Colosenses 3.5 – 17
Dios conoce la vida de cada ser humano en su creación, él sabe la condición en la que cada uno de nosotros nos encontramos, y por su misericordia y bondad seguimos en pie y nos da su bendición; pero también nos da el consejo, para que nos vaya bien en la vida, para que sepamos vivir el tiempo que él nos concede a cada uno en particular. Esto es porque Dios siempre ha estado interesado en que el ser humano se salve y le reconozca, le ame y le acepte, como padre, como amigo, como hermano, como familia, como Dios; y de esa forma brindarnos también la oportunidad que necesitamos para mejorar en todas aquellas cosas que hasta ahora han estado deficientes en nosotros.
I. LAS COSAS QUE DEBEMOS DEJAR.
A- Dios nos aconseja dejar los pecados de orden carnal o terrenal.
- Fornicación: Actos sexuales fuera del matrimonio legítimo en Dios.
- Impureza: Contaminar la naturaleza que Dios nos dio con cosas inmundas.
- Pasiones desordenadas: Descontrol de nuestro cuerpo por voluntad propia.
- Malos deseos: La existencia del mal en la mente y corazón de una persona.
- Avaricia: Es un afán desordenado de acumular riquezas para atesorarlas como sea.
- Idolatría: Cuando alguien o algo, ocupa el lugar de Dios.
B- Dios aconseja dejar los pecados de orden moral o de conducta.
- Ira: Es un apetito o deseo de venganza con violencia, cuando no nos parece algo.
- Enojo: Es una molestia o un pesar por algo que ha sucedido y que nos afecta.
- Malicia: Intención oculta relacionada con la maldad, con el propósito de dañar al prójimo.
- Blasfemia: Injuriar a alguien o a Dios, causar enojo por medio de una mentira.
- Palabras deshonestas de nuestra boca: Hablar palabras ociosas que no edifican.
II. LAS COSAS QUE DEBEMOS HACER.
A- Un cambio interior, que incluya:
- No mentir los unos a los otros, no hacer un hábito el mentir, el que miente no es de Dios.
- Despojarnos de la vieja personalidad que teníamos, dejar la mundanalidad.
- Renovarnos cada día en el conocimiento de Dios para nosotros.
- Poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.
- Practicar valores como: amor, bondad, misericordia, humildad, mansedumbre y paciencia.
B- Un cambio de actitud hacia las demás personas (nuestro prójimo)
- Soportándonos unos a otros.
- Perdonándonos unos a otros.
- Poner cualquier queja en las manos de Dios.
- Vestirnos de amor para alcanzar la perfección de Dios.
- Permitir que la paz de Dios, gobierne nuestros corazones.
- Ser agradecidos con Dios y con todos y todas.-
APLICACIÓN:
- Que la palabra de Dios habite y abunde en nuestros corazones, acordándonos de él siempre.
- Exhortémonos los unos a los otros en toda sabiduría, alabando a Dios en nuestros corazones
- Seamos agradecidos con Dios, reconociendo que por su voluntad, somos curados y alimentados todo el tiempo y de él recibimos las bendiciones porque él es fiel a nosotros. Gracias a Dios por todo lo que nos ha dado y nos dará!
2 comentarios en “La Vida Antigua Y La Nueva Vida En Cristo”
Muy buena explicación
Excelente mensaje que nos recuerda el propósito para el cual Dios nos llamó