Malaquías 1.6 – 14 ; 2.17; 3.13 – 18
Tal vez el título parezca extraño, pero no lo es, en su mensaje para la humanidad, Dios ha querido comunicar su sentir, con el propósito que el ser humano comprenda la importancia de estar bien con Dios, sabiendo que nuestra cuenta fue saldada por el sacrificio de Jesús en la cruz. Cuando las personas vivimos protestando y renegando de nuestra condición en la que nos encontramos, al no aceptar la voluntad de Dios para nuestras vidas y nos manifestamos haciendo señalamientos que ponen en entre dicho a Dios, a su obra en la Tierra y al ministerio de Jesucristo, entonces Dios se entristece porque pareciera que no entendimos el mensaje que él quiso darnos.
En la Biblia nosotros leemos: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8.28
Es bonito leer esto y tomarlo para nosotros, pero si lo entendemos es mejor aún; pues se encierra no solo un gran mensaje, sino una enseñanza de vida, primeramente porque las condiciones para participar son:
a. La seguridad de saber que la persona ama a Dios y que por lo tanto está dispuesta en cuerpo y alma para él, en lo que disponga.
b. Otra condición es estar seguros que todas las cosas son para bien, aunque no lo parezcan, es decir aunque todo esté yendo mal, la persona debe aprender a confiar en Dios.
c. Otra condición es saber que hay un propósito al ser llamados. Ese propósito lo encontramos en la Biblia en I Timoteo 2.4 “el cual [Dios] quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”
Con esto en mente analicemos un poco lo que Dios nos enseña por medio del profeta Malaquías, referido a la relación que debe existir entre él y los seres humanos:
- “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? Y si soy señor, ¿dónde está mi temor? Dice Jehová de los ejércitos a vosotros oh sacerdotes que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Había una ley a la que Jesús hace referencia en su ministerio, referido a honrar a los padres y darles bendición, dicha ley estaba escrita en Éxodo 21.17, cuando Jesús se refiere a ella en Marcos 7.10 indica que honrar a los padres terrenales es un mandamiento, al mismo tiempo obedecerles y temerles; y si alguno se atrevía a maldecirlos, entonces la orden era que debían morir irremisiblemente. Dios hace aquí un reclamo: Si soy padre, donde está mi honra. Y si soy señor, dónde está mi temor! La mayoría de las personas seudocristianas de éste tiempo, toman a Dios como un juguete, como algo, no como alguien, consideran a Dios como algo adaptable a la forma de vida de cada quien. Y de esa forma menosprecia lo que Dios es: GRANDE Y TEMIBLE.
Cuando preguntaron ¿en qué hemos menospreciado tu nombre? Dios no se tarda en responderles la razón y haríamos bien nosotros en prestarle mucha atención a las palabras y al sentimiento que ellas encierran para nosotros:
- En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿en qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
La mayoría de las personas religiosas, ve a Dios como una tradición, lo hacen nacer un 25 de diciembre y lo crucifican en marzo o abril, pero Dios es solo eso, un objeto que pueden desechar en cualquier momento y sin cargos de conciencia y ya! Eso es considerar la mesa del Señor despreciable [no importante].
Consideremos algunas preguntas que Dios hace al pueblo:
- Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo pues, a tu príncipe ¿acaso se agradará de ti o le serás acepto? Dice Jehová de los ejércitos.
La violencia contra Dios no viene solamente en palabras, sino también en nuestra conducta, cuando nos portamos como personas desagradecidas, que habiendo recibido bendición, nos hacemos como si nunca la hubiéramos recibido y al ofrecer a Dios y a su obra, ofrecemos lo más despreciable y no lo mejor! Y esto, sabiendo que él siempre busca lo mejor para nosotros, pues las cosas nos ayudan a bien.
- Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿Cómo podéis agradarle si hacéis estas cosas? Dice Jehová de los ejércitos.
