La música e instrumentos musicales

Consideraremos primero la música

Resulta evidente, dadas las frecuentes referencias en el Antiguo Testamento, que la música representaba un papel importante en la cultura hebrea. Según la tradición, Jubal, hijo de Lamec, “fue padre de todos los que tocan arpa y flauta”

“Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta” (Génesis_4:21)

Fue el inventor de la música. La estrecha relación entre las artes pastoriles y musicales se evidencia en el hecho de que Jubal tenía un hermano mayor, llamado Jabal, que fue “padre de los que habitan en tiendas y crían ganados”

“Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados” (Génesis_4:20).

En una etapa posterior la música fue consagrada el servicio del culto en el templo, pero también tuvo expresión secular desde las primeras épocas. Así, Labán reprochó a Jacob el que se fuera secretamente sin darle la oportunidad de amenizar su partida “con alegría y con cantares, con tamborín y arpa”

¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa?  (Génesis_31:27).

Frecuentemente se usaba la música en momentos de regocijo, ocasiones en las que generalmente se la vinculaba con la danza. Había cantos de triunfo después de las victorias en las batallas (Éxodo_15:1 – 21; Jueces_5:1 – 31). Se nos muestra el cántico de Moisés, donde María y las mujeres celebraron la caída del faraón y sus jinetes “con panderos y danzas” y el cántico de Débora y Barac, como jueces de Israel; También Josafat regresó victorioso a Jerusalén “con salterios “arpas”, “cítaras”, y “trompetas” (2° Crónicas_20:28).

“Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehová”

La música, el canto, y la danza eran comunes en las festividades (Isaías_5:11, 12; Amós_6:5).

“¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; ¡que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!  Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos” “gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David”

En particular, constituían rasgos de las fiestas de la vendimia (Isaías_16:10):“Quitado es el gozo y la alegría del campo fértil; en las viñas no cantarán, ni se regocijarán; no pisará vino en los lagares el pisador; he hecho cesar el grito del lagarero” Y de las celebraciones matrimoniales (1 Macabeos 9:37 – 39).

“Poco tiempo después comunicaron a Jonatán y su hermano Simón: –Los hijos de Jambrí celebran una gran boda; a la novia, hija de uno de los ricos de Canaán, la llevan desde Madabá en un gran cortejo. Recordando el asesinato de su hermano Juan, subieron a ocultarse al reparo del monte. De pronto vieron aparecer en dirección hacia ellos y en medio de un gran gentío que llevaba regalos, al novio, que avanzaba hacia el cortejo de la novia con sus amigos y parientes, al son de la música, de tamboriles y otros instrumentos”

Los reyes tenían cantores e instrumentistas (2 Samuel_19:35;): “De edad de ochenta años soy este día. ¿Podré distinguir entre lo que es agradable y lo que no lo es? ¿Tomará gusto ahora tu siervo en lo que coma o beba? ¿Oiré más la voz de los cantores y de las cantoras? ¿Para qué, pues, ha de ser tu siervo una carga para mi señor el rey?”

(Eclesiastés_2:8): “Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música”

Los jóvenes en las puertas se entretenían con música (Lamentaciones_5:14): “Los ancianos no se ven más en la puerta, Los jóvenes dejaron sus canciones” Hasta la ramera aumentaba sus poderes de seducción con el canto (Isaías_23:16): “Toma arpa, y rodea la ciudad, oh ramera olvidada; haz buena melodía, reitera la canción, para que seas recordada” La música se usaba en momentos de duelo como también en los de alegría. La endecha que constituye el libro de Lamentaciones y el lamento de David por Saúl y Jonatán (2 Samuel_1:18-27), son ejemplos notables. Se hizo costumbre contratar plañidores(personas que fueran lastimeras o llorosas),  profesionales para que colaborasen en los funerales. Entre ellos siempre se incluían los flautistas (Mateo_9:23-24): “Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él

Según Maimónides, (descendiente de jueces rabínicos e historiador hebreo), el esposo más pobre debía contratar por lo menos dos flautistas y una mujer plañidera para el funeral de su mujer.

