…Más no todos obedecieron al evangelio; pués Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos, 10:16-17
La fe, no es algo que se pueda ver o tocar; no es algo que usted va a encontrar en la tienda de la esquina o que se la van a llegar a ofrecer por toneladas a su hogar; La Biblia dice que: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”-Heb. 11.1
La gente en el mundo, desarrolla distintos tipos de fe, unos creen en los dichos de los hombres; es decir cifran su confianza en las palabras de un clérigo religioso o de un lider espiritual; y lo que ellos creen, no se puede cambiar; en algunos se arraiga tanto esa forma de creer, que están dispuestos a ofrendar sus propias vidas debido a su fe. Otros creen en la superchería y la santería, que son formas de como Satanás el príncipe de este mundo, llega hasta las vidas de los seres humanos; De todo esto decimos entonces que la fe es creer en algo que no se puede ver y tener la seguridad de que algo sí va a ocurrir.
La Biblia, el libro sagrado de Dios, nos invita a tener fe en Dios, a creer en él, aunque no le podamos ver o tocar. Aunque si se puede afirmar que se le puede sentir en nuestras vidas. Él es un Dios que puede hacer todo posible, aunque para el hombre parezca imposible. Un día vinieron los discípulos de Jesús y le pidieron un favor diciendo: “Señor, auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvieras fe como un grano de mostaza, podríais decir a este Sicómoro: Desarráigate y plantate en el mar; y os obedecería.-”