TEXTO CLAVE:“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” 1ª Corintios 15.13 – 14
CONCEPTO CLAVE: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”1ª Corintios 15.21 – 22
OBJETIVOS EDUCATIVOS:Al finalizar la clase las hermanas y los hermanos podrán:
- Reconocer que la fe de la resurrección de los muertos es fundamental para la fe del creyente.
- Describir y comprender que la resurrección es el momento pleno del cumplimiento de las promesas de Cristo.
- Identificar las resurrecciones mostradas como ejemplo en La Biblia.
- Agradecer a Dios por darnos la oportunidad de estar con él para siempre.
INTRODUCCIÓN: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 1ª Corintios 15.51 – 52
RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS
El concepto de la resurrección aparece en diversas maneras en la historia de las religiones. A veces se concibe como el despertar del alma del sueño de la muerte, a veces como la esperanza de que los muertos serán resucitados al final del mundo presente y, en ocasiones, como una resurrección colectiva de los justos luego del juicio. Hay ideas semejantes a estos conceptos de la Biblia, pero la resurrección tiene en ella un contenido y significado propios de la revelación que le son dados principalmente por la RESURRECCIÓN de Jesucristo.
La idea de la resurrección no es prominente en el Antiguo Testamento. Se le encuentra principalmente en los escritos posteriores.Es posible afirmar, sin embargo, que lo primero que aparece en el Antiguo Testamento es la esperanza de una resurrección (en sentido figurado, una reconstitución) del pueblo de Israel después del cautiverio. Véase (Oseas_6:1 – 11). Y, aún más, el profeta Isaías prevé una resurrección de los muertos para participar en la restauración del pueblo.
“Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos” Isaías 26.19
“Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis” Ezequiel 37: 4 – 5
No hay duda de que el Antiguo Testamento afirma que el poder del Señor se extiende también a la morada de los muertos: “Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y hace subir” 1º Samuel 2.6
Por ello, aunque algunos pasajes discutidos pueden referirse a la liberación de un peligro inminente de muerte, está ya presente en ellos la esperanza de la resurrección que en Dananiel_12:2 se afirma con toda claridad.
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” Daniel 12.2
Otros pasajes del Antiguo Testamento que podemos citar también son:
Aunque el Antiguo Testamento no presenta una doctrina sistemática de la resurrección, afirma sin dudas el poder del Señor, cuya justicia y misericordia no pueden ser detenidas por la muerte.Hablaremos aquí de la inmortalidad del alma; la vida que no cesa, aquella que no es mortal. La muerte es una intrusión en la historia. No obstante, en Isaías_25:8 se promete: “Destruirá [Dios] a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros”. La profecía de Isaías_53:10(“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días…”) no era algo que se entendía con claridad, pues hablaba de la muerte y de una vida posterior.
Fue el Señor Jesús quien “quitó la muerte y sacó a luz la vida y lainmortalidad por el evangelio” (2ª Timoteo_1:10). Es en el Nuevo Testamento donde se trata de la inmortalidad. Los términos griegos que se utilizan son athanasia y aphtharsia. Dios es el “único que tiene inmortalidad.” (1ª Timoteo_6:16). Dios da “vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra einmortalidad” (Romanos_2:7). El adjetivo aphthartos se emplea para señalar la idea de “cosa que no se corrompe” (“… y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible…” [Romanos_1:23]; “… para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” [1ª Corintios_9:25]).
En 1ª Corintios_15:53-54 se lee: “Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción…. y esto mortal se haya vestido deinmortalidad” La referencia aquí es a un cuerpo que no morirá, el cual Dios dará a los suyos en la resurrección. Por eso Pedro dice que la herencia del cristiano es incorruptible (1ª Pedro_1:4).La idea de inmortalidad que así se propaga hace énfasis en que el alma sigue existiendo aun después de la muerte. Como se ha dicho, sólo Dios es inmortal. Pero él tiene el poder de trasmitir su inmortalidad a los seres mortales. Eso lo hace en una forma que abarca a todo el hombre, espíritu, alma y cuerpo. Eso responde a la cuestión sobre la creación del ser humano, pues Dios nos hizo a su imagen y semejanza; ¿en qué somos semejantes a Dios? ¿Tendrá algo que ver nuestra forma física?
Solo los saduceos niegan totalmente la resurrección (Marcos_12:18; Hechos_23:8; 26.8).
“Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas” Hechos 23.8
Según los Evangelios, el Maestro afirma la resurrección y la fundamenta en el poder y la voluntad de Dios (Mateo_22:31…); por tanto, rechaza los conceptos burdos y materialistas al respecto.
“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; más los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven” Lucas 20. 34 – 38
Compárese (Marcos_12:18-27). Las resurrecciones que Jesús mismo realiza (Marcos_5:35-42; LA HIJA DE JAIRO, Lucas_7:11-17; EL HIJO DE LA VIUDA DE NAÍN, Juan_11:1-44) LÁZARO DE BETANIA, no son aún la resurrección definitiva, sino una señal de la presencia del Reino de Dios (Lucas_7:16) en la persona de Jesucristo; manifiestan su poder sobre todas las fuerzas enemigas, incluso la muerte, la gente exclamaba diciendo: “Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo” En el cuarto Evangelio se destaca que el que cree en Jesucristo ya tiene una vida nueva, “resucitada”, que se revelará en la resurrección final (Juan_6:39, 44, 54; Jua_11:17-27, etc.).
