10:3). El que clama es el “ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza”.

⇒ A. “…las cosas”que dijeron los siete truenos no son divulgadas. “Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas” (Apocalipsis 10:4).

⇒ B. ¿Con qué razón introducir en escenario “los siete truenos”si no hay la intención de revelar lo que dicen? Sencillamente, no se revela la razón. Solo podemos reflexionar y teorizar sobre el significado de este acontecimiento repentino y alarmante. “Siete truenos emitieron sus voces.” Sus poderosas “voces” retumban por los cielos, impactando y conmoviendo al que las escucha. Proclaman, sin decir una palabra, conmociones de elementos en escala grande.

(1)  El trueno se produce cuando relampaguea. Relámpagos y truenos suelen ocurrir cuando se forman tempestades. También cuando irrumpen volcanes.

(2)  El sonido estruendoso de las potentes voces de los siete truenos celestiales, en el contexto de la Sexta Trompeta, implica, opinamos, grandes “tempestades” morales y espirituales desatadas en el mundo durante el corto tiempo que transcurre entre “las tres plagas” que traen los doscientos millones de jinetes, y la consumación de la ira de Dios. “Tempestades” tal vez aún peores que las de las épocas anteriores. De hecho, esta interpretación armonizaría perfectamente con otras profecías apocalípticas sobre las condiciones aterradoras durante los últimos días que preceden la Segunda Venida de Jesucristo.

[dropcaps round=”no”]II[/dropcaps] La proclamación del “ángel fuerte”sobre el fin del tiempo y la consumación del “misterio de Dios” (Apocalipsis 10:5-7). “El ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará.”

⇒ A. Las expresiones claras y precisas de esta proclamación fijancon exactitud el fin del tiempo mismo. ¿Cuándo terminará el tiempo? “En los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta.” En medio de las escenas de la Sexta Trompeta, se hace este portentoso anuncio solemne, el cual vincula estrechamente la Sexta Trompeta con la Séptima en la línea del tiempo.

  1. Así que, estimado lector, la “revelación” de Dios enseña enfática e inequívocamente que “el tiempo” mismo acabará. El tiempo, qué conste, para todo el universo material, y por ende, para la raza humana. La “dimensión del tiempo terrenal”, uno de los parámetros más fundamentales de nuestra existencia como seres humanos, definitivamente, no permanece para siempre. El “tiempo” como lo conocemos y experimentamos cada minuto de nuestra vida, al alcanzar el desarrollo intelectual que nos permite apreciarlo, quedará absorbido en la eternidad de Dios. ¡No será más! He aquí, una de las grandes verdades proclamadas en esta Escena 2. La misma establece el punto final del universo material, como cosa hecha, y por consiguiente, temporal, es decir, sujeto al tiempo mismo.
  2. Finalizando el tiempo, necesaria e ineluctablemente también llegan a su fin todas las cosas temporales, es decir, sujetas al tiempo de esta creación material. Esto mismo es lo que enseña el Espíritu Santo en 2 Corintios 4:18, y con la misma claridad diáfana notada en la declaración del “ángel fuerte”“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” ¿Se ven el Sol y las demás estrellas? ¿Se ve el planeta Tierra? ¿Se ve el cuerpo físico humano? Pues, ¡son temporales! “Las cosas que se ven son temporales.”Y pertenecientes a la dimensión del tiempo material, dejarán de existir cuando el tiempo mismo ya no sea más. Al sonar la Séptima Trompeta, el tiempo no será más. Por consiguiente, el planeta Tierra, y todas las obras que en él hay, más todo el resto del universo material, no serán más cuando el séptimo ángel “comience a tocar la trompeta”. Por sí solo, estos textos prueban, de manera absolutamente irrebatible, la destrucción final y total de la tierra material. El tiempo mismo no es eterno, y por lo tanto, tampoco es eterna la tierra material. Estos hechos rinden nulos los argumentos de religiosos, tales como los testigos de Jehová, cuya teología dice que el planeta Tierra continuará existiendo eternamente.

⇒ B. Cuando el séptimo ángel “comience a tocar la trompeta”, no solo se disuelve la dimensión del tiempo sino que también “el misterio de Dios se consumará”. Es decir, todo lo programado por el Creador para la humanidad y el universo material será concluido. Para entonces, él habrá llevado a cabo totalmente su plan, llamado “misterio”en este pasaje por ser tan grandioso y de tan grande envergadura que resulta virtualmente incomprensible para la inmensa mayoría de los humanos, mayormente para el carnal que no ama la Verdad divina ni busca de Dios.

[dropcaps round=”no”]III[/dropcaps]La visión del “librito abierto” que endulza, luego amarga. El “ángel fuerte… tenía en su mano un librito abierto” (Apocalipsis 10:2). Sigue desenvolviéndose ante nuestros ojos atónitos  esta Escena 2. Habiendo el apóstol Juan oído las voces de los “siete truenos” y la proclamación del ángel fuerte sobre el fin del tiempo y la consumación del “misterio de Dios”, escribe: “Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre” (Apocalipsis 10:9-10).

⇒ A. El consenso de los estudiosos de Apocalipsis es que el “librito abierto” es la Biblia, en particular, el Nuevo Testamento“la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”(1 Pedro 1:23-25).

  1. Muchísimas cosas de la Biblia son dulces “como la miel””. A continuación, mencionamos solo algunas. Verdades divinas. Sabiduría celestial. Las buenas noticias de perdón, reconciliación y salvación. Promesas preciosas y grandiosas. Sanos consejos y consuelo oportuno. Algunos salmos. Muchos proverbios. Bienaventuranzas. Etcétera, etcétera.
  2. Pero, entregarse incondicionalmente a la voluntad de Dios a menudo trae tribulación de espíritu, y quizá sufrimiento para el cuerpo físico, aun hasta persecuciones y muerte violenta. “La cruz” no falta en la vida de todo siervo de Dios enteramente consagrado a las obras del Reino espiritual. En este aspecto, el “librito abierto” es “amargo”. Sin embargo, “lo amargo” de este tipo es pasajero, pues la “la leve tribulación momentánea produce en nosotros [en los cristianos fieles]un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17).

⇒ B. También es posible que el “librito abierto” simbolice ellibro mismo de Apocalipsis.

  1. La Biblia completa no es precisamente un “librito” sino todo un tomo bastante grande. Aun el Nuevo Testamento, con sus veintisiete libros y epístolas, se considera un libro no pequeño.
  2. En cambio, las profecías y visiones reveladas al apóstol Juan en la isla de Patmos componen una obra que bien pudiera calificarse de “librito”.
  3. Supongamos que el “librito abierto”sea Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento. En tal caso, las siete bienaventuranzas encontradas en Apocalipsis, las escenas de alabanzas celestiales, las visiones de la nueva Jerusalén y del Paraíso de Dios, las promesas de eterno consuelo y felicidad, más  las profecías y declaraciones apocalípticas mediante las que se asegura el triunfo final de Dios, Cristo y la iglesia sobre todas las fuerzas satánicas, serían dulces “como la miel”. Por otro lado, las revelaciones sobre bestias, la gran ramera, la gran Babilonia, terribles plagas, Armagedón, destrucción, muerte, perdición eterna, etcétera, ciertamente amargan el vientre de todo cristiano sensible a las consecuencias trágicas que sufren los pecadores empedernidos. Escenas tales causan tremenda “indigestión” en las entrañas del espíritu. Expresando esta interpretación de otra forma, podemos decir que el conocimiento del futuro que proporciona el libro de Apocalipsis “endulza” y satisface al entendimiento, pero el cumplimiento de las profecías que anuncian destrucción y muerte resulta “amargo”, porque el cristiano sensible sufre emocional y espiritualmente al presenciar el desenlace triste y violento de las muchedumbres desobedientes y rebeldes.

[dropcaps round=”no”]IV[/dropcaps] Habiendo el apóstol Juan comido el “librito”, el ángel fuerte le dice entonces: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”(Apocalipsis 10:11).

⇒ A.  Mediante la expresión “muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”se pone de relieve el alcance global de las profecías de Apocalipsis.

  1. El apóstol Juan no profetiza para un solo pueblo, por ejemplo, Israel.
  2. No profetiza para una sola nación o imperio, por ejemplo, el Imperio Romano.
  3. No pronuncia profecías que se cumplieran en un solo rey, por ejemplo, Nerón.
  4. Al contrario, él profetiza “sobre MUCHOS pueblos, naciones, lenguas y reyes”.
  5. Quienes limitan el alcance de las profecías solo al Imperio Romano argumentan que aquel Imperio se componía de “muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”. Y así fue en parte, al extenderse el Imperio por todo el Mediterráneo y porciones de Europa, Asia y África. Sin embargo, políticamente, el Imperio Romano era una sola entidad entre unas cuantas adicionales existentes fuera de sus fronteras en aquel tiempo, por ejemplo, Persa, parte de Alemania, China, Japón, India, Mongolia, algunos reinos en África, el poderoso reino Inca, el reino de los Aztecas, el reino Maya y otros reinos de aborígenes en el hemisferio occidental. Nos parece muy lógico asumir que muchos habitantes del mundo de aquel entonces conceptuaran al Imperio Romano como una sola entidad política particular entre numerosas. Especialmente, los enemigos de aquel Imperio. Así que, al decir el ángel fuerte “muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”, deducimos que él contemplaba múltiples entidades políticas independientes, cada una con su propia identidad y soberanía.

a)  El adverbio “muchos”apoya, aunque sea someramente, nuestra conclusión, ya que es más razonable usarlo en referencia a múltiples entidades políticas independientes que aplicarlo tan solo al Imperio Romano, el cual se componía de algunospueblos, naciones, lenguas y reyes, y no de un número elevado.

b)  Además, dado que las profecías de la Sexta Trompeta son para el “poco de tiempo” previo a la Segunda Venida de Cristo, ¡el Imperio Romano ni siquiera figura en el escenario!, habiendo llegado a su fin en el año 1555 d. C.

c)  También comprueba nuestra conclusión el uso de una expresión similar en la visión del “ángel” que “tenía el evangelio para predicarlo”(Apocalipsis 14:6). ¿Predicarlo a quiénes? “A los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.”Asimismo había ordenado Jesucristo. Id por TODO el MUNDO, y predicad el evangelio a TODA CRIATURA”(Marcos 16:15). “Toda criatura” es, pues, sinónimo de “toda nación, tribu, lengua y pueblo” y estos se encuentran en “todo el mundo”. Por cierto, el evangelio es para toda nación, tribu, lengua y pueblo”, y no tan solo para Israel o el Imperio Romano. El apóstol Juan volvería a profetizar sobre “muchos” de la misma categoría, específicamente sobre los del “poco de tiempo”.

d)  Otra expresión parecida se halla en Apocalipsis 17:15. “Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.”Mediante el estudio sobre la “gran ramera”veremos que ella se sienta no solo sobre el Imperio Romano sino también sobre otros reinos y pueblos. Una vez confirmada esta interpretación, constituirá respaldo adicional para la explicación que damos a “muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

⇒ B. Esta frase “muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”también destaca un aspecto principal de las profecías apocalípticas. No pocas de ellas giran, precisamente, en torno a entidades políticas. Su manipulación por Satanás. Su interacción con la religión apóstata, especialmente con la “gran ramera”. Su uso del planeta Tierra para fines egoístas. Su castigo a manos de “ángeles destructores”. Su rebeldía contra el Soberano Dios, por cuya autoridad existen (Romanos 13:1) y su eventual destrucción final (Apocalipsis 19:11-21).

⇒ C. “…que profetices otra vez”significa que Juan ya había anunciado profecías sobre las naciones.

  1. De hecho, conforme a lo estudiado ya en esteAnálisis, entidades políticas-seculares, con sus súbditos no convertidos a Jesucristo, a menudo son el tema de visiones y profecías apocalípticas.
  2. En cuanto a profetizar “otra vez”, la palabra del ángel se cumple enseguida cuando Juan profetiza sobre los gentiles que “hollarán la santa ciudad”(Apocalipsis 11:2) y sobre “los pueblos, tribus, lenguas y naciones” que matan a los dos profetas, ni siquiera permitiendo que sean sepultados (Apocalipsis 11:7-13).

Escena 3
(de las cuatro principales)

Se “mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él”.

Apocalipsis 11:1-2

 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él.  Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.

 

[dropcaps round=”no”]I[/dropcaps]“Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él”(Apocalipsis 11:1). En el “Gran Drama de la Sexta Trompeta”, sube el telón de nuevo, y he ahí al apóstol Juan en el escenario. Alguien le entrega un instrumento de medir, dándole instrucciones sobre su uso.

⇒ A. Retóricamente, la “caña semejante a una vara de medir”es simbólico del Nuevo Testamento, o sea, el “nuevo pacto” sellado con la sangre de Jesucristo (Mateo 26:27-28). “Por eso”, el Señor “es mediador de un nuevo pacto (Hebreos 9:14-17), el cual es “un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 8:6-13), siendo este el único pacto espiritual en vigor durante la Era Cristiana para la iglesia del Señor.