Así como la música formaba parte integral de la vida social, ella tenía, también, su lugar en la vida religiosa. 1 Crónicas_15:15-24: “Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová. Asimismo dijo David a los principales de los levitas, que designasen de sus hermanos a cantores con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, que resonasen y alzasen la voz con alegría. Y los levitas designaron a Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf hijo de Berequías; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, a Etán hijo de Cusaías. Y con ellos a sus hermanos del segundo orden, a Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom y Jeiel, los porteros. Así Hemán, Asaf y Etán, que eran cantores, sonaban címbalos de bronce. Y Zacarías, Aziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Maasías y Benaía, con salterios sobre Alamot. Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed-edom, Jeiel y Azazías tenían arpas afinadas en la octava para dirigir. Y Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto, porque era entendido en ello. Berequías y Elcana eran porteros del arca. Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios; Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca. David, pues, y los ancianos de Israel y los capitanes de millares, fueron a traer el arca del pacto de Jehová, de casa de Obed-edom, con alegría. Y ayudando Dios a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, sacrificaron siete novillos y siete carneros. Y David iba vestido de lino fino, y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un efod de lino. De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas y trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas. Pero cuando el arca del pacto de Jehová llegó a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, mirando por una ventana, vio al rey David que saltaba y danzaba; y lo menospreció en su corazón”

Esto contiene un relato detallado de la organización por David del coro y la orquesta levíticos. Aparte de este pasaje sólo hay referencias dispersas e indirectas al uso de la música en el culto religioso, y hay pocos elementos que sirvan para obtener una impresión clara del carácter del servicio musical en el templo.

De la naturaleza de la música que tocaban los músicos no tenemos información alguna. No se sabe con seguridad si tenían algún sistema de notas. No se ha conservado ningún sistema identificable. Se han hecho intentos de interpretar los acentos del texto como una forma de notación, pero sin éxito. Dichos acentos constituían una guía para el recitado más bien que para la música, y de todos modos son de origen tardío. Si bien no tenemos elementos de comprobación en cuanto a la música instrumental del templo, podemos descubrir por la forma de los salmos que estaban destinados a ser cantados en forma antifonal, ya sea por dos coros (Salmos 13; 20; 38), o por un coro y la congregación (Salmos 136; 118.1-4). Parecería que después de la cautividad los coros se formaban con un número igual de voces masculinas y femeninas (Esdras_2:65): “Sin contar sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras” Pero no está claro si cada uno de los coros era de voces mixtas, o si uno era de voces masculinas y el otro de voces femeninas. Probablemente lo que hacían era entonar más bien que cantar, si bien no se sabe cómo entonaban, y con toda seguridad sería algo muy diferente del canto eclesiástico moderno.

El Nuevo Testamento habla de tres géneros de cánticos: los salmos, los himnos y los cánticos espirituales (Efe_5:19):hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Colosenses_3:16): “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” Después de la cena de la Pascua, la noche en que fue entregado (Mateo_26:30), Cristo y sus discípulos cantaron «el himno», indudablemente el Hal-lel, que comprende los Salmos 113-118. El nombre Hal-lel procede del término hebreo traducido al castellano por Aleluya («alabad a Jehová»). Los judíos cantaban el Hal-lel durante la celebración de la Pascua. Los primeros cristianos cantaban en el culto público, y privadamente, para expresar su adoración a Dios, para edificarse, para fortalecerse (Hechos_16:25) “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían” (1 Corintios_14:26): “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación

 La métrica griega de Efesios 5:15; 1 Timoteo_3:16 (comparamos Apocalipsis_15:3-4), ha permitido reconocer en estos pasajes fragmentos de himnos cantados por los primeros cristianos. Al comienzo del siglo II d.C., bajo el reinado de Trajano, Plinio el Joven informa que los cristianos de Bitinia cantaban en honor de Cristo, y que lo adoraban como Dios (Plinio, Ep. X.96). En el cuadro que presentamos se puede ver hasta qué punto los autores del Nuevo Testamento usaban materiales antiguos para expresar los nuevos hechos sucedidos en relación con el cumplimiento de los propósitos de Dios en Cristo. Así, el cántico de María es un himno que ella entona a Dios, al efectuar en su día el anhelado cumplimiento de las profecías del pasado.