La mayoría de las personas solo busca a Dios, cuando necesita de un favor de él, de otra manera, no es buscado; pero es bien interesante el contraste de esta pregunta que Dios nos hace aquí, pues añade: ¿Cómo podéis agradarle si hacéis estas cosas? Cómo se puede venir a Dios con la frente en alto, o con una conciencia tranquila, si lo peor es lo que escogemos para él. He allí la violencia contra él.-
- ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
El apóstol Pablo en su ministerio dijo que cada quién busca su propio beneficio y no lo que es de Cristo de Jesús, Dios hace una pregunta válida: ¿Quién de ustedes hace las cosas, solo porque me ama? No lo hace con otro tipo de intereses, ya sea de sobresalir, o de tener dominio sobre los demás, o por obtener beneficios económicos, que es lo más común; luego añade Dios diciendo: Yo no me complazco con ustedes! Y lo que me traen como ofrenda, no lo aceptaré dice el Señor.-
Después de esto, Dios hace una referencia a su grandeza, dominio y poder; que haremos bien en considerar, porque ciertamente no podemos luchar contra Dios! Y reconocer además que: “Dios no necesita de nosotros; somos nosotros los necesitados de Dios todo el tiempo que él nos conceda en esta Tierra.
- Porque desde donde el sol nace, hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
De eso no nos debe caber la menor duda, solo que la humanidad, prefiere sus teorías, prefiere no reconocer a Dios y la importancia de permanecer en él para siempre! Y el mundo sigue llenándose de luces, de ciencia, de tecnología y confiando en las armas y tantas otras cosas, posiblemente Dios ocupe el último lugar! Cuando ya no le quede esperanza de nada, hasta entonces va a buscar a Dios; si es que le queda tiempo, y si no, se va a la eternidad, sin Dios y sin esperanza.
Porque Dios toma una actitud así con los seres humanos! Realmente es una respuesta a nuestras acciones para con él; pues Dios ve y siente. Proverbios 15.3 , Génesis 6.5 – 6 que él a la humanidad no le interesa y que además ven el sacrificio de su hijo como nada, como una historia bonita, como una tradición a la que hay que ser fiel y ya! Y Dios sabe que él no es eso!
- Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es despreciable.
En este caso se nos muestra la actitud de un siervo a la fuerza, no por voluntad, es decir lo que hacen las personas, solo por vanidad o vanagloria, pero no de corazón sincero para Dios. Él continúa hablando sobre esto y leemos lo siguiente:
- Habéis además dicho: ¡Oh que fastidio es esto! Y me despreciáis dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptare yo eso de vuestra mano? Dice Jehová.
La gente que sirve sin alegría, sin convicción, sin fe, no puede agradar a Dios! Es más según el mensaje recibido, están fastidiados, no hayan puesto en ninguna parte, les parece bien una cosa y mal otra. Y no sientes paz, ni sosiego consigo mismas, ni con Dios, y presentan a Dios lo peor! Pablo el apóstol decía: “que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios! Y que al presentar ofrenda, fuera según se propuso en el corazón, no con tristeza, ni por necesidad; porque Dios ama al que da con alegría! Con la voluntad dispuesta siempre.
En el versículo 14 se lanza una maldición, curiosamente este libro que es el último del antiguo testamento, también termina con una maldición; veamos lo que esta dice:
- Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.
Ay! Del que promete a Dios y no le cumple como lo acordó con él; porque es grande la carga que se impuso él mismo. Si tan solo entendiese el ser humano que su mismo pensamiento y su misma lengua, lo pueden conducir a la eternidad junto a Dios; o tristemente puede también ser trasladado a las cámaras de la muerte. Job 38.17 Proverbios 2.18 – 19 ; 7.22 – 23
Malaquías 2.17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales se complace; o si no ¿Dónde está el Dios de justicia?
Es increíble para algunos, que un mensaje tan antiguo, sea tan moderno, pues aunque se escribió hace mucho tiempo, la gente sigue pensando de la misma manera y hablando como no debe, porque dice que a los malos les va bien, y que Dios se complace en los malos, que es lo mismo decir; como si Dios se complaciera en la maldad, lo cual constituye una aberración de nuestra parte. Y la gente viene al final a considerar a Dios como un Dios injusto! Lo cual sabemos que no es así.-
Consideremos como Dios ve esta actitud como un acto violento de parte nuestra para con él:
3.13 – 18 Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti? Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Decimos pues ahora, bienaventurados los soberbios, y los que hacen impiedad, no solo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon. Entonces los que temían a Jehová, hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí, especial tesoro ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que yo actúe; y los perdonaré como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que le sirve a Dios y el que no le sirve.
APLICACIÓN: Reconozcamos a Dios como lo que él es, anhelemos servir de corazón, de buena voluntad, con ánimo pronto, con la esperanza de recibir la promesa de la herencia eterna de Dios, según su promesa.
“Y esta es la promesa que él nos hizo: La Vida Eterna” 1 Juan 2.25
¡Dios te bendiga! Gracias por compartir este mensaje con nosotros.-