  1. “Caña. Vocablo hebreo, qane, se refiere a una medida lineal de unos 3 metros.”
  2. Las instituciones de origen divino (iglesia, matrimonio, familia) existentes durante la Era Cristiana no se miden con la “vara de medir”del Antiguo Testamento, o sea, la “ley mosaica”, pues, habiendo Jesucristo cumplido perfectamente aquella ley (Mateo 5:17-20), la misma, en su totalidad, fue abrogada en la cruz (2 Corintios 3:6-17; Colosenses 2:13-17; Hebreos 7:12; 8:6-13).
  3. Tampoco se miden con medidas o instrumentos de invención humana. ¿Quién da al apóstol Juan la “caña semejante a una vara de medir”? De hecho, Juan no identifica explícitamente al ser que le entrega la “caña”. Sin embargo, se induce cierto enlace entre la presente Escenay la anterior del “librito abierto”. Las últimas palabras de la Escena 2 el ángel fuerte se las dice a Juan: “Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes” (Apocalipsis 10:11). Iniciándose esta Escena 3, el apóstol Juan dice: “Entonces me fue dada una caña…”. ¿Quién le da la caña? Quizá aquel mismo “ángel fuerte” que le dijo “Es necesario que profetices otra vez…”. Comoquiera que fuera, ya que se puede tener como axiomático el que “el templo de Dios, y el altar, y los que adoran en él” pertenecen al reino espiritual de Dios, incuestionablemente, la “caña” que recibe Juan es un instrumento hecho en el cielo, pues lo espiritual de Dios no se mide con lo material del hombre. Así que, ningún hombre u organización humana, bien sea eclesiástica o secular, da a Juan la “caña” que figura en esta Escena. Se desprende, pues, que la “caña” entregada al apóstol no se la proporciona la jerarquía católica romana, ningún concilio ecuménico, ningún cuerpo protestante, como tampoco ningún concilio pentecostal o evangélico. Por cierto, dan medidas falsas todas las “varas de medir” confeccionadas por religiosos atrevidos que sustituyen sus teologías no inspiradas por la pura Verdad del Nuevo Testamento –medidas erróneas que solo se ajustan a criterios humanos“Pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos” (2 Corintios 10:12).

⇒ B. “Levántate, y mide.”

  1. ¿Quién da esta orden al apóstol Juan? Probablemente, aquel “ángel fuerte”del “librito abierto”. O quizá algún otro ángel, o alguna “voz del cielo”. Se sobreentiende que el Soberano Dios es quien autoriza la orden. A él le visualizamos tomando a menudo la “medida” de su obra espiritual en la tierra, como lo haría cualquier benéfico dueño y administrador deseoso de asegurar que se desarrolle su empresa conforme a metas y metodologías previamente fijadas.
  2. En esta Escena 3, la orden “levántate, y mide”es dirigida específicamente al apóstol Juan, excelente y muy amado siervo del Señor, leal a través de largos años.

a)  Reflexionando sobre este ejemplo, tomemos una lección valiosa para nuestra propia orientación y crecimiento. Todo obrero del Señor que edifica sobre el “fundamento… el cual es Jesucristo”debería “medir” frecuentemente la obra espiritual que está efectuando, haciéndolo sabia y objetivamente con el propósito de asegurar que el “edificio de Dios”(1 Corintios 3:9-15) siempre tenga las medidas especificadas por el Gran Arquitecto.

b)  Si nosotros los edificadores espirituales no utilizamos frecuentemente la “vara de medir” que Dios nos provee,el edificio espiritual en el que trabajamos bien puede resultar descuadrado, flojo, incompleto, falto de la debida estética espiritual, etcétera. Para tamaño bochorno y humillante vergüenza nuestra. O quizá nuestra creación nos parezca muy bien hecha y atractiva, como también a quienes nos sigan, pero si no se ajusta exactamente, en todo detalle, al plan trazado por el Arquitecto Divino, será desaprobada por él, y esto lo podemos dar por asentado.

⇒ B. “…el templode Dios…”

  1. Para la Era Cristiana, la iglesiaes el “templo de Dios”.

a)  “¿No sabéis que sois templo de Diosy que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”(1 Corintios 3:16-17).

b)  “En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser untemplo santoen el Señor” (Efesios 2:21).

  1. El “templo de Dios”de este pasaje no es el templo judío.

a)  El templo judío en Jerusalén fue destruido por los romanos en la cruenta guerra Judío-romana de los años 67 – 70 d. C., cumpliéndose las profecías de Mateo 24:3-28.

b)  Aunque los judíos de actualidad lograren reedificar el templo en Jerusalén, su creación no cambiaria el sentido espiritual de “templo de Dios”en Apocalipsis 11:1, pues Dios ya “no habita en templos hechos por manos humanas”(Hechos 17:24).

c)  La teología que proyecta la reedificación del templo judío en Jerusalén antes de la Segunda Venida de Cristo o durante el Milenio carece completamente de apoyo bíblico.

  1.  Para que pase inspección en todo momento la verdadera iglesia de Cristo, la cual es el verdadero“templo de Dios” en la tierra, ella ha de tener las “medidas” exactas prefijadaspor el Gran Arquitecto. A grandes rasgos…

a)  Su organización no puede ser diferente a la establecida por el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento. Según el modelo divino, Jesucristo es la única cabeza de la iglesia, tanto en el cielo como en la tierra. El Padre Dios “lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo…”(Efesios 1:22-23). La iglesia está edificada “sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo” Jesucristo “la principal piedra del ángulo”(Efesios 2:20.22). Una pluralidad de ancianos (obispos, pastores) gobierna cada congregación madura. Dirigidos por el Espíritu de Dios, los evangelistas “constituyeron ancianos en cada iglesia” (Hechos 14:23; Tito 1:1-10), precedente para todo evangelista y toda iglesia fieles durante toda la Era Cristiana.

b)  Su forma de adorar a Dios, efectuar obras de caridad y evangelizar se realizan en conformidad con el plan maestro trazado en el Nuevo Testamento.

⇒ D. “…y el altar…”

  1. En el lenguaje retórico de Apocalipsis, el “altar”es símbolo de los sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”, los que trae el nuevo  “sacerdocio santo” constituido por Dios según el “nuevo pacto” (1 Pedro 2:4-10; Hebreos 7:12), es decir, los traen los cristianos fieles al Señor. Este “altar” nada tiene que ver con aquel “altar de holocaustos” que hubo bajo la antigua ley de Moisés. Ni tampoco con altar alguno inventado por religiosos del presente, siguiendo ellos patrones de aquella ley abolida, o peor aún, los del paganismo. Así que, medir “el altar” resulta sinónimo de “medir la adoración que rinde la iglesia”. Medir sus “sacrificios espirituales”. Su “sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15-16).
  2. Es necesario, pues, medir el culto de la iglesia con la “vara”del Nuevo Testamento, y no, en definitiva, con la del Antiguo Pacto, como tampoco con varas hechas por hombres y mujeres falibles. Jesucristo mismo resalta la nueva forma de adoración a implementarse al entrar en vigor su “nuevo pacto”, diciendo: “…la hora viene cuando ni en este monte [de Samaria] ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad” (Juan 4:21-24). 
  3. Estimado estudioso de estos temas, ¿acostumbran los maestros, predicadores o pastores de su congregación aplicar a menudo la “vara de medir” al culto? No las varas falsas de “gustos personales”, “tradiciones vanas”, “mandamientos de hombres”, “adoración contemporánea”, etcétera, sino la vara hecha en el cielo y disponible en el Nuevo Testamento. Realmente, conviene medir a menudo los cultos y toda actividad de la congregación. Sabio es aquel que “toma la medida espiritual exacta” de cada nueva idea, de cada innovación, que afecte la forma de alabar a Dios. Al respecto, nos limitamos a observar que:
  • Meros cambios en el formato de cultos, por ejemplo, en la secuencia de efectuar actos de alabanza y edificación, que no violan preceptos divinos. Implementados con inteligencia espiritual, bien pueden ser positivos para los adoradores.
  • Por otro lado, cambios que alteren la misma naturaleza fundamental de los actos de culto autorizados por Dios deberían ser rechazados de plano. Por ejemplo, innovaciones que introducen confusión, desorden y griterías en los cultos, claramente quebrantando el mandamiento divino que dice: “Hágase todo decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40).

⇒ E. “…a los que adoran en él.”

  1. Se toma la medida espiritual de cada adoradoren el “templo de Dios”.

a)  Se mide su conocimiento de la Biblia.

b)  Se mide su santidad.

c)  Se mide su sinceridad.

d)  Se mide sufidelidad.

  1. Estimado lector, en su congregación, ¿se miden con la “vara de medir”hecha en el cielo el conocimiento, la santidad, la sinceridad y la fidelidad de los adoradores?

⇒ F. En sentido general, la orden “Levántate, y mide”, puede y debe ser acatada durante toda la Era Cristiana. Sin embargo, siguiendo de cerca el contexto de la Sexta Trompeta,observamos que esta orden es dada específicamente al apóstol Juan después de las revelaciones sobre las “tres plagas” y el “librito abierto”. ¿Sería, pues, correcto concluir que la orden se emite para que se cumpla precisamente en el tiempo después de las primeras revelaciones de la Sexta Trompeta pero antes de las últimas que nos llevan casi al punto de la consumación del misterio de Dios? Nuestra convicción es que sí, sencillamente por la razón de que no hay por qué aislar esta orden del resto del texto que revela las profecías de la Sexta Trompeta, anotando de nuevo que referido texto comienza en Apocalipsis 9:14 y termina en Apocalipsis 11:14. El apóstol Juan escucha las palabras: “Es necesario que profetices otra vez…” (Apocalipsis 10:11), y enseguida recibe la “caña semejante a una vara de medir” (Apocalipsis 11:1), con la orden “Levántate, y mide…”.

  1. En las profecías de los tres “ayes” (las últimas tres trompetas) que estamos analizado, se puede discernir claramente una secuencia en términos del tiempo.

a)  El tiempo cuando se abre “el pozo del abismo”y sale el “humo del pozo” (Apocalipsis 9:1-3).

b)  Los “cinco meses” cuando las “langostas”atormentan a los que no tienen el sello de Dios (Apocalipsis 9:5 y 10).

c)  “La hora, día, mes y año”en que serían desatados los cuatro ángeles atados junto al río Éufrates (Apocalipsis 9:15).

d)  La aparición del “ángel fuerte”, con su proclamación sobre el fin del tiempo y la consumación del “misterio de Dios”para cuando comience el séptimo ángel a tocar la Séptima Trompeta (Apocalipsis 10:5-7).

  1. No nos parece lógico obviar esta secuencia evidenteal considerar el significado y la aplicación de la orden “…Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él”.
  2. Asumiendo que tengamos razón, surge la siguiente pregunta: ¿Por qué medir la iglesia, el culto y los adoradores justamente en el tiempo después de las tres plagas? Seguramente, para determinar su verdadera condición espiritual, es decir, el grado real de su conocimiento espiritual, pureza, compromiso, motivaciones, fidelidad, lealtad y valentíafrente a los desafíos y peligros que se yerguen, cual demonios feroces y amenazantes, delante de ella.

a)  ¿Cuáles son las circunstancias críticas que confrontará la iglesia verdadera de Jesucristo en el tiempo indicado? Se destaca la siguiente: se arrecia considerablemente la oposición de las naciones engañadas, uniéndose estas cada vez más en su propósito diabólico de pelear contra el Dios Creador. Por consiguiente, la iglesia está próxima a entrar en una de las etapas más difíciles de toda su larga historia, a saber,¡los últimos años de la Era Cristiana, cuando las naciones engañadas intentarán eliminarla “en el lugar que en hebreo se llama Armagedón”!¿Se encuentra ella debidamente preparada para tan dura confrontación?

b)  Ahora bien, en anticipación de cualquier decisiva guerra o batalla terrenal, los oficiales al mando “miden”, es decir, evalúan el estado de sus fuerzas: que si saben manejar con destreza armas y equipos, que si conocen los armamentos y artimañas del enemigo, que si están plenamente conscientes de objetivos y peligros, que si están preparados psicológica y emocionalmente para la batalla, que si tienen ánimo de luchar, que si están armados debidamente, etcétera.

(1)  Con todavía mayor precaución y astucia, “se toma la medida” del ejército espiritual llamada “Iglesia” en anticipación de la confrontación crucial en “Armagedón”. Y se utiliza solo la “vara” celestial para hacerlo. Cualquier otra daría medidas falsas y engañosas.

(2)  ¿Qué clase de iglesia podrá resistir los embates de aquellos últimos años y las severas pruebas de “Armagedón”Solo la que se ajusta en doctrina, práctica, lealtad, valentía, etcétera, a las medidas exactas trazadas por Dios para su pueblo.

[dropcaps round=”no”]II[/dropcaps] “Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses” (Apocalipsis 11:2).

⇒ A. “El patioque está fuera del templo” es donde pululan las masas de incrédulos (ateos, escépticos, paganos, idólatras, religiosos de toda estirpe, adoradores de demonios y todos los demás pecadores).

(1)  En nuestro mundo, hay solo dos lugares espirituales: el templo y el patio.

(2)  El “templo” es la iglesia y el “patio” es el conjunto total de los incrédulos, religiosos engañados y demás pecadores.

⇒ B. “…déjalo aparte, y no lo midas…”No hay por qué medir “el patio”, pues se trata del lugar donde se aglomeran los enemigos pequeños y grandes de Dios. Se sobreentiende que ellos no tienen las “medidas” necesarias para agradar al Arquitecto del universo. Medirlos sería echar a perder el tiempo. Así interpretamos el sentido de “…no lo midas”.

⇒ C. “…ha sido entregado a losgentiles…”

  1. En el lenguaje espiritual del Nuevo Testamento, “gentiles”significa “incrédulos”. “Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías” (1 Pedro 4:3). Entre estos “gentiles” se hallan ateosburladores y quienes adoran a los demonios (Apocalipsis 9:20).
  2. “…ha sido entregadoa los gentiles…” significa que los incrédulos ejercitarán, efectivamente, dominio casi universal sobre el mundo al unirse ellos bajo el estandarte de Satanás y marchar, en sentido figurado, hacia la gran confrontación en Armagedón.

a)  En el presente (primera mitad del Siglo XXI), la abrumadora mayoría de los gobernantes del mundo profesan fe en el Dios de la Biblia. Abundantes evidencias comprueban que la ética cristiana sigue influyendo de manera impresionante aun en las constituciones y leyes de la mayoría de los países, pese a concertados esfuerzos encaminados a disminuir o eliminar su impacto.

b)  Pero, durante el tiempo del fin, la condición inversa predominará: ¡los gobernantes del mundo serán ateos o personas (“gentiles”) sin valores morales y las normas cristianas habrán sido diluidas, olvidadas o descartadas como anticuadas, imprácticas, contraproducentes, contra el bien público, contra el deseo común del populacho, contra la voluntad de los gobernantes y de las cortes!

c)  Existe, a nuestro entender, perfecta concordanciaentre esta interpretación y las demás profecías sobre el “poco de tiempo”que hemos analizado.