 

Los himnos se usaban como expresión espontánea del gozo cristiano, como medio de instrucción en la fe (Colosenses_3:16), y, siguiendo la práctica en las sinagogas, como parte integral del culto de la iglesia.

Los comentaristas han descrito algunos otros pasajes como himnos, debido a que la majestuosidad del asunto ha llevado al escritor a usar lenguaje poético, por ejemplo 1 Corintios 13; Romanos_8:31-39; Efesios_1:3-14; Filpenses_2:5-11; pero no hay ninguna seguridad de que jamás se les haya puesto música o se los haya recitado litúrgicamente. En Efesios_5:14; 1 Timoteo_3:16; 2 Timoteo_2:11-13; Tito_3:4-7 se han detectado fragmentos de credos o de fórmulas litúrgicas.

No se tienen datos sobre las notas que utilizaban y si tenían alguna forma escrita para señalarlas. Ciertas acentuaciones en los salmos sólo tienen por propósito ayudar a la recitación. Todavía no se sabe con certeza cuál es el significado de la palabra “selah” que aparece en varios salmos, aunque se sugiere en la Misná que se trataba de una pausa para que la congregación realizara alguna otra acción de culto durante ella. En los encabezamientos de algunos de los salmos se leen ciertas palabras de difícil interpretación, y piensan algunos que son una referencia a instrumentos musicales y otros a posibles tonadas muy conocidas. La actividad musical es equiparada a la profecía. Los músicos estaban “para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos”. Asaf “profetizaba bajo las órdenes del rey” (1 Crónicas_25:1-3). Tan famosos se hicieron los levitas cantores y la música israelita que, en Babilonia, adonde fueron llevados exiliados, los caldeos les pedían: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion (Salmos_137:3): “Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion”

LA MÚSICA EN LA ADORACIÓN DE LA IGLESIA

Al comparar la adoración que se ofrecía a Dios en la iglesia primitiva, observamos que dista mucho de cómo se hace hoy día; las personas han adaptado la vida mundana a la vida cristiana y todo lo ven bueno desde su punto de vista. ¿Sabías que la palabra “adoración” no se encuentra en la Biblia (por lo menos, en la versión Reina-Valera de 1960)? ¡Sorprendente!, ¿verdad? Ahora, sí aparece la palabra “adorar”, unas 150 veces.

Detrás de esos 150 textos hay seis palabras hebreas, arameas y griegas. La idea principal es la de postrarse ante Dios. La verdadera adoración consiste en postrarse ante Dios (no necesariamente físicamente, pero sí en el corazón). Y la adoración falsa consiste en postrarse ante cualquier ser o cosa que no sea Dios. A lo largo de la Biblia hay muchos ejemplos de ambos tipos de adoración. Esta idea (de postrarnos ante Dios) nos habla de su santidad y grandeza, de nuestra pecaminosidad y pequeñez y del santo temor que debemos sentir ante Él. O sea, de su gran dignidad y de nuestra gran indignidad.

Alabar es “elogiar, celebrar con palabras”. Alabamos a las personas que más amamos. Alabar a alguien es reconocer sus virtudes, quedarnos impresionados e impactados por esas virtudes y alabarle por ellas (¿Es Jesús nuestro motivo de la alabanza?). Y alabamos al Señor por sus muchas y maravillosas virtudes, sea de forma directa: “Señor, ¡qué grande eres!”; o de forma indirecta: “¡Qué bueno es el Señor!”

La letra de muchos de los himnos y canciones que cantamos es alabanza al Señor: “¡Santo, santo, santo, Señor omnipotente!”; “¡Cuán grande es Él!”; “¡Grande eres tú!; ¡grandes son tus obras!”; “¡Tu fidelidad es grande!”; etc.

Pero: (1) No todas las canciones o himnos son de alabanza: “¡Avívanos, Señor!”; “¡Firmes y adelante!”; “¡Grata certeza!”; “Acéptame como ofrenda de amor”; “Como el ciervo busca por las aguas”; “Hoy te rindo mi ser”; etc. (2) Cantar al Señor no es la única forma de alabarle; también le alabamos orando, hablando entre nosotros acerca de Él, y con nuestras vidas.

