Lucas 13.1 – 5
En algún momento de nuestra vida, somos conscientes de que le hemos fallado a alguien y eso nos hace sentir muy mal, quizás indeseables para nosotros mismos y las demás personas que nos rodean; en la Biblia nos enseña Dios que “todos le hemos fallado a él” pero también dice que todos podemos ser perdonados si nos arrepentimos y nos volvemos del mal camino; Si hemos alcanzado la misericordia de Dios, que es quien nos conserva la vida hasta hoy; no es porque seamos mejores personas que los demás, sino porque Dios tiene gran misericordia con nosotros; Es decir que no estamos vivos solo porque si, sino que Dios nos está dando una oportunidad para que podamos arreglar todo aquello que está mal en nuestras vidas. Compárese Proverbios 28.13 – 14
I- TESTIMONIO DE LA MALDAD A NUESTRO ALREDEDOR.
A- Lo que la gente manifiesta a nuestro alrededor.
1. La gente se maravilla de la maldad que se manifiesta a diario.
2. La gente siente inseguridad en todo momento.
3. La gente cuenta historias trágicas, inclusive a Jesús.
4. Pilatos, un gobernador despiadado.
B- Los accidentes ocurren a nuestro alrededor.
1. La vida física es el don más preciado que una persona posee en este mundo.
2. La vida física es bastante frágil y puede perecer en cualquier momento.
3. En aquél tiempo le decían a Jesús sobre un accidente de una torre en Siloé.
4. Los tiempos en que nos ha tocado vivir son difíciles, porque se han perdido los valores y el respeto por la vida humana.
II- LA RESPUESTA DE JESÚS A LO QUE OCURRE A NUESTRO ALREDEDOR.
A- Las personas que padecen dificultades.
1- Los que padecen tales cosas, no es porque sean más pecadoras que los demás.
2- La culpabilidad de una persona no se manifiesta por las angustias que le pasan en esta vida.
3- La culpa de pecado la carga cada persona.
4- Los pecadores tienen oportunidad de conciliar con Dios solo a través de Jesucristo.
5- La advertencia de Jesús nos dice que la gente que no se arrepienta perecerá igualmente.
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN
Dios quiere que el hombre comprenda y atienda el peligro en el que se encuentra, porque la muerte física es solo la separación del cuerpo del alma, del aliento de vida que Dios puso en nosotros, es dejar de estar presentes en nuestra apariencia física; pero al morir, también se termina la oportunidad de arrepentirnos y de volvernos hacia Dios y quedamos totalmente muertos pues se apodera del ser humano también la segunda muerte o también llamada “muerte espiritual” que consiste en la separación entre el alma del ser humano y Dios, es la perdición completa.- Usted aún tiene oportunidad de volver hacia Dios.- compárese I Timoteo 2.3 – 4