⇒ D. “…ellos hollarán la ciudad santa…”

  1. “…ellos”son los incrédulos obstinados que carecen de valores cristianos.
  2. La“ciudad santa” es la iglesia verdadera, llamada también la “Jerusalén de arriba” (Gálatas 4:26) y la “ciudad amada”(Apocalipsis 20:9).

a)  En este versículo, “templo de Dios” “ciudad santa”son sinónimos.

b)  La “ciudad santa”no corresponde a “la Jerusalén actual” ubicada en el medio oriente, pues esta ¡ni es santa ni es libre! (Gálatas 4:25)

  1. “…hollarán…”

a)  “…hollarán”es la traducción del verbo griego “pateo”(patéo). 

Pateosoudin es la forma del verbo en Apocalipsis 11:2. Según el lexicógrafo Henry Thayer, en Apocalipsis 11:2 la palabra puede significar: “Pisar debajo de los pies, pisotear, es decir, tratar con afrenta y desacatamiento: desacrar la ciudad santa con devastación y ultraje” (Léxico Griego-inglés del Nuevo Testamento. American Book Company. Página 494). El “Diccionario de uso del español” define “hollar” como sigue:“Pisar. Maltratar, estropear o profanar un sitio, entrando en él y pisándolo. También, aplicado a sentimientos, significando despreciar o humillar” (María Moliner. Editorial Gredos. Madrid. Tomo II. Página 56).

b)  De acuerdo con estas definiciones, “hollarán”no significa, necesariamente, “daño corporal”. Los“gentiles” (incrédulos) pueden hollar a la iglesia verdadera de muchas formas sin llegar al extremo de agredir físicamente a los miembros. Pueden tratarla “con afrenta y desacatamiento”despreciarla, humillarla y aun destruir sus propiedades, sin ir al extremo de herir corporalmente a los miembros o matarlos. 

Estas consideraciones son importantes para la interpretación de Apocalipsis 12:5, donde se apunta, refiriéndose a los “dos testigos”, lo siguiente: “Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera”, texto que escudriñamos en la próxima Escena 4.

⇒ E. “…cuarenta y dos meses.”De acuerdo con los parámetros de tiempo que hemos fijado, apoyándonos en razones poderosas, al menos a nuestro parecer, para el cumplimiento de las profecías de la Sexta Trompeta, estos “cuarenta y dos meses “transcurrirían durante la etapa culminante del “poco de tiempo” cuando ya esté bastante cerca la consumación del “misterio de Dios”.

  1. La secuencia de los acontecimientosrevelados por la Quinta Trompeta y la Sexta Trompeta virtualmente obliga a esta conclusión. Repasemos los eventos principales.

a)  Se abre “el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno…”.

b)  Enseguida, “salieron langostas sobre la tierra”, las que atormentan por cinco meses a los que no tienen el “sello de Dios”.

c)  Pasado el “primer Ay”(la Primera Trompeta), sigue el segundo“Ay” (la Sexta Trompeta), y a consecuencia de “tres plagas” muere la “tercera parte de los hombres”.

d)  Ocurridas las “tres plagas”, se escenifica la visión del “librito abierto”, y el “ángel fuerte”proclama el fin del tiempo para cuando comience a sonar la Séptima Trompeta.

e)  Entonces, se emite la orden de medir la iglesia verdadera.

f)   Luego, en la misma Escenadonde se ordena la medición de la iglesia también se anuncia que la iglesia será hollada por los incrédulos durante “cuarenta y dos meses”.

  1. Extraer la profecía sobre los “cuarenta y dos meses” de su posición natural en el contexto de la Sexta Trompeta sería hacerle violencia al pasaje. Aislarla del contexto de los dos “ayes”que anteceden el fin del tiempo (el tercer ay), para luego aplicarla a la Edad Media, o a cualquier otro período que no sea el del “poco de tiempo”, nos parece realmente irrazonable.

a)  Esta profecía sobre los “cuarenta y dos meses”pertenece a la Sexta Trompeta.

b)  La Sexta Trompeta contiene profecías para el tiempo inmediatamente previo a la Séptima Trompeta, cuya voz señala el fin del tiempo, interpretación ya sostenida satisfactoriamente, conforme a nuestra apreciación.

c)  La Sexta Trompeta no anuncia profecías para el Milenio, ni tampoco para la época que antecede el Milenio, por ejemplo, la Edad Media.

d)  Por lo tanto, estaprofecía sobre los “cuarenta y dos meses”no es aplicable a la Edad Media o al tiempo del Imperio Romano.

e)  En adición a estas consideraciones de peso, conviene tener presente el hecho de que durante la Edad Media la iglesia verdadera fue “hollada” no por ateos sino por creyentes falsos encabezados por el papado y los gobiernos “cristianos” dominados por la gran madre iglesia apóstata. A diferencia de aquella situación, durante los “cuarenta y dos meses “mencionados en Apocalipsis 11:2, la iglesia verdadera será hollada por gobernantes ateos, es decir, por “gentiles” irreligiosos, que no profesan ninguna clase de “fe en el Dios Creador de la Biblia”, sino que, muy al contrario, montan una guerra contra Dios.

  1. En virtud de todos estos factores, no interpretamos los “cuarenta y dos meses”como mil doscientos sesenta “años proféticos”. Más bien, a nuestro parecer se trata de un tiempo relativamente corto que precede de inmediato la voz de la Séptima TrompetaLos tiempos apocalípticos se interpretan de acuerdo con el contexto donde aparece cada uno. El contexto de los “cuarenta y dos meses” es el de la Sexta Trompeta.

Escena 4 
(de las Cuatro principales)

Los “dos testigos”, también llamados los “dos profetas” 

Apocalipsis 11:3-14

3 “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. 4 Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. 5 Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. 6 Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. 7 Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. 9 Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. 10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. 11 Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. 13 En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. 14 El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto.”

 

[dropcaps round=”no”]I[/dropcaps] La identidad de los “dos testigos”, también llamados “dos profetas” en Apocalipsis 11:10. “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio” (Apocalipsis 11:3). “…porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra” (Apocalipsis 11:10).

⇒ A. Todas las descripciones y los eventos que arrojan luz sobre la identidad de los “dos testigos-dos profetas” –su obra, poder, muerte y resurrección- nos convencen que ellos son Jesucristo y el Espíritu Santo.

  1. Jesucristoes uno de los “dos testigos”. Considere, estimado lector, las evidencias.

a)  En Apocalipsis 1:5, Jesucristo es identificado textualmente como“el testigo fiel”. En Apocalipsis 3:14, el Señor se identifica a sí mismo como “el testigo fiel y verdadero”. La función de “testigo” es dar “testimonio”. Durante su ministerio terrenal, Jesús dijo a los fariseos: “Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí” (Juan 8:18). Dirigiéndose a Pilato, dice: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad” (Juan 18:37). Al respecto, el ángel a quien el apóstol Juan pretendía adorar apuntó: “…el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”(Apocalipsis 19:10).

b)  Durante la Era Cristiana, Jesucristo está sentado sobre su trono a la diestra de su Padre en el cielo, y “…preciso es que reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies…” (1 Corintios 15:25). Allá donde reina, él, en su calidad de “Verbo”, da testimonio. “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verboy el Espíritu Santo” (1 Juan 5:7). Pero, sigue dando testimonio también en la tierra, haciéndolo por medio de los cristianos que son “buenos administradores (evangelistas, predicadores, maestros, maestras, obispos y diáconos)de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 3:10), pues todos estos se ocupan, efectivamente, en la encomienda espiritual de dar “testimonio” tanto al mundo como a la iglesia acerca de la obra redentora de Dios. Por ejemplo, el apóstol Pablo exhorta al evangelista Timoteo: “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor…” (2 Timoteo 1:8). Algunos cristianos fueron “…decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios (Apocalipsis 20:4). En Pérgamo, Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros…”, anota Cristo en su carta a la iglesia de aquella ciudad de la provincia romana de Asia (Apocalipsis 2:13).

  1. El Espíritu Santoes uno de los “dos testigos”. A continuación, algunas evidencias.

a)  “Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno” (1 Juan 5:6-8).

b)  Si bien el Espíritu Santo da “testimonio en el cielo”, también lo da en la tierra. “Y tres son los que dan testimonio en la tierrael Espíritu, el agua (del bautismo)y la sangre (vertida en la cruz); y estos tres concuerdan” (1 Juan 5:8). “El Espíritu es la verdad”, escribe el apóstol Juan (1 Juan 5:6), y “tu palabra es verdad”, afirma Cristo en su oración al Padre (Juan 17:17). Por tanto, tomando en cuenta que la palabra del Señor permanece para siemprey que “esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada”(1 Pedro 1:25), podemos asegurar confiadamente que el Espíritu Santo siempre da testimonio en la tierra mediante la verdad divina indestructible, imperecedera. De hecho, habiendo cumplido a cabalidad en el Siglo I su tarea asignada de revelar a los apóstoles “toda la verdad” (Juan 16:13), el Espíritu Santo, al igual que Cristo, sigue testificando hasta el sol de hoy mediante las personas que aceptan y siguen fielmente la Palabra divina que él trajo, haciéndolo especialmente por medio de “ministros competentes” del Nuevo Testamento (2 Corintios 3:6). Por la misma palabra inspirada, y no por “sueños, visiones, sentimientos, ángeles o lenguas jerigonzas”, “el Espíritu da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).

  1. Al proseguir con el análisis de Apocalipsis 11:3-14, encontraremos datos adicionales que confirman esta identificación de los “dos testigos-dos profetas”.

⇒ B. “Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra” (Apocalipsis 11:4). Dos metáforas constituyen pistas intrigantes para dar con la identidad correcta de los “dos testigos”, a saber, estos testigos “son los dos olivos, y los dos candeleros.

  1. “…los dos olivos…”.

a)  El olivo, árbol que puede vivir hasta más de dos mil años, simboliza perfectamente a Cristo, la iglesia, el Espíritu Santo y la Palabra inspirada, los cuales permanecen siglo tras siglo durante la Era Cristiana, hasta el fin del tiempo.

b)  El profeta Zacarías también vio, en las visiones que le fueron dadas, “dos olivos”.“Volvió el ángel que hablaba conmigo… Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro… Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda”. Zacarías pregunta al ángel: “¿Qué significan estos dos olivos…?”Y el ángel le dice: “Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra” (Zacarías 4:1-14). Tomando “los dos ungidos” como pista para dar con la identidad de los “dos testigos”, descubrimos que cualifican perfectamente Jesucristo y el Espíritu Santo como “dos ungidos” delante de Dios.

(1)  Cristo es el “ungido de Dios” (Lucas 2:26; 4:18; Hebreos 1:9).

(2)  También Dios “ungió” al Espíritu Santo para que este, a su vez, sea la “unción” para los cristianos (1 Juan 2:20-27).“Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros… la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera…”. El Espíritu de Dios es quien nos enseña “todas las cosas”, o sea, “toda la verdad” (Juan 16:13), y por consiguiente, él es aquella “unción” que “enseña todas las cosas”.

(3)  En sentido espiritual, todo “buen ministro de Jesucristo” (1 Timoteo 4:6) es “ungido”, es decir, apartado o elegido (Hechos 13:1-3) para los ministerios del Reino, los cuales incluyen proclamar las profecías y dar “testimonio” de Jesucristo.

  1. Los “dos testigos”son “los dos candeleros”.

a)  De nuevo, las similitudes entre algunas visiones de Zacarías y la visión apocalíptica de los “dos testigos”arrojan luz sobre la identidad de estos. El profeta ve  “un candelabrotodo en oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro”. Zacarías pregunta al ángel: “¿Qué es esto, señor mío?” Respondiendo el ángel, dice: “¿No sabes qué es esto?… Esta es palabra de Jehová… que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos…” (Zacarías 4:2-6).

(1)  ¡Enigma resuelto! El “candelabro”, con sus “siete lámparas encima”, simboliza la “palabra de Jehová”. Luz divina emana de las siete lámparas, la luz de la “palabra de JehovᔓLámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105). Durante la presente Era Cristiana, la palabra de Cristo y el Espíritu Santo (Juan 16:13-15) es luz para la iglesia y el mundo entero. “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Jesucristo personifica esta “palabra”, siendo el ;“Verbo” (Juan 1:1) por medio del que Dios divulga a los humanos su voluntad, y como tal, Jesús también personifica la luz divina emanante de la “palabra de Dios” (Colosenses 1:25). Al respecto, el Señor afirma enfáticamente: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas…” (Juan 8:12). “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre” (Juan 1:9), “vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz…” (Juan 3:19).

(2)  No es menos cierto que por conducto del Espíritu Santo se hace llegar la luz de la palabra divina a la raza humana. Tanto se identifica el Espíritu con “la verdad” que de él se dice: “…el Espíritu es la verdad” (1 Juan 5:6), personificando el Espíritu Santo la verdad. Y “la verdad” es la “palabra de Dios”, y esta “palabra” es luz tanto para gentiles como para judíos, y el portador de esta luz celestial es el Espíritu mismo.

(3)  Guiados por estas similitudes y realidades, nos parece del todo razonable plantear que “los dos candeleros” de Apocalipsis 11:4 representan muy apropiadamente a Cristo y al Espíritu Santo.

b)  Aun las palabras que oyó Zacarías, “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu”,son aplicables también durante toda la Era Cristiana, incluso durante el “poco de tiempo” cuando las naciones engañadas intentarán acabar con “la palabra de Dios” y la iglesia verdadera. Porque los cristianos triunfamos sobre todos nuestros enemigos por medio de “la palabra de Dios”, poderosa y eficaz, entregada a nosotros por el Espíritu Santo, y no “con ejército, ni con fuerza”materiales o carnales. “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad… y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Y tomad… la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios…” (Efesios 6:14-17).

c)  “…los dos candeleros… están en pie delante del Dios de la tierra.”