En la Biblia, el papel de la música para el pueblo cristiano cumple la función de alabanza, adoración y glorificación de Dios. Un ejemplo se halla en el capítulo 150 del libro de los Salmos, donde se hace una exhortación a alabar a Dios con instrumentos musicales de viento, de cuerda y de percusión. Sin embargo, hay una ordenanza que fue dada al pueblo de Dios por medio del profeta Amós; la cual dice de la siguiente manera:

Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos” Amós 5.23

En el Nuevo Testamento, el uso que los apóstoles y los seguidores de Cristo hacen de la música cristiana demuestra su carácter como forma de culto, enaltecimiento, y agradecimiento a Dios. Sin duda alguna, nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles que le acompañaban, ofrecían a Dios su alabanza cantada, es decir un cántico espiritual que llenara todas las necesidades que tenían. No hay evidencia alguna en la que se nos indique que se usaban instrumentos musicales para acompañar la música religiosa que se cantaba; y es de hacer notar que se le manda a la iglesia a “cantar con gozo en vuestros corazones al Señor; con salmos e himnos y cánticos espirituales” No hay ninguna referencia que indique el tocar instrumentos de música para alabar a Dios en el culto litúrgico.  ¿Por qué Jesús ni los apóstoles después de él ordenaron el tocar instrumentos en el culto a Dios? Es difícil dar una respuesta exacta, pero se infiere que Jesús vino a dar cumplimiento a la ley y a los profetas. Con el paso de los siglos, cada vez más grupos religiosos han adoptado la música instrumental en su adoración a Dios. De hecho, la música instrumental ha llegado a ser tan común en la comunidad religiosa moderna que muchos la consideran una marca distintiva del cristianismo. La contaminación es tal, que no se diferencia por los ritmos.

Muchos eruditos, teólogos y pensadores entre los cuales se pueden mencionar a: Justino Mártir, Orígenes de Alejandría, Eusebio de Cesárea, Niceto de Remesiana, Agustín de Hipona, Teodoro de Ciro; entre otros concluyen que: En cuanto a los últimos siglos pasados, podemos llegar a la misma conclusión “La música instrumental no fue un tema de discusión entre las iglesias. La mayoría de denominaciones no usaba instrumentos musicales, y muchas enfrentaron controversia similar a la que el Movimiento de la Restauración enfrentó”.

Por tanto, el enfoque religioso común moderno que sugiere que los instrumentos musicales son una característica peculiar de la adoración cristiana, simplemente refleja un conocimiento escaso de la historia de la iglesia durante la mayor parte de su existencia religiosa. Sin embargo, las personas son libres de ofrecer a Dios, como ellos quieran, pero eso no indica que Dios se agrade de una adoración que él, no ha ordenado; pues mucha de la música que se “toca” hoy en las iglesias [no la que se canta] lleva como propósito agradar el oído, satisfacer la carne (alegrar el culto), porque consideran que, sin el uso de los instrumentos en el culto, todo sería aburrido. Bien haremos en recordar las palabras del apóstol Pablo:

Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” Gálatas 1.10

LOS APLAUSOS (BATIR LAS MANOS): En cuanto a esto hay solo once versículos en la Biblia que nos hablan de distintas circunstancias; éstos son:

Números 24:10 –  Job 34:37 –  2º Reyes 11:12 – Lamentaciones 2:15 –  Ezequiel 21:14 –

Ezequiel 21:17 – Ezequiel 25:6 – Nahúm 3:19

Es muy notable y significativo que de batir de palmas o aplausos en el pueblo de Dios no era una cosa común y corriente en la alabanza y la adoración a Dios. Notemos los siguientes tres versículos que son los únicos en la Biblia que incluyen el aplauso en la alabanza y adoración a Dios:

Salmos 47.1 – Salmos 98:4  – Isaías 55:12 – Sin duda el Antiguo Testamento no aplica como mandamientos para la iglesia; por lo cual no debemos olvidar lo que nos aconseja el escritor del libro a los hebreos que nos dice:

“Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” Hebreos 13.15

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1 comentario en “La música e instrumentos musicales”

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