“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6.39, 44, 54)
La resurrección del Señor Jesucristo, es la manifestación cumbre del triunfo sobre la muerte (1ª Corintios_15:25—). Con ella comienza una nueva era, “los tiempos del fin”, y el creyente, que por la fe se incorpora a Cristo, participa del poder de esa nueva vida, el poder de la resurrección y por tanto comparte la vida del Resucitado y su triunfo sobre la MUERTE (Juan_14:19; Hechos_26:23; Efesios_2:5; Colosense_1:18). El cristiano vive en la seguridad de la resurrección (1ª Corintios_15:20-36; 2ª Corintios_4:14; Colosenses_1:18), ya que el Espíritu Santo es agente de la misma, es decir de la resurrección (Romanos_8:11). La resurrección es la doctrina básica que le da sentido a la esperanza que hay en el creyente. En ella se siembra un cuerpo animal y resucitará un cuerpo espiritual. Y esto también es símbolo y semejanza del bautismo.
“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” Romanos 8.11
En el Nuevo Testamento es realmente poca la especulación acerca del modo y características de la resurrección. Frecuentemente se ilustra con símbolos y figuras corrientes en el ambiente: vestiduras blancas, o fragancia y luminosidad que representan lo nuevo, puro y glorioso de la nueva vida. Véase (1ª Corintios_15:41…, 53…; 2ª Corintios_2:15; Apocalipsis_3:5; 6:11; etc.), la semilla que brota o el despertar del sueño (Juan_12:24; Efesios_5:14; 1ª Tesalonicenses_4:13-17). Por lo cual dice:Despiértate, tú que duermes,Y levántate de los muertos,Y te alumbrará Cristo.
En Apocalipsis encontramos también la idea de dos resurrecciones (20.4…), pero en otros escritos se habla de una sola y un juicio (Juan_5:28…). Lo que se destaca es, en todo caso, la participación de los creyentes en la victoria de Cristo (Romanos_5:17; 2ª Tesalonicenses_1:10; Apocalipsis_20:4).
Y como en otros aspectos del tema, Jesucristo es el modelo y señal de la nueva vida: seremos semejantes a Él; veremos a Dios cara a cara; permanecerá el amor; esto es lo más importante acerca de la nueva vida. Dios dispone un cuerpo espiritual porque es el que mejor conviene a la expresión del Espíritu.
Con respecto a un “estado intermedio”, entre la muerte y la resurrección, Pablo utilizala imagen del sueño. Véase (1ª Tesalonicenses 4.13 – 17).No se describe la naturaleza de ese estado, pero sí se afirma que el creyente está con Cristo, y por tanto, es una experiencia positiva y gozosa (Filipenses_1:22). Finalmente, hay que señalar que en el Nuevo Testamento la esperanza de la resurrección, lejos de conducir a un descuido de las tareas y responsabilidades de esta vida, les da sentido y estímulo. El creyente anticipa en esta vida, en fe, esperanza y amor, la calidad de vida que aguarda plenamente en la resurrección.
Es el principio fundamental de los tratos de Dios en gracia hacia el hombre, por cuanto el hombre está bajo sentencia de muerte, y en la muerte misma, debido al pecado (Efesios_2:1, 4-6; Col_3:1-4, etc.). El Señor habla de «resurrección para vida» (Juan_5:29). El orden de la resurrección definitiva, dejando a un lado las resurrecciones «temporales» con que Dios manifestó su poder, es: «Cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin…» (1ª Corintios_15:23-24). Este «fin» es evidentemente el levantamiento de los malvados a juicio, o, en otras palabras, «a resurrección de condenación» (Juan_5:29). El retomo de Cristo a una vida corporal glorificada, tres días después de su muerte, constituye, junto con la cruz, la base misma del Evangelio (1ª Corintios_15:3-4). Sin este hecho glorioso, la fe del cristiano sería totalmente vana.
En las Escrituras se enseña claramente que habrá dos resurrecciones: la de los creyentes, para vida eterna, y la de aquellos que no se han acogido al Salvador, para juicio y confusión eterna (Daniel_12:2; Juan_5:28-29; Hechos_24:15; Apocalipsis_20:4-5). De aquí aprendemos que:
- Unos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua. (Daniel 12.2)
- Los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida, más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. (Juan 5.28-29)
- Habrá resurrección de muertos, tanto de justos como de injustos. (Hechos 24.15)
- Que hay dicha para quienes tomen parte en la primera resurrección. (Ap. 20.5-6, 1ª Ts. 4.16 – 17)
La fe de la resurrección requiere que la espiritualidad del creyente confíe en Dios, y que además prepare su camino, mientras está en esta vida, desde donde de alguna manera comienza su resurrección para vida eterna, porque debe participar de los símbolos mientras está en esta tierra; Jesús nos enseña y el apóstol Pablo añade diciendo:
PREGUNTAS PARA ESTUDIO Y ANÁLISIS
¿Qué sucede o sucederá con los no creyentes? Y ¿Qué pasa o pasará con los que no se bauticen para el perdón de sus pecados (Hch. 2.38)? ¿Experimenta el cristiano una vida nueva en Cristo? ¿Se le podría considerar como resucitado?
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