(1)  “…en pie…” O sea, están parados. No acostados en el suelo, o tumbados. “…están en pie delante del Dios de la tierra”, y esto significa que están en el cielo. Efectivamente, Cristo y el Espíritu Santo, representados por “los dos candeleros”“están en pie delante del Dios de la tierra”“Estaba en pie un Cordero como inmolado”, siendo Cristo mismo aquel Cordero. Los “siete cuernos, y siete ojos” que tiene el Cordero “son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra” (Apocalipsis 5:6). Percibimos a estos “siete espíritus” como la personificación de los atributos y obras principales del Espíritu Santo, y como tal, representan a él. Pues entonces, Jesucristo y el Espíritu Santo están en el cielo, más sin embargo, esto no imposibilita que se manifiesten en la tierra, y de hecho, lo hacen mediante la iglesia, con sus ministros fieles al frente, y mediante la palabra inspirada del “nuevo pacto”. No han sido apagados; no han sido derribados. Siguen alumbrando con su luz celestial.

(2)  “Los dos candeleros” siguen “en pie” aun durante los años difíciles del “poco de tiempo” hasta el momento cuando acaban su testimonio (Apocalipsis 11:7). No se libran de la “gran tribulación” de aquel tiempo futuro hasta casi, casi terminado el mismo.

⇒ C. Los “dos testigos” son “dos profetas”. Habiendo dado muerte a los “dos testigos”, los “moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetashabían atormentado a los moradores de la tierra” (Apocalipsis 11:10). Desde luego, tanto el Espíritu Santo como Jesucristo son profetas, pues los dos nos han revelado toda profecía inspirada. Anticipando la encarnación del Hijo de Dios y su obra a favor de la raza humana, Jehová dice a Moisés: Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare” (Deuteronomio 18:18). Jesucristo es aquel “profeta” prometido. Cónsono con este hecho es lo que dice el ángel al apóstol Juan: “El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apocalipsis 19:10).

[dropcaps round=”no”]II[/dropcaps] “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio” (Apocalipsis 11:3).

⇒ A. ¿Por cuánto tiempo profetizan los dos testigos? “…por mil doscientos sesenta días…”

⇒ B. ¿Cuándo transcurrenestos “mil doscientos sesenta días”? Durante el periodo de comparativamente poca duración que precede de inmediato la voz de la Séptima Trompeta, la cual señala que el tiempo mismo no será más. Este período se llama el “poco de tiempo” (Apocalipsis 20:1-10).

  1. Esta es la posición temporalque ocupan los “mil doscientos sesenta días” en la secuencia de profecías y visiones proclamadas por la Sexta Trompeta. Repasemos lo revelado.

a)  Desatados los cuatro ángeles que aguardaban “junto al gran río Éufrates… la hora, día, mes y año”programados para su intervención, matan “a la tercera parte de los hombres” mediante “tres plagas”(Apocalipsis 9:13-21).

b)  Después, el “ángel fuerte” anuncia el fin del tiempo y la consumación del “misterio de Dios” para cuando comience a sonar la Séptima Trompeta. También entrega al apóstol Juan el “librito abierto” que es “dulce como la miel” en la boca, pero amarga el vientre. Apocalipsis 10:1-11.

c)  Entonces, Juan recibe “una caña semejante a una vara de medir”, con instrucciones de tomar la medida del “templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él”, pero no del “patio que está fuera… porque ha sido entregado a los gentiles” quienes hollarían “la ciudad santa cuarenta y dos meses”(Apocalipsis 11:1-2).

d)  La próxima Escenaen la secuencia de cuatro que componen el gran drama de la Sexta Trompeta es la de los “dos testigos”. Por un lado, las “tres plagas”, el anuncio del fin del tiempo y la orden de medir al templo, y por el otro, el levantamiento de los “dos testigos” (Apocalipsis 11:11-12), la señal de “un gran terremoto” (Apocalipsis 11:13) y el trompeteo del séptimo ángel (Apocalipsis 11:15-19), fijan con bastante precisión parámetros temporales para los “mil doscientos sesenta días”. Estos transcurren después de los primeros tres eventos señalados, pero antes de los segundos tres. Este hecho los ubica, necesaria e indiscutiblemente a nuestro parecer, en el “poco de tiempo”, etapa que sigue el Milenio pero que precede la Segunda Venida de Jesucristo “como ladrón en la noche”, y por supuesto, la cesación del tiempo mismo.

  1. Veremos que confirma esta interpretación el análisis de las condiciones prevalecientes durante los “mil doscientos sesenta días”y de los acontecimientos profetizados para referido período.

⇒ B. El tiempo de “mil doscientos sesenta días”es igual a “cuarenta y dos meses”.

  1. Los “gentiles… hollarán la santa ciudad cuarenta y dos meses”(Apocalipsis 11:2).
  2. Los dos testigos profetizan por “mil doscientos sesenta días”.
  3. Nuestra convicción es que los dos tiempos transcurren simultáneamente, tratándose en ambos casos de una porción, probablemente de la mayor parte, del “poco de tiempo” que precede de inmediato la voz de la Séptima Trompeta.

⇒ C. Los dos profetas (testigos) profetizan “vestidos de cilicio”“Cilicio. Ropa de material áspero fabricado de pelo de cabra o de camello, usada como señal de duelo o angustia (Isaías 58:5; Jonás 3:8); ya sea una bolsa floja ubicada sobre los hombros o un taparrabos.” ¿Por qué profetizarían los dos testigos con angustia, profunda tristeza y quizá lamentaciones amargas?

  1. Discernimos las siguientes razones principales.

a)  Porque durante los “mil doscientos sesenta días”que preceden la muerte de los dos testigos fieles, los“gentiles”, o sea, gente incrédula, depravada y opuesta a Dios, dominan completamente a los gobiernos y las naciones de la tierra. Ellos hollan la “ciudad santa” (la iglesia), efectivamente trabando la obra de Cristo y el Espíritu Santo. Esta penosa, difícil y amenazante situación hace que los dos testigos se vistan de “cilicio”.

b)  Además, habiendo entrada ya en la iglesia “la plenitud de los gentiles” (Romanos 11:25), pocas personas son las que se convierten al Señor durante el “poco de tiempo”, hasta por lo menos los últimos días del período cuando los ciento cuarenta cuatro mil judíos son sellados (Apocalipsis 7:1-8). La cosecha de almas es parca, circunstancia que entristece sobremanera a cualquier predicador sensible.

  1. Ubiquémonos con mucha exactitud en la línea del tiempo para poder apreciar este particular importante de la profecía.

a)  Durante el Milenio de paz y libertadpara la iglesia, con regocijolos dos testigos dan su testimonio en la tierra mediante la Palabra y la iglesia verdadera, con sus portavoces, obispos y maestros fieles. No son perseguidos ni trabados en su obra. Muchas, muchas almas confiesan a Jesucristo como Salvador, arrepintiéndose y bautizándose “para perdón de los pecados”, conforme al mandato del Espíritu Santo en Hechos 2:38 y la previa orden de Cristo en Marcos 16:16. La cosecha es grande. Entra “la plenitud de los gentiles” en el reino de Dios.

b)   Pero,llegada la época de los gobernantes engañados, de los “tres espíritus inmundos a manera de ranas”,de las “langostas” que atormentan a los que no tienen el “sello de Dios”, época sombría cuando desaparecen la paz y la libertad para la iglesia, ¡los dos testigos se visten de luto! Figurativamente, los ministros fieles del Señor se visten de “cilicio” para continuar su obra aun en tiempos sumamente difíciles. “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo… que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo” (2 Timoteo 4:1-2), exhortación que sigue vigente durante toda la Era Cristiana hasta el momento cuando los dos testigos son muertos.

c)   Durante la Edad del Oscurantismo (la Edad Media), la voz de los dos testigos es casi inaudible, callada por las crueles fuerzas religiosas apóstatas, las cuales, unidas por convenios diabólicos a los poderes seculares engañados, se arremeten con violencia contra los dos testigos. Pocos son los ministros valientes del Señor que proclaman las profecías dadas para el tiempo de la gran “apostasía”(2 Tesalonicenses 2:1-12). Pero, en marcado contraste, durante los “mil doscientos sesenta días”de Apocalipsis 11:3, los incrédulos escucharán sí muy claramente el “testimonio” de los dos testigos (de la iglesia con sus “ministros competentes” llenos del Espíritu), tanto que se sentirán atormentados por las profecías que anuncian persistentemente estos dos siervos “en pie delante de Dios” (Apocalipsis 11:10).

d)   Afirmamos que la profecía sobre los “dos testigos” no es aplicable al tiempo largo de la Edad Media. Repasemos los hechos. La Reforma y el Renacimiento ponen fin a la Edad Media, efectivamente librando a la iglesia verdadera, con sus administradores fieles, de la persecución de las bestias de Apocalipsis 13. Librados los “dos testigos”de sus feroces perseguidores, con gozo inician una magna obra de restauración y evangelización, la que continúa durante todo el Milenio. Respetado lector, ¿discierne usted acertadamente la secuencia?

(1)  Primero, los “dos testigos” se encuentran duramente acosados durante la Edad Media, casi callados de tiempo en tiempo.

(2)  Luego, librados de aquellas dolorosas trabas cuando las naciones se quitan, violentamente, el yugo de la iglesia apóstata (la “gran ramera”, con sus hijas rameras –Apocalipsis 17), no tolerando que ella siga con sus persecuciones malvadas, comienzan a predicar con júbilo, regocijándose por la preciosa libertad religiosa que los poderes seculares ofrecen y garantizan.

(3)  Continúan así durante el tiempo de libertad y paz para la iglesia cuando las naciones no están engañadas, es decir, durante el Milenio.

(4)  Luego, habiendo entrado “la plenitud de los gentiles” y cayendo de nuevo las naciones bajo el dominio de Satanás, continúan su obra, pero “vestidos de cilicio”, y esto lo hacen durante “mil doscientos sesenta días”.

(5)  Por lo tanto, los “mil doscientos sesenta días” siguen al Milenio. No son concurrentes con la Edad Media. Transcurren mucho tiempo después de finalizada la Edad Media, como además, después del tiempo de la Reforma y del Renacimiento.

[dropcaps round=”no”]III[/dropcaps]  La obra de los “dos testigos”.

⇒ A. Su obra es profetizar“Daré a mis dos testigos queprofeticen (Apocalipsis 11:3 y 10). Leyendo desde Apocalipsis 11:1 en adelante, se infiere que quien “dará” a los “dos testigos que profeticen” es Dios Padre. ¿Cuáles profecías traerían los “dos testigos” para el periodo de los “mil doscientos sesenta días”?

  1. Pues, razonamos que probablemente las profecías relacionadas específicamente con los “mil doscientos sesenta días” halladas en el libro mismo de “Apocalipsis”que estamos estudiando, como además, las de otros textos proféticos relevantes del Nuevo Testamento, por ejemplo, 2 Tesalonicenses 2:1-12; 1 Timoteo 4:1-5; 2 Timoteo 3:1-9; 4:1-5; 2 Pedro 3:1-13, etcétera, aplicables, aunque sea en parte, al período bajo escrutinio. Profecías sobre acontecimientos y situaciones durante el “poco de tiempo”. Citándolas, repitiéndolas, explicándolas, aplicándolas certeramente. Situándolas en su contexto verdadero. Profecías de tormento para los que no tienen el “sello de Dios”, de las “tres plagas” y las “siete plagas” dolorosas, devastadoras, de los últimos días, traídas para hacer que los pecadores se arrepientan. Profecías acerca de los juicios severos de Dios que vendrán sobre las cabezas de los impenitentes recalcitrantes. Profecías sobre la obra satánica de los “los tres espíritus inmundos a manera de ranas”, la batalla de Armagedón y la derrota final de los que se levantan contra Dios. Profecías en torno al lago de fuego y azufre para todos los enemigos de Dios que no se dobleguen ante él, etcétera, etcétera. Este tipo de profecía atormentará grandemente a los incrédulos y depravados (Apocalipsis 11:10), incitándolos a unirse para guerrear contra Dios.
  1. ¿Traerá Dios, mediante los “dos testigos”nuevas profecíaspara el período de los “mil doscientos sesenta días”? Es decir, profecías en adición a las registradas ya en el Nuevo Testamento. Quizá, pero tal vez no, por las siguientes consideraciones.

a)   “…las profecías acabarán”, explicó el apóstol Pablo a los corintios. ¿Cuándo? “…cuando venga lo perfecto…”, apunta el apóstol por el Espíritu (1 Corintios 13:8-13). Ahora bien, “lo perfecto”, neutro, que vendría no tiene que ver con Cristo en su Segunda Venida, ni con el Milenio, ni con la “tierra nueva”, sino, contextualmente, con el perfecto conocimiento,“porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará”. Llegó el conocimiento completo de la voluntad divina para la Era Cristiana, incluso toda profecía, cuando el canon del Nuevo Testamento fue completado en el año 95 d. C. al escribir el apóstol Juan el libro de Apocalipsis. Jesucristo mismo cierra el libro de Apocalipsis con la siguiente advertencia: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro” (Apocalipsis 22:18-19). Dadas, pues, estas verdades y advertencias, no anticiparíamos adiciones, de parte de Dios, al contenido del Nuevo Testamento. Desde luego, hoy día hay muchos autonombrados “profetas” que aseguran hablar de parte de Dios, como los ha habido a través de toda la Era Cristiana, pero que sus “profecías” provengan de Dios no lo creo personalmente. Acepto como divinamente inspiradas solo las profecías escritas en el Nuevo Testamento. Apoya nuestra posición el que ningún autodenominado profeta desde el apóstol Juan hasta el presente ha sugerido siquiera que sus “profecías”, supuestamente inspiradas, sean incorporadas a nuevas ediciones de la Biblia.

b)   Por cierto, abundancia de profecías detalladas para los “mil doscientos sesenta días” son reveladas en Apocalipsis y otros textos pertinentes. Así que, ¿con qué pretexto pedir o esperar este servidor que se añadan más? Por supuesto, si el Soberano Dios ha proyectado dar más, lo hará en el debido momento, no importando mis razonamientos o interpretaciones personales.

c)   Pero, suponiendo que no se trajeren nuevas profecías, en adición a las que ya tenemos en el Nuevo Testamento, para los “mil doscientos sesenta días”, ¿de qué manera, pues, profetizarían los “dos testigos”si no proclaman nuevas profecías reveladas por inspiración divina? Humildemente, doy mi parecer. Durante el “poco de tiempo”, etapa que abarca los “mil doscientos sesenta días”, los siervos fieles de Jesucristo, alumbrados por la Palabra escrita y guiados providencialmente por Cristo y el Espíritu Santo (los dos testigos), discernirán, sin equivocarse, “las señales de los tiempos” que ocurran en derredor suyo, aplicando con precisión certera las profecías relevantes, señalando su cumplimiento y vaticinando para los descreídos rebeldes el desenlace de sus decisiones y acciones. Actuando así, darían voz a las profecías ya reveladas en el Nuevo Testamento, infundiéndolas veracidad y realismo para las generaciones del “poco de tiempo”.

(1)  Consideremos: si no lo hacen así, si no citan para el público las profecías bíblicas pertinentes, si no las exponen y aplican, entonces, para aquellas generaciones incrédulas y rebeldes del futuro “poco de tiempo”, que de Biblia no sabrán nada, ni querrán saber, ¡sería como si referidas profecías ni siquiera existieran! Pero, si los portavoces de Cristo en la tierra citan las profecías, las exponen y las aplican correctamente, entonces, efectivamente, los “dos testigos”, Cristo y el Espíritu Santo, estarían profetizando a las gentes sublevadas contra Dios durante los “mil doscientos sesenta días”.

(2)  Abundando un poco más, supongamos que cierto conjunto particular de señales indique la pronta pérdida de libertad religiosa en países que la han sostenido durante determinado tiempo. Identifico las señales, cito las profecías bíblicas pertinentes, hago aplicaciones acertadas y señalo desenlaces probables, por ejemplo, la persecución, aun el martirio, de cristianos totalmente leales a su Señor. En efecto, Cristo y el Espíritu Santo estarían manifestándose a través de mi persona, orientando y profetizando a todo aquel que me prestara atención. Fíjese bien, amado lector: sin que se añadieran profecías nuevas a las ya reveladas en la Biblia. De hecho, en la actualidad, estoy haciendo más o menos lo mismo indicado, prediciendo, sin atribuirme inspiración divina, pero apoyándome en eventos del presente y profecías bíblicas, el rápido acercamiento del fin del Milenio para el verdadero pueblo de Dios –el fin de “mil años” de paz y libertad de culto para la iglesia auténtica de Jesucristo- y la entrada no tardía del satánico “poco de tiempo”. Si tengo razón, bien pudiera decirse que los “dos testigos”, es decir, Cristo y el Espíritu Santo, estarían dando a conocer a través de mi persona profecías para la presente generación. Por extensión, diríase lo mismo de cualquier otra persona que hiciera semejante rol espiritual.

(3)  Una observación adicional sobre este tema: De suceder en cualquier etapa o lugar de la Era Cristiana que ninguno cite o exponga correctamente las profecías del Nuevo Testamento, daría lo mismo como si no existieran para la etapa o lugar que fuera. Por lo tanto, el deber sagrado de los que conocen, entienden y saben explicar las profecías de Dios es darlas a conocer, sin fanatismo o sensacionalismo humanos que resten de su seriedad y solemnidad divinas.

⇒ B.  La obra de los dos testigos es dar testimonioCuando hayan acabado sutestimonio” (Apocalipsis 11:7).

  1. Dan testimonio a favorde Dios, su plan (“misterio”) y su iglesia.
  2. Dan testimonio en contrade los que se oponen a Dios, su plan y su iglesia.

[dropcaps round=”no”]IV[/dropcaps] El poder de los dos testigos.

⇒ A. “Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera”(Apocalipsis 11:5).

  1. Reflexionando sobre este texto, observamos que se compone de un paralelismo retórico. Es decir, la segunda afirmación es una repetición de la primera, variando solo algunas palabras que no cambian el sentido fundamental.

a)  Primera afirmación. “Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos.”

b)  Segunda afirmación. “Si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera.”

  1.  Tengamos presente el que los dos testigos se manifiestan en la tierra a través de la iglesia verdadera, con sus ministros fieles (evangelistas, obispos, maestros, etcétera). Los dos testigos siempre tienen “enemigos” en el mundo. “Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4). Ubicándonos en el “poco de tiempo” donde proyectamos el cumplimiento de las profecías de la Sexta Trompeta, aquellos que aman “al mundo”“las cosas que están en el mundo”(1 Juan 2:15-17) los vemos multiplicarse alarmantemente, pues Satanás engaña “a los reyes de la tierra en todo el mundo” (Apocalipsis 16:13-14), reuniendo a las “naciones” airadas (Apocalipsis 11:18) para guerrear contra Dios y sus dos testigos. Conforme a las implicaciones de la cláusula “Si alguno quiere dañarlos”, algunos enemigos de Dios, quizá muchos, se tornan físicamente agresivos hacia los dos testigos. Quieren “hacerles daño”“Daño” corporal. “Daño” material. ¿Cómo podrían lograrlo? Pues, atacando a la iglesia genuina del Señor, en particular, a los portavoces de la iglesia, es decir, a los evangelistas, maestros y ministros que proclaman y defienden la Palabra de Dios.
  2. “…quiere hacerles daño” significa intentar agredir corporalmente o matar a los miembros de la iglesia verdadera. Al que lo intente los dos testigos lo matan“Sale fuegode la boca de ellos, y devora a sus enemigos.” “Debe morir él de la misma manera.” ¿Qué los dos testigos maten literalmente a sus enemigos? Por cierto, esta misma acción es la que se atribuye a los dos. A Jesucristo y al Espíritu Santo. Los dos disponen de la autoridad y el poder para ejecutar tal represalia. Y lo hacen desde el cielo, no mediante sus representantes humanos en la tierra, es decir, los cristianos leales a ellos. Durante los “mil doscientos sesenta días”Cristo y el Espíritu Santo intervienen providencialmente para proteger a los siervos fieles del Señor de la agresión física o la muerte violenta a manos de los obstinados pecadores empeñados en “hacerles daño”Estos “enemigos” bien pueden “hollar” la “ciudad santa”. Pueden hacer afrenta a los cristianos verdaderos, despreciarlos, humillarlos, denegarles privilegios y libertades, aun cerrar o destruir sus lugares de reunión. Pero, no pueden matarlos. No pueden callarlos del todo. Seguirán con vida, dando “testimonio” hasta acabar de darlo (Apocalipsis 11:7), cumpliendo plenamente su misión asignada por Dios.

a)  “Sale fuegode la boca de ellos, y devoraa sus enemigos.” El “fuego” que sale “de la boca” de los dos testigos simbolice acaso las “plagas” u otros castigos traídos sobre los que intenten agredir o matar a los siervos fieles del Señor. ¿Se acuerda de las “las tres plagas” de la Escena 1? Al escenificarse la misma, estábamos viendo cuando de la boca de los caballos de los doscientos millones de jinetes al servicio de los cuatro ángeles “salían fuego, humo y azufre” y “fue muerta la tercera parte de los hombres” fanáticos enemigos de Dios (Apocalipsis 9:15-18). Sale “fuego” de la boca de los doscientos millones de caballos, una plaga de “fuego”, que mata a “la tercera parte de los hombres”. Seguramente, este es un ejemplo del poder que tienen los dos testigos, Jesucristo y el Espíritu Santo, para castigar corporalmente en la tierra a los que se les oponen, deseando hacerles “daño”.

b)  ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”(Jeremías 23:29). Mientras sea cierto que la Palabra de Dios es “como fuego”, por sí solo el “fuego” de la Palabra divina no detiene a los enemigos acérrimos de los dos testigos. No los hace desistir de sus ataques. Al contrario, ¡los atormenta grandemente! No los hace “morir”. Más bien, los incita a más violencia contra los dos testigos y sus representantes en la tierra. Por lo cual, concluimos que el “fuego” que sale “de la boca” de los dos testigos, devorando “a sus enemigos”, no es el “fuego”retórico al cual se compara la Palabra de Dios, sino una especie de castigo físico que resulte en su muerte física.

c)  De no contar los siervos de Dios en la tierra con esta protección divina durante el dificilísimo “poco de tiempo” peligroso cuando los dos testigos profetizan “vestidos de cilicio”, se infiere que los enemigos fieros de Dios acabarían enseguida con ellos. Sin protección providencial, los ministros fieles no podrían dar su “testimonio”en medio de un mundo tan hostil a la verdad. Pero, ¡darán su “testimonio”a las multitudes incrédulas e inmorales, atormentándolas mediante sus mensajes, y esto significa que contarán con la protección providencial de Dios hasta acabar su “testimonio”!

d)  Los fieles siervos de Dios en la tierra no poseen, ni inherentemente ni por concesión divina, este gran “poder”para detener físicamente o matar a los enemigos de los dos testigos. Bien que podamos suplicar a Dios en oración que intervenga, el “poder” actual para tomar represalias físicas o materiales corresponde solo a la Deidad. Por eso, lo encontramos del todo inconcebible que este “fuego” que “devora a los enemigos”salga directamente de la iglesia, lanzado a voluntad de ella, o de sus administradores en particular. Al fin y al cabo, se trata de un “poder” violento y destructivo incompatible con el carácter pacífico de la iglesia y sus ministros de reconciliación. Tengamos presente una norma fundamental de la iglesia auténtica del Señor, a saber: “…no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales…”(2 Corintios 10:3-4). Además, el Espíritu de Dios nos amonesta: “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”(Romanos 12:19). Repetimos y ennegrecemos la última oración con el propósito de llamar mucha atención a ella: “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. Así que, esta “venganza”, este “poder” de castigar, aun destruir, corporalmente, a los enemigos intratables de Dios, no es incompatible con el carácter de la Deidad, pues Dios mismo reclama el derecho para sí castigar a sus enemigos.

⇒ B.  “Estos tienenpoder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran” (Apocalipsis 11:6). Así que, los dos testigos, Jesucristo y el Espíritu Santo, no solo tienen “poder” para matar a sus enemigos sino también poderes sobre la naturaleza misma. Poder para causar sequías descomunales. Poder para contaminar las aguas. Poder para herir la tierra con plagas“cuantas veces quieran”. Poderes espantosos de castigo y muerte.

  1. Jehová Dios obró mediante su siervo Moiséspara traer plagas devastadoras sobre Egipto (Éxodo 7 – 13). El profeta Elías… oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses” (Santiago 5:17; 1 Reyes 17; 18:1). A la luz de estos dos casos, ¿deberíamos deducir que los “dos testigos” de Apocalipsis 11 sean Moisés Elías? De modo alguno. Consideremos.

a)  Postular que los dos testigos de Apocalipsis 11:3-12 sean Moisés y Elías “resucitados” y encargados de profetizar o dar “testimonio” durante los “mil doscientos sesenta días” de la Sexta Trompeta, dando como razón el parecido entre eventos que ocurrieron durante sus ministerios y los que los dos testigos tienen poder para ejecutar, nos parece un argumento muy flojo. Observamos, por ejemplo, que aquellas plagas o sequías afectaron a tan solo dos países, a saber, Egipto e Israel, mientras las plagas sobre las cuales los dos testigos tienen potestad están proyectadas a impactar a países en todo el mundo. De todos modos, un mero parecido entre eventos o circunstancias no constituiría prueba suficiente para establecer, de forma irrefutable, la identidad de los dos testigos.

b)  Moisés y Elías murieron hace miles de años. Ni el uno ni el otro conocieron a Cristo y su iglesia. Nada sabían ellos de las profecías de Apocalipsis, o de cualquier otro libro del Nuevo Testamento. No tenían ellos conocimiento de las señales del fin del tiempo o de la consumación del “misterio de Dios”. Vivían bajo la ley dada en el monte Sinaí. ¿Cómo, pues, darían testimonio y pronunciarían mensajes o profecías relevantes a la Era Cristiana, y especialmente, al “poco de tiempo”? Ciertamente, su presencia o intervención durante el “poco de tiempo” sería una anomalía extraña. En cambio, Jesucristo y el Espíritu Santo se identifican personal e íntimamente con la Era Cristiana, siendo Cristo el mediador del Nuevo Pacto y el Espíritu Santo el instrumento de su revelación a la iglesia y al mundo entero. Estos dos cualifican admirablemente para ser los “dos testigos”, y si lo son, pues entonces, definitivamente, Moisés y Elías no lo son.

c)  ¿Es concebible que los “dos testigos”sean dos cristianos particulares sobresalientesque se levanten durante el “poco de tiempo”, semejantes en espíritu y ministerio a Moisés y Elías, a quienes Dios utilizara como instrumentos para traer plagas sobre los “enemigos” de él en tiempos antiguos? Muy dudoso. De nuevo, pensamos en Romanos 12:9. “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.” Pero, si represalias o venganza se hicieran manifestar a través de dos personajes destacados de la iglesia en la tierra, cualquier observador bien pudiera señalar que los cristianos se vengaban a sí mismos, cosa que no deberían hacer. Además, Cristo enseña a sus discípulos: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44), lo cual es todo lo contrario de tomar represalia o vengarse.

  1. “…poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía…”

a)    “…poder para cerrar el cielo…”Es decir, poder para retener las bendiciones del cielo. No solo la lluvia sino, por inferencia, todas las demás bendiciones que Dios suele derramar “sobre malos y buenos… sobre justos e injustos”(Mateo 5:45). Así que, si lo disponen los dos testigos, ¡el cielo no dará sus bendiciones durante los “los días de su profecía”, o sea, durante los “mil doscientos sesenta días”! Dios concede a Cristo y al Espíritu Santo poder para “cerrar el cielo”, y lo pueden hacer a su discreción, conforme indica la cláusula “cuantas veces quieran” (Apocalipsis 11:6).

b)   Según nuestra apreciación, este es un “poder” para castigar mediante privación a los “enemigos” de Dios y los “dos testigos”, con el propósito de refrenarlos, hacerlos recapacitar y proteger a la iglesia, con sus portavoces, los cuales han de seguir dando testimonio hasta la hora determinada por Dios para la cesación de la proclamación del evangelio. Cristo y el Espíritu Santo tienen autoridad para ejercitar este “poder” dondequiera y cuando quiera haga falta para asegurar que no sea acortada prematuramente el tiempo de gracia programado para los humanos.

  1. “…poder sobre las aguas para convertirlas en sangre…”

a)  Es decir, “poder” para contaminar las aguas. Al extremo de hacerlas asquerosas, repugnantes, por ser llenas de bacterias, químicas, partículas nocivas, etcétera, que cambien su color y consistencia. ¿Quién sería capaz de tomar agua con la apariencia de sangre? ¿Agua contaminada que causara toda suerte de enfermedad estomacal, intestinal, renal, etcétera, etcétera?

b)  Al desatarse la tercera plaga de las “siete plagas postreras”(Apocalipsis 15:1), los “ríos” y las “fuentes de las aguas” se convierten “en sangre”(Apocalipsis 16:4-6). Lo estimamos del todo concebible que la tercera plaga de estas siete postreras sea una de las plagas que los dos testigos traigan sobre la tierra.

  1. “…poder… para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.”

a)  “…con toda plaga…”

(1)  Las “tres plagas” de la Escena 1 de la Sexta Trompeta señalan el acercamiento del fin (Apocalipsis 9:18).

(2)  Las “siete plagas postreras” ocurren en el tiempo cuando se consuma “la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1).

(3)  Nos parece totalmente plausible que “toda plaga” en Apocalipsis 11:6 abarque las tres, las siete y aún otras plagas.

b)  “…cuantas veces quieran.”

(1)  ¿“Quieran” quiénes? La respuesta correcta es: los dos testigos. Por consiguiente, qué tipo de plaga y cuántas veces se traigan las plagas sobre la tierra durante los “mil doscientos sesenta días” que dura esta Escena 4, son decisiones que toman los dos testigos, los que son Cristo y el Espíritu Santo.

(2)  Tomando en cuenta el hecho de que aun los mejores y más sabios líderes de la iglesia en la tierra son seres falibles, a veces volubles, de corta visión y propensos en ocasiones a acciones precipitadas, razonamos que la iglesia realmente no está capacitada para tomar decisiones de tanta envergadura como las de azotar a la tierra “con toda plaga, cuantas veces quieran”. ¿Semejante poder a la disposición de los cristianos aún más santificados y cautelosos? ¿Traer ellos sobre la tierra desastrosas plagas con la frecuencia que quisieran? Planteamos que sus atributos más positivos, por excelentes que fueran, no los cualificarían para el manejo de poder tan grande. Por otro lado, Cristo, única Cabeza de la iglesia, y el Espíritu Santo, Consolador de la iglesia, sí, definitivamente, ¡están cualificados!

(3)  Así pues, el significado y las implicaciones de esta frase “cuantas veces quieran” fortalecen nuestra convicción según la que el “poder” de los dos testigos pertenece por naturaleza y lógica solo a la Deidad, y no a los integrantes de la iglesia en la tierra.

[dropcaps round=”no”]V[/dropcaps] El fin del testimonio de los dos testigos, la guerra contra ellos y su muerte“Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará” (Apocalipsis 11:7).

⇒ A. “Cuando hayan acabado su testimonio…”

  1. Los dos testigos acaban su testimonio al concluirse el período señalado como el de los “mil doscientos sesenta días”, sea cual sea la duración del tiempo real abarcado por este número simbólicoProfetizan “por mil doscientos sesenta días”. Después, no siguen profetizando.
  2. Los “mil doscientos sesenta días” no comprenden toda la etapa llamada el “poco de tiempo”. Esto lo sabemos porque otros acontecimientos toman lugar después de acabar los dos testigos su testimonio durante los “mil doscientos sesenta días”. A continuación, los detallamos.

a)  “…la bestia hace guerra contra ellos…” El que esta “guerra” sigue el período de “mil doscientos sesenta días”se pone de relieve mediante las dos cláusulas “Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia hace guerra contra ellos…”¿Cuándo“hace guerra contra ellos” la bestia? Precisamente, “Cuando hayan acabado su testimonio…” Así que, dado que el fin de los“mil doscientos sesenta días” marca el fin de “su testimonio” es evidente que la “guerra contra ellos” ocurre después de los “mil doscientos sesenta días”.

b)  Los dos testigos son muertos después del fin de los “mil doscientos sesenta días”.La “guerra” que hace la bestia contra los dos testigos no es una “guerra” cualquiera sino una guerra decisiva y fulminante que resulta en su muerte. “La bestia” hace “guerra contra ellos… y los mata. Esta “guerra” es la de Armagedón.

c)  Muertos los dos testigos, sus cuerpos son expuestos en la “plaza de la grande ciudad” durante tres días y medio, hecho revelado en Apocalipsis 11:9.

d)  Pasados los tres días y medio, se levantan sobre sus pies, y escuchando “una gran voz del cielo, que les decía, Subid acá”, acto seguido, suben “al cielo en una nube”(Apocalipsis 11:11-12).

e)  Luego, trae Dios sobre “sus enemigos”, es decir, los enemigos de los dos testigos, según el contexto de Apocalipsis 11:12, como también sobre el planeta Tierra, la explosión de fenómenos destructivos que se presentan en Apocalipsis 11:13; 16:18-21 y 19:11-21.

Queda, pues, confirmado plenamente que los “mil doscientos sesenta días” no abarcan todo el “poco de tiempo”, ya que esta etapa se extiende hasta el fin del tiempo mismo.

  1. Tomando el debido cuidado de ubicar correctamente todos estos eventos en la línea del tiempo, observamos que todos toman lugar antes de que suene la voz de la Séptima Trompeta, voz que señala el fin del tiempo (Apocalipsis 10:5-7). Cesa el testimonio de los dos testigos, la bestia hace guerra contra ellos, los vence y los mata –todo esto acaece antes de sonar el séptimo ángel su trompeta, evento que ocurre ya pasado “el segundo ay”(Apocalipsis 11:14-15).
  2. Obviamente, los dos testigos no profetizan ni testifican durante la última “guerra”espiritual (Armagedón) de la Era Cristiana. Ni tampoco, huelga decir, durante los tres días y medio cuando están muertos. ¿Significan estos hechos que el evangelio no será proclamado a los descreídos y desobedientes a Dios durante el tiempo de aquella última “guerra”, ni tampoco durante los días que la siguen, cualquiera sea el número de estos? Realmente, la única inferencia lógica es que el evangelio no les será proclamado más. ¿Por qué proclamárselo? Al fin y al cabo, los seres humanos descreídos, pervertidos y depravados que quedan en la tierra después de todas las últimas plagas traídas para hacerles arrepentirse, son tan duros de corazón que el evangelio jamás haría mella en sus almas rebeldes llenas de odio hacia el Creador. Para ellos, ya habrá caducado el tiempo de gracia y salvación. Dios les concede tiempo y oportunidades, aun castigándoles con el propósito de hacerles recapacitar, pero ellos se mofan continuamente de la misericordia que él les profiere con bondad y longanimidad, aun blasfemando contra él por sus plagas (Apocalipsis 16:21). Así pues, ya no hay remedio para ellos. En esto, pisan los talones delos antiguos israelitas en el tiempo del rey Sedequías. “Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio” (2 Crónicas 36:16). ¿Cuándo toma Dios represalia fulminante y terminante contra los humanos que le rechazan? Solo cuando ya no hay remedio.

⇒ B. “…la bestia que sube del abismo…”

  1. “…la bestia…” La  identidad de esta “bestia” se establece sin dificultad.

a)  ¿Quién fue encerrado en el abismo al principio del Milenio? Satanás(Apocalipsis 20:1-3).

b)  ¿Quién “sube del abismo”? Pues, ¡el mismo que fue encerrado! A saber, Satanás. Entonces, Satanáses la “bestia” que “sube del abismo”.

c)  ¿Por qué presentar a Satanás como una “bestia”? Por la sencilla razón de que la “bestia”, en las visiones apocalípticas, simboliza, en sentido global, todos los reinos de la tierra que se oponen a Dios, enseñanza que será desarrollada ampliamente en la interpretación del Capítulo 13 de  Apocalipsis, y Satanás es el agente responsable de engañarlos, según Apocalipsis 16:12-14 y 20:7-8. Él es, en definitiva, el “poder” que opera en los reinos engañados, perseguidores, depravados, idolátricos, ateos.

  1. “…sube del abismo…”

a)  ¿Cuándo sube la bestia “del abismo”? En estas visiones de la Escena 4de la Sexta Trompeta, no se nos informa el tiempo de este evento siniestro.

b)  Pero, no estamos sin luz al respecto. La información sobre cuándo sube la bestia del abismo se divulga en las revelaciones de Apocalipsis 20:1-9, donde aprendemos que la “bestia…sube del abismo”al finalizarse “los mil años”, o sea, al concluirse el Milenio e iniciarse el “poco de tiempo”“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión”(Apocalipsis 20:7). ¿Qué pasará cuando el Milenio llegue a su fin? “…Satanás será suelto de su prisión.” Una vez “suelto de su prisión”“sube del abismo”Así que, al principio del “poco de tiempo”, Satanás “sube del abismo” y procede, enseguida, a engañar a las naciones, reuniéndolas y preparándolas para la “batalla” de Armagedón (Apocalipsis 16:12-16)Lograda su infernal agenda diabólica en lo concerniente a las naciones, desata entonces “guerra” contra los dos profetas. En Apocalipsis 20:9, esta misma “guerra” se presenta de la siguiente manera: Satanás, Gog y Magog “rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada”, siendo “el campamento de los santos y la ciudad amada” figuras retóricas representativas de la iglesia en la tierra, con sus mensajeros y maestros fieles al frente. Inequívocamente, estos datos enseñan que la bestia “sube del abismo” a principios del “poco de tiempo”.

⇒ C. “…hará guerra contra ellos…”

  1. Esta “guerra” de la bestia contra los dos testigos es la de Armagedón. A consecuencia de esta última gran guerra espiritual, los dos testigos son muertos,  completándose el número de los mártires del Señor, conforme a la profecía de Apocalipsis 6:11. Pero, levantados los dos testigos después de tres días y medio, son arrebatados para el cielo. Entonces, prontamente son muertos los obstinados pecadores que no quisieron arrepentirse pese a las plagas traídas para hacerlos recapacitar (Apocalipsis 19:21). Y la bestia que subió del abismo, habiendo sido el causante principal de una tragedia de tan grande magnitud, es echada en el infierno, juntamente con el falso profeta (Apocalipsis 19:20). Así, llega la humanidad a su fin en la tierra, y luego el planeta Tierra mismo es destruido totalmente.
  2. Hemos afirmado que los dos testigos dan su “testimonio”durante el “poco de tiempo” que antecede el fin del universo, y ahora vemos que este Versículo 7 respalda fuertemente nuestra hipótesis.

a)  Satanás sube del abismo al principio del “poco de tiempo”, adquiriendo tanto poder que se convierte en dueño y señor de las naciones. Astutamente, se posiciona en el escenario terrenal de tal manera que se le hace factible comenzar a acosar duramente a los dos testigos. ¿Cuándo persigue a los dos testigos? Durante el “poco de tiempo”. Por consiguiente, se cae de la mata que los dos testigos efectúan su obra durante el “poco de tiempo”.

(1)  Adquiriendo cada vez más poder, seguidores y simpatizantes, Satanás monta contra los dos testigos la “guerra” de Armagedón hacia finales del “poco de tiempo”.

(2)  Los dos testigos son muertos a consecuencia de la “guerra” de Armagedón. Por lo tanto, la deducción ineluctable es que los dos testigos dan su testimonio durante el “poco de tiempo”, etapa final de la Era Cristiana cuando Satanás estará suelto.

b)  He aquí otra deducción importantebasada en estos hechos: La obra que realizan los dos testigos “vestidos de cilicio”no la efectúan durante el Milenio. Ya que el “poco de tiempo” transpira después de “los mil años” (el Milenio), y dado que los dos testigos profetizan “vestidos de cilicio” durante el “poco de tiempo”, ha de ser del todo evidente que lo que hacen en la Escena que estamos analizando no lo hacen durante el Milenio, como tampoco después del “poco de tiempo”.

c)  Y todavía otra deducción también importante: Lo que hacen los dos testigos en esta Escenano lo hacen durante la época del Imperio Romano, como tampoco durante la Edad Media, ya que estas dos épocas preceden el “poco de tiempo”. Por lo tanto, yerra quien coloque a estos dos testigos de Apocalipsis 11 en el tiempo del Imperio Romano o en el de la Edad Media.

⇒ D. “…y los vencerá y los matará.”

  1. La “bestia”,la que simboliza a las naciones y a los gobernantes “de la tierra en todo el mundo” (Apocalipsis 16:14) engañados por Satanás, se arremete contra los dos testigos, matándolos.
  2. ¿A quiénesdeberíamos aplicar la profecía “…los vencerá y los matará”?

a)  Para el entendimiento de esta profecía, conviene tener presente siempre el hecho de que los dos profetas, es decir, Jesucristo y el Espíritu Santo, según la tesis que estamos desarrollando, obran en la tierra mediante la iglesia auténtica de Dios, con sus ministros fieles al frente en la calidad de portavoces y defensores de la Palabra inspirada“Auténtica”, reiteramos, y no apóstata. Sujeta solo al Nuevo Testamento, y no a tradiciones o credos humanos.

b)  Pues bien, “…los vencerá y los matará” no quiere decir que Satanás venza y mate literalmente a Cristo y al Espíritu Santo. Por cierto, tanto aquel como este seguirán ocupando sus lugares respectivos en las regiones celestes de Dios, más allá del alcance de Satanás. Mas sin embargo, al ser callados, derrotados y muertos en la tierra los portavoces y defensores fieles del evangelio, efectivamente, ¡Jesucristo y el Espíritu quedan sin representantes activos en la tierra!Para las masas de incrédulos y depravados adueñados de la tierra hacia finales del “poco de tiempo”, capitaneados por Satanás mediante gobernantes hechizados por él, el efecto será como si realmente hubieran derrotado y dado muerto a Cristo y el Espíritu Santo.¡Ya no se escucha su voz en la tierra! ¡Ya no se siente su presencia! ¡Ya no se escucha esa Palabra que atormenta! Para los incrédulos y depravados recalcitrantes, ¡Cristo y el Espíritu Santo han muerto! Es más: ¡Dios mismo ha muerto! Desde luego, esta fase de la “guerra” de “Armagedón” es solo la primera. La real verdad es que Cristo y el Espíritu Santo siguen en poder en el cielo. Pronto vendrá el Señor con sus “ejércitos celestiales” para iniciar la segunda fase de Armagedón, en la que Satanás y todos sus secuaces quedan derrotados eternamente, siendo echados al lago de fuego y azufre.

c)  Así pues, en la tierra, “…los vencerá y los matará”se aplica literalmente a los portavoces y defensores fieles de la iglesia leal a Diosque proclamen las profecías relevantes, dando “testimonio” verdadero, durante los “mil doscientos sesenta días”. Estos son los siervos que serán vencidos, muriendo algunos por la fe, y completándose de este modo el número de mártires, conforme a la visión del Quinto Sello (Apocalipsis 6:9-11).

  1. ¿Cómo deberíamos entender los verbos“vencerá… y matará? ¿Acaso signifiquen que los incrédulos del tiempo del fin (los “gentiles” que hollarán la ciudad santa; la “bestia”, o sea, los gobernantes engañados) supriman forzosamente a la iglesia auténtica del Señor, venciendo y matando físicamente a los siervos que profetizan y dan testimonio durante los “mil doscientos sesenta días”? ¿O al menos, a una parte de ellos, callándose los demás por haber llegado a su fin el tiempo de gracia y salvación? Esta parece ser la interpretación más lógica.

a) Esta interpretación concuerda perfectamente con el cuadro del “campamento de los santos y la ciudad amada” proyectado en Apocalipsis 20:7-9, según el cualla iglesia es sitiada por las naciones engañadas. Literalmente acorralada. Materialmente atacada. Perseguida físicamente.

b) Igualmente, armoniza con la profecía de Apocalipsis 6:9-11, conforme a la cual el número de los mártires habría de ser completado después del Milenio. Hacia fines del “poco de tiempo”, la bestia vence y mata, materialmente, a algunos de los cristianos fieles, completándose estos el número de los mártires.

c) Además, concuerda con el evento de la resurrecciónenseñado en esta misma serie de profecías sobre los dos testigos (Apocalipsis 11:11-12). Estos se levantarán “sobre sus pies”, visiblemente, en presencia de sus enemigos atónitos y atemorizados. Se trata, pues, de la resurrección del cuerpo físico, y tal resurrección presupone la muerte del cuerpo físico. Desde luego, el cuerpo físico resucitado de esta manera sería transformado en “cuerpo espiritual” al subir estos mártires “al cielo en una nube” (Apocalipsis 11:12).

d) Pero, ¿no quiere decir la expresión “…los vencerá y los matará” que la “bestia”(las naciones engañadas) conquistaría las mentes y almas de los siervos fieles de Cristo, matándolos solo espiritualmente, y no físicamente? Examinando esta interpretación con detenimiento, encontramos deficiencias notables. A continuación, presentamos, respetuosamente, nuestros hallazgos.

(1)  Los que están relacionados con el trasfondo de la expresión bajo la lupa.

(a)  Observamos que los portavoces y defensores del evangelio verdadero que proclaman, “vestidos de cilicio”, profecías y dan testimonio durante los “mil doscientos sesenta días”, permanecen fieles a Dios durante todo referido período. En todo el texto, no detectamos ni asomo de evidencia que indique lo contrario. Atormentan a los incrédulos con sus profecías acertadas y testimonio claro. No ceden ante sus burlas, blasfemias y hostigamientos. No se dejan engañar. Cumplen valiente y responsablemente su encomienda, su misión, su obra, hasta acabar “su testimonio”.

(b)  Planteamos que este trasfondo no lo debemos obviar en la interpretación de la expresión “…los vencerá y los matará”. De hecho, este trasfondo hace inadmisible la idea de alguna derrota moral para los siervos de Cristo, la que los llevara a echar suerte con Satanás mismo, acto que resultaría en la perdición de sus almas. Obviamente, son vencidos y muertos en contra de su voluntad. No vencidos y muertos metafórica, moral o espiritualmente sino material y corporalmente. Volvemos a recalcar que en todo el pasaje no hay ni una pizca de evidencia que nos lleve a cuestionar la verticalidad tanto moral como espiritual de los siervos de Dios que hacen el papel de representar a Cristo y al Espíritu Santo en estos escenarios, ni tampoco su valentía ante los enemigos de la fe verdadera. Algunos de ellos pagan el sacrificio supremo por su fidelidad insobornable, su valentía invencible, a saber: ¡el martirio por la causa de Cristo!

(2)   Algunos hallazgos relacionados con su resurrección.

(a)  Muertos estos representantes de Cristo y el Espíritu Santo, a los tres días y medio ¡resucitan! (Apocalipsis 11:11-12).

(b)  Preguntamos: ¿De qué manera resucitan? ¿Resucitan solo en sentido figurado de una “muerte” espiritual, o resucitan corporalmente? ¿En qué consiste su resurrección? ¿Solo de arrepentimiento y restauración a sus puestos y tareas? ¿Después de haber abandonado ellos el Reino de Dios durante determinado tiempo a causa de la fuertísima oposición de poderes seculares engañados por Satanás? ¿”Resucitan” solo en el sentido de volver a ser fieles ministros de Dios? Respondemos a estas preguntas con un rotundo “¡Negativo!” Tales ideas y suposiciones no armonizan con los hechos. Según los Versículos 11 y 12, al resucitar estos representantes de Cristo y el Espíritu Santo, ¡no vuelven a profetizar o dar testimonio en la tierra sino que suben “al cielo en una nube”! Ningún indicio se halla de “arrepentimiento y restauración a puestos y tareas”. Acabaron su testimonio, y “sus enemigos” los mataron. No reanudarán su testimonio. ¡Suben “al cielo en una nube”! Por lo tanto, se infiere, necesaria y obligatoriamente, que su resurrección no es meramente figurativa, ni tampoco espiritual, sino real. Siendo, pues, verdadera su resurrección, y no figurativa o espiritual, la única deducción lógica acerca del tipo de muerte que sufrieron es que fue física. Definitivamente, fue física y no meramente figurativa, como tampoco espiritual.

[dropcaps round=”no”]VI[/dropcaps] Los dos testigos muertos por tres días y medio (Apocalipsis 11:8-10). “Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. Y los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.”

⇒ A. “…suscadáveres…”

  1. Es decir, los cadáveres de los ministros fieles de Dios que sufren martirio. En el contexto de la profecía, estos siervos eran la voz y la presencia de Cristo y el Espíritu Santo en la tierra. Por lo tanto, cuando los incrédulos contemplan sus cadáveres es como si contemplaran las formas muertas, inertes y vencidas de Cristo y el Espíritu Santo. Pero, Cristo y el Espíritu Santo permanecen en poder en el cielo y vengarán la sangre de estos mártires, como también la de todos los demás mártires de todos los tiempos. (Apocalipsis 6:9-11)
  2. ¿Se trata de verdaderos “cadáveres”, o sea, de cuerpos físicos muertos? No hay por qué descartar esta posibilidad. Por cierto, es notorio que entre los hombres más desalmados no faltan quienes exponen los cadáveres de sus víctimas a la vista de todos, ¡más aun cuando se trata de enemigos que los atormentaban! Al hallar los filisteos el cuerpo del rey Saúl, “le cortaron la cabeza… pusieron sus armas en el templo de Astarot, y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán(1 Samuel 31). ¡A la vista de todo aquel que pasara por allí!
  3. ¿Hay lugar para interpretar simbólica o metafóricamente la palabra “cadáveres”? Quizá. En tal caso, diríase que los cadáveres físicos de los mártires quedaran sepultados, pero que las “imágenes” de sus personas permanecieran presentes en las mentes de los incrédulos que les dieron muerte. Pero, esta interpretación de “cadáveres”la encontramos demasiada forzada. Como que no hace concordancia con el realismo palpado en los demás eventos de esta Escena. Por ejemplo, las gentes de las naciones engañadas son seres humanos de verdad, y su arremetimiento contra los dos testigos es real. Los dos testigos realmente existen, y sus representantes en la tierra son cristianos verdaderos vivos de verdad que habitan cuerpos físicos de verdad. El martirio de algunos es un hecho real; también su resurrección, y además, su ascensión. En escenarios de tanto realismo, ¿con qué razón interpretar “cadáveres” de forma metafórica?

⇒ B. “… estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.”

  1. Interesantemente, el Espíritu Santo mismo nos da una clave para descifrar el significado de “la grande ciudad”, a saber, la frase “…en sentido espiritual…”. Lo contrario de “en sentido espiritual”sería “en sentido terrenal, material o literal”. Por lo cual, se deduce que no deberíamos interpretar “la grande ciudad” en sentido rigorosamente material-terrenal sino, específicamente, “en sentido espiritual. En este “sentido espiritual”“…la grande ciudad se llama Sodoma y Egipto”. Ahora bien, “Egipto” es nombre de un país, y no de una ciudad, hasta dónde tenemos conocimiento. Razonamos, por consiguiente, que “la grande ciudad” representa, para el tiempo cuando son muertos los dos testigos, toda ciudad moralmente corrupta sobre toda la faz de la tierra, como también todos los países idolátricos, como lo era en grado sumo el antiguo Egipto. Ciudades y países que acorralan al pueblo electo de Dios, limitando o imposibilitando el cumplimiento de la Gran Comisión.

a)“Sodoma”es símbolo infame de la más depravada inmoralidad.

b) El “Egipto”de los faraones simboliza culturas sumidas en idolatría, y además, es prototipo de países que reprimen, explotan o esclavizan al pueblo de Dios. Entre los que conocen historia bíblica es del común saber que Israel fue esclavizado por Egipto durante unos cuatro siglos en la época de la primera mitad del segundo milenio antes de Cristo.

c) La ciudad “donde nuestro Señor fue crucificado”es, desde luego, Jerusalén. Bien que esta sea figura de la “nueva Jerusalén” (Apocalipsis 21:2), “Jerusalén la celestial” (Hebreos 12:22), no es menos cierto que simboliza, particularmente en el tiempo del ministerio terrenal de Cristo y sus apóstoles, centros religiosos fundados en tradiciones humanas (Mateo 15:7-9), organizaciones religiosas aliadas con lo secular (saduceos, herodianos. Mateo 22:16), jerarquías religiosas plagadas de hipocresía, ostentación y orgullo material (escribas), y sectas religiosas (fariseos) ardientes con fanatismos destructivos (Mateo 23), incluso oposición obstinada a Dios, Cristo, el Espíritu Santo, la Palabra inspirada y la iglesia, pese a que tengan un concepto contrario de sí mismos.

d) Lastimosamente, las ciudades grandes del mundosuelen ser focos de toda suerte de corrupción moral y semilleros fértiles donde germina y crece rápidamente la rebeldía espiritual. Se detecta aun en las menos grandes una fuerte inclinación de imitar lo más malo de las grandes, de querer ser como ellas, de ilusionarse con ofrecer las mismas atracciones carnales. Pues bien, para el tiempo de los “mil doscientos sesenta años” cuando profetizan los dos testigos y son muertos por su testimonio, se visualizan grandes ciudades, y ciudades de todo tamaño, todavía más entregadas a lo satánico que Sodoma, Jerusalén y las ciudades de Egipto.

e) Tratándose de los países, o naciones, del “poco de tiempo”, todos caerán bajo el engaño de Satanás, según proyecciones proféticas apocalípticas. Llenos del “humo del pozo del abismo”, se opondrán a Dios y su pueblo verdadero, tomando, al unirse y creerse invencibles, el paso audaz de rodear “el campamento de los santos” y matar en la tierra a los representantes de los dos testigos.

  1. Para el año 2020 de la presente Era, ¡más de una tercera parte de todos los habitantes del planeta Tierra estará viviendo en las grandes ciudades!Según los cálculos de quienes estudian asuntos poblacionales, este porcentaje seguirá en aumento.
  2. Reflexionando sobre estos hechos y “la grande ciudad” de Apocalipsis 11:8, nos parece razonable vaticinar que los ministros fieles del Señor dedicados a profetizar y dar testimonio durante los “mil doscientos sesenta días”confronten, precisamente en las ciudades corruptas del “poco de tiempo”, la más feroz oposición a su mensaje, pues en tales ciudades suelen aglomerarse, aun en el presente, las personas más carentes de fe en Dios y liberadas de todo freno moral, como además los elementos más depravados, crueles y criminales. Incrédulos de estas categorías son los que matarán a los portavoces y defensores de Dios, exponiendo sus cadáveres en las “plazas”, es decir, en los lugares céntricos de las ciudades de la tierra. Así lo visualizamos.

⇒ C. “Y los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados”(Apocalipsis 11:9).

  1. La cláusula “los pueblos, tribus, lenguas y naciones”la tenemos como paralela, en términos de alcance territorial, con la cláusula “los reyes de la tierra en todo el mundo” en Apocalipsis 16:14. Lógicamente, la obra de los dos testigos es efectuada en todo el globo terráqueo. Así que, dondequiera que estén dando su testimonio los representantes terrenales de los dos testigos, en la hora crítica cuando la bestia haga guerra contra ellos, algunos serán muertos. Y en ciudades o lugares donde caen muertos los valerosos representantes de los dos testigos, sus cadáveres serán expuestos en puntos frecuentados por el público. De cierto, los parámetros y circunstancias asociados con los dos testigos indican que Armagedón será global. Los mismos no son limitados solo a las tierras ocupadas por los israelitas en el tiempo del Siglo I, o a los territorios del antiguo Imperio Romano. Por cierto, estos parámetros y circunstancias ni siquiera tienen que ver con el Siglo I sino con el “poco de tiempo” que precede el fin de todo lo material. Recalcamos una y otra vez que el “poco de tiempo”, el cual abarca los“mil doscientos sesenta días”, transpira después del tiempo del Imperio Romano, la Edad Media, la Reforma y el Milenio, precediendo de inmediato la Segunda Venida de Cristo “como ladrón en la noche”.
  2. “…tres días y medio…”Comparados los “tres días y medio” con los “mil doscientos sesenta días”, concluimos que se trata de un tiempo de muy corta duración. “Tres días y medio”, nada más. Dada esta circunstancia, se deduce que la derrota sufrida por los dos testigos y sus representantes terrenales a manos de sus enemigos acérrimos, sumamente molestos estos y hartos en grado sumo del “testimonio” en su contra, dura muy poco tiempo. Al poco rato, se levantan “sobre sus pies” los representantes terrenales de los dos testigos, escuchan la voz “Subid acá” y enseguida suben “al cielo en una nube”, viéndolos, aterrorizados, sus enemigos.
  3. “…no permitirán que sean sepultados.”

a) Habiendo sido atormentados por las profecías y el testimonio de los ministros fieles del Señor, los incrédulos, no satisfechos con vencerlos y matarlos, aumentan aún más sus enormes pecados, cometiendo el sacrilegio de no sepultar los cadáveres de los mártires.

b) Por medio de este acto impúdico y bárbaro, los incrédulos manifiestan la profundidad de su ira contra el Dios Creador, los ministros fieles de él en la tierra y su pueblo santo en general. Se levantan, en palabras del rey David, “contra Jehová y contra su ungido, diciendo; Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas”(Salmo 2:1-4). Tan fiera y cruel es su ira que para ellos ¡ya no hay esperanza alguna de arrepentimiento! Ya no hay remedio. Solo les espera la muerte física y condenación eterna que vendrán muy pronto sobre ellos al manifestarse el “Fiel y Verdadero”, el “Rey de reyes y Señor de señores”, montado en su “caballo blanco” y acompañado por “los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio”, los que le seguirán “en caballos blancos” (Apocalipsis 19:11-21).

⇒ D. “Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra” (Apocalipsis 11:10).

  1. “…los moradores de la tierra…”, o sea, los incrédulos y depravados que dominan la tierra durante los “cuarenta y dos meses”.
  2. “…se regocijaránsobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros…”

a) Quienes triunfan sobre algún enemigo fuerte y odiado suelen regocijarse, alegrarse, felicitarse, jactarse, celebrar banquetes, emborracharse, bailar, aun durante días o semanas corridas, y también darse regalos los unos a los otros, incluso regalos de gran valor material –dinero, joyas, perfumes, bebidas costosas, coches, viviendas, terrenos. Como cuando una tribu, pueblo, nación o conjunto de naciones vencen a sus enemigos aborrecidos.

b) Obviamente, los incrédulos que predominarán en la tierra durante los “cuarenta y dos meses”llegan a aborrecer, con toda su alma soberbia y corrupta, a los fieles representantes terrenales de Jesucristo y el Espíritu Santo. Día tras día, escuchan las profecías y el testimonio que ellos traen contra las naciones engañadas, pero en lugar de arrepentirse, ¡solo se encolerizan más! ¡Se sienten atormentados en mente y alma! Al no poder matarlos enseguida, pues Jesucristo y el Espíritu de Dios los guardan providencialmente, atesoran en sus corazones endurecidos cada vez más rencor, odio e ira. Logrando, por fin, matarlos, se regocijan sobremanera por haberse librado de los odiados atormentadores, los que censuraban todos sus actos viles, todas sus palabras vanas, su ateísmo, su blasfemia, sus filosofías huecas, sus estilos de vida deshonrosos, sus crímenes e idolatrías, profetizando el inminente fin de todo lo material y el castigo eterno para los rebeldes.

[dropcaps round=”no”]IV[/dropcaps] La resurrección de los representantes en la tierra de los dos testigos (Apocalipsis 11:11-12). “Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.”

⇒ A.“…entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies…” Es decir, ¡Dios los resucita físicamente!

  1. Son resucitados como Lázaro fue resucitado (Juan 11:38-44), como la hija de Jairo fue resucitada (Mateo 9:18-26), y como fue resucitado el hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-17). “…entró… el espíritu de vida” en sus cuerpos mortales, recobrando estos cuerpos su vida material. Literalmente, “…se levantaron sobre sus pies”. Sobre sus pies de carne y hueso. No fueron resucitados espiritual o metafóricamente sino materialmente. Sus enemigos “…los… vieron”. Los vieron con sus ojos físicos.
  2. En definitiva, no son transformados de “cuerpo animal” “cuerpo espiritual”(1 Corintios 15:43-52) en el momento de entrar“en ellos el espíritu de vida enviado por Dios” sino que son resucitados corporalmente.

⇒ B. “…y cayó gran temor sobre los que los vieron.”

  1. Cuando Cristo resucitó al hijo de la viuda de Naín,todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios” (Lucas 7:16).
  2. El jubileo diabólico de los incrédulos y depravados que matan a los mensajeros de Dios al final de los “mil doscientos sesenta días”se ve interrumpido bruscamente cuando, de repente, los cadáveres de los que habían sido muertos recobran vida y “se levantan sobre sus pies”. Esta manifestación espectacular del poder divino llena de “gran temor” a los enemigos homicidas quienes festejaban prematuramente su triunfo sobre los fieles y valientes representantes terrenales de Jesucristo y el Espíritu Santo, pensando haber acabado con ellos de una vez para siempre. Habían rechazado a Dios, repudiando también a su “ungido”, Jesucristo, y además, al Espíritu Santo. Peleaban contra ellos, y contra los santos en la tierra, venciéndolos. Piensan haber acabado con los dos testigos de una vez para siempre. Pero, ¡cuán tremendo es su asombro cuando, increíblemente, los ven resucitarse en las personas de los ministros fieles levantados, corporalmente, de la muerte! No es de sorprenderse que un “gran temor” se adueñe de sus corazones pervertidos y duros.
  3. Pero, qué quede claro: ¡su“gran temor” no los salva! Para ellos, ¡es demasiado tarde para echar mano a la salvación! Ya acabaron su “testimonio” los dos testigos. Estos incrédulos y depravados, llenos ahora de “gran temor”, habían aborrecido continuamente aquel “testimonio” insistente, sintiéndose atormentados por el mensaje de los siervos de Dios. Ahora, el fin de todo está encima de ellos. La guerra de Armagedón que ellos mismos iniciaron contra Dios y su pueblo está entrando en su segunda fase. Ellos ganaron el primer encuentro. Pero, su celebración satánica se torna en luto y terror cuando Dios resucita a los ministros muertos. Ya no hay remedio. Su fin doloroso y lamentable está sellado.
  4. “…los vieron.”Reiteramos: los enemigos pueden “verlos” materialmente porque “se levantaron sobre sus pies” los cuerpos físicos de los que habían sido muertos. Ven los cuerpos materiales en los que entra, de pronto, “el espíritu de vida enviado por Dios”. Este “espíritu de vida” no entra en las almas de los mártires sino en sus cuerpos físicos. Qué conste: no había sido muerta el alma de ninguno de ellos sino que “sus enemigos” habían dado muerte a los cuerpos físicos de los siervos fieles.

⇒ C. “Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron”(Apocalipsis 11:12).

  1. “…subieron al cielo en una nube…”

a) Es decir, ¡son transformados y llevados al cielo!

b) Sus cuerpos mortales son resucitados, pero no para morir físicamente de nuevo, sino para ser transformados prontamente. En este aspecto, su resurrección difiere de la resurrección de Lázaro, la hija de Jairo y la viuda de Naín, casos mencionados anteriormente, ya que estos, al ser resucitados corporalmente, continuaron su vida en la tierra, se supone, hasta la hora de partir, de nuevo, de las regiones terrenales para el Paraíso de Dios, de donde no volverían jamás al planeta Tierra.

c) Nuestra percepción es que se trata de la transformación no solo de los representantes terrenales de los dos testigos, a quienes la bestia había dado muerte, según la escenificación de estas profecías, sino también de la transformación de todos los cristianos vivos en la tierra en aquella hora. Esta apreciación armoniza con la primera siega de la tierra enseñada en Apocalipsis 14:14-16, y además, con el hecho de que la iglesia no es totalmente destruida por las naciones engañadas, conforme a la escena de Apocalipsis 20:9. En esta escena, la iglesia es rodeada por Satanás y las naciones engañadas, pero repentinamente, “de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió”. Se infiere que una porción de la iglesia, quizá hasta abrumadora, que existe en la tierra en aquellos días previos al fin sea librada de experimentar una muerte física y violenta a manos de las naciones enemigas. De ser así, los cristianos no martirizados en la batalla de Armagedón también serían transformados, sin experimentar la muerte física de sus cuerpos mortales. Y esto concuerda perfectamente con lo que revela el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:51. “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados. O sea, no todos moriremos físicamente; “pero todos seremos transformados”.

d) Esta expresión “subieron al cielo en una nube”es muy parecida al lenguaje que usó Lucas en Hechos 1:9 al relatar él la ascensión, y por inferencia la transformación, de Cristo. “Y habiendo dicho [Cristo] estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.” También armoniza perfectamente con las palabras de 1 Tesalonicenses 4:17, donde se enseña que “los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes“.

  1. “…y sus enemigos los vieron.”

a) Los ven, como los apóstoles vieron subir a Cristo (Hechos 1:9-11).

b) Los ven, ¡pero no pueden acompañarlos! Hace tiempo, eligieron el camino de incredulidad y depravación. No se han arrepentido de su decisión. Al contrario, la sostienen hasta sus consecuencias más crueles y trágicas. Ahora, deben pagar, y la “paga” de sus enormes pecados es tanto la muerte física violenta como la muerte eterna (Romanos 6:23), llamada “la muerte segunda” (Apocalipsis 20:14).

[dropcaps round=”no”]VIII[/dropcaps] Los últimos acontecimientos que preceden de inmediato el fin del universo material del tiempo mismo. “En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo” (Apocalipsis 11:13).

⇒ A.“En aquella hora…”Esta es la misma “hora” de la resurrección de los dos testigos y de la transformación de todos los cristianos vivos en la tierra.

⇒ B. “…hubo ungran terremoto…” Ver los comentarios sobre el “gran terremoto” 

⇒ C. “…y la décima parte de la ciudad se derrumbó…”

  1. “…la ciudad…”es “la grande ciudad” mencionada en el Versículo 8, la cual en “sentido espiritual” simboliza todas las grandes ciudades corruptas de la tierra.
  2. “…la décima parte…”la entendemos como simbólica de la porción derrumbada de todas las ciudades corrompidas de la tierra.

⇒ D“…murieron en número de siete mil hombres…” El “siete”, en el lenguaje profético bíblico, es un número simbólico que indica “completud”. Así pues, en este pasaje, el número “siete mil” abarcaría, asumimos, a todos los incrédulos y depravados en la tierra, especialmente a los que habitan las ciudades grandes, que pierdan su vida física a causa del “gran terremoto”.

⇒ C“…y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.”

  1. Esta escena guarda notable similitud a la del Sexto Sello presentada en Apocalipsis 6:12-17. “Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
  2. Se aterrorizan y dan gloria a Dios, pero es demasiado tarde para ellos. Muy “pronto”(Apocalipsis 11:14) escucharán la voz de la Séptima Trompeta la cual señala que el tiempo no será más (Apocalipsis 10:6.7).

[dropcaps round=”no”]IX[/dropcaps] “El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto” (Apocalipsis 11:14).

⇒ A. Estas palabras resaltan la secuencia en términos del tiempo que une los tres ayes. Tener siempre presente esta secuencia es de vital importancia para la interpretación acertada de las profecías reveladas a través de ellos. Un “Ay” sigue, naturalmente, al otro en la línea del tiempo. El segundo ay “pasó”; el tercero “viene pronto”. Cambiar la secuencia resulta en interpretaciones erróneas de las profecías.

⇒ B.  “…el tercer ay viene pronto.” Quiere decir que es breve el lapso de tiempo entre el segundo “¡Ay!” y el tercer “¡Ay!” Tal vez, brevísimo.

⇒ C.  Tan pronto comience el séptimo ángel a sonar la Séptima Trompeta, el tiempo ya no será más (Apocalipsis 10:6-7). Enfatizamos una vez más que esta verdad significa que los últimos eventos del segundo “ay” ocurren durante los días que preceden inmediatamente el fin del tiempo.

SÉPTIMA TROMPETA (Apocalipsis 11.14 – 19)

El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.

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