(Desde un enfoque futurista)
Desde hace siglos la gente ha considerado que sus símbolos y figuras son un misterio y no lo han comprendido. Pero el libro del Apocalipsis explica nuestro futuro y lo que podemos hacer ahora como preparación para cumplir nuestra parte ¡en la eternidad!
El libro del Apocalipsis es uno de los libros más importantes del mundo! ¿Por qué? ¡Porque revela el futuro de la humanidad y el futuro del planeta Tierra! Pero contiene símbolos y secretos que desconciertan. ¿Qué quiere decir este último libro de la Biblia? ¿Cómo lo afectará a usted? ¿Cómo afectará su futuro?
El apóstol Juan fue exiliado a la isla de Patmos, en la costa sudoeste de Turquía, que los romanos estaban utilizando como colonia penal. Juan ya había escrito tres de las epístolas que formarían parte del Nuevo Testamento, cuando Dios lo inspiró, alrededor del año 95 de la era cristiana, para que escribiera el libro del Apocalipsis.
Dios le dijo a Juan que escribiera lo que veía, y pronunció una bendición sobre los que estudiaran lo que Juan escribió: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3). Sí, Dios Todopoderoso promete que lo bendecirá a usted si cumple su mandato de leer y escuchar las palabras del Apocalipsis, es decir, si usted “guarda”, o toma en serio lo que está escrito en este libro que es de tan vital importancia.
Juan envió el mensaje de su visión a siete iglesias situadas sobre una ruta de correo en Asia Menor. Esas iglesias continúan teniendo significado para nosotros. Eran Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea (ver Apocalipsis 1:11). Hoy se pueden visitar sitios arqueológicos en esas ciudades de Turquía occidental. El estado espiritual de esas siete iglesias ha sido reflejado en la Iglesia de Dios durante el transcurso de los últimos dos milenios.
El Revelador, Jesucristo, nos dice que aprendamos lecciones de cada iglesia. Siete veces, una vez por cada iglesia, nos dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. ¿Será posible que alguna de estas descripciones concuerde con el estado espiritual de cada uno?
Las siete Iglesias
Jesús describe a la Iglesia en Éfeso de esta manera: “Tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Apocalipsis 2:4). Su advertencia a los efesios es esta: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras” (v. 5). ¿Ha perdido usted su “primer amor” de cristiano?
Esmirna fue una iglesia perseguida. Jesús le dice en Apocalipsis 2:9: “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)… Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (vs. 9-10). ¿Ha resistido usted fielmente los sufrimientos y persecuciones?
Pérgamo, la tercera escala en la ruta, era una ciudad que toleraba doctrinas tendientes a la inmoralidad sexual. Jesús le advirtió: “Arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca” (v. 16). ¿Ha tolerado usted doctrinas falsas?
En cuanto a la Iglesia de Tiatira, Jesús proclamó: “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos… He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella” (vs. 19-22). ¿Ha caído usted en algún tipo de corrupción?
Sardis, la quinta iglesia, estaba “muerta en vida”. Jesús advierte: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete” (Apocalipsis 3:1-3). ¿Tiene usted fe viviente?
Filadelfia era la Iglesia fiel, y Cristo le hizo esta promesa: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la Tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:10-11). ¿Está usted reteniendo la verdad de Dios?
Laodicea, la última iglesia en la ruta postal, era una iglesia tibia. Jesús tiene esta advertencia para los laodicences: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:15-16). ¿Cómo está su fe? ¿Tibia?
Jesucristo desea que escuchemos la totalidad de los mensajes, pues en ellos revela los cambios que debemos hacer en nuestra vida. Siete veces nos dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”, a las siete iglesias.
Los siete mensajes de Cristo también revelan características espirituales y actitudes de la Iglesia cristiana desde los tiempos de Cristo hasta el final de esta era. Quizás estemos viviendo en una era como la de Laodicea, pero individualmente podemos llevar una vida cristiana con la misma actitud de la Iglesia de Filadelfia, amando a los hermanos y contribuyendo para que el mensaje divino de advertencia llegue a un mundo al borde de una crisis sin precedentes, la cual se desatará poco antes del regreso de Jesucristo.
Una visión del trono de Dios
En Apocalipsis 4, Juan escribe su visión del Cielo. Ve nada menos que la sala del trono de Dios con un arco iris en torno al puesto de autoridad del Padre. ¡Qué extraordinario es, y cómo inspira, que Dios nos haya descrito su trono celestial. ¿Piensa usted en ese trono al orar? Los cristianos pueden orar directamente a Dios en el Cielo por medio de su Salvador y Sumo Sacerdote, Jesucristo. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16). Dé gracias a Dios porque usted puede acudir a Él en oración. Mientras lee Apocalipsis 4, no deje de meditar en la majestad y la gloria del trono de Dios.
Apocalipsis 5 trae la visión que tuvo Juan de un rollo sellado con siete sellos. En el primer siglo de nuestra era, los escribas creaban sus manuscritos en largas tiras de papiro o pergamino, que se guardaban enrolladas. Juan escribe: “Vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?” (Apocalipsis 5:1-2).
Entonces Juan llora porque no hay nadie digno de abrir el rollo, hasta que el Cordero de Dios, Jesús, empieza a abrir los sellos. Dios revela nuestro asombroso futuro al decir: “Eres digno [Jesucristo, el Cordero] de tomar el libro y abrir sus sellos porque fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre hombres de todo raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de Sacerdotes, y reinan sobre la Tierra” (vs. 9-10, Biblia de Jerusalén).
Jesús, el Cordero de Dios, derramó su sangre por los pecados de cada ser humano. Quienes sinceramente se hayan arrepentido de sus pecados, y hayan demostrado su fe mediante el bautismo tal como lo manda la Palabra de Dios, han recibido el perdón de sus pecados. ¡Han sido redimidos! Quizás usted haya llegado a un punto en la vida cuando se da cuenta de la necesidad del perdón. Comprende que necesita dar un viraje a su vida, hacer un cambio dramático. Si piensa seriamente hacer el cambio, lo invitamos a hablar con un verdadero ministro de Jesucristo. Puede ponerse en contacto con una de nuestras oficinas regionales, que figuran en este sitio. Quienes se arrepientan y den un cambio en su vida, obedeciendo a su Salvador, tienen ante sí un futuro glorioso. Dios revela nuestro futuro increíble y glorioso. El cristiano fiel heredará la Tierra y todas las cosas, incluido el Universo (Apocalipsis 21:7). Si Dios lo está llamando ahora, ¡es algo que no querrá perderse!
Apocalipsis 6 presenta los primeros cuatro sellos. Estos son los famosos cuatro jinetes del Apocalipsis (vea el recuadro: “La marcha de los cuatro jinetes”). Los cuatro jinetes y sus caballos simbolizan una gran devastación sobre la Tierra. Pero, ¿qué significan exactamente? En su profecía del monte de los Olivos, que se encuentra en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21, Jesús, el Revelador, hace un esbozo de ciertos sucesos proféticos. Estos sucesos proféticos explican los cuatro jinetes del libro del Apocalipsis, que simbolizan Cristos falsos y una falsa religión, la guerra y sus efectos espantosos, las hambrunas que normalmente siguen después de una guerra, y las plagas y enfermedades que suelen aparecer después de una hambruna.
Al mundo le esperan tiempos terribles. Tenemos que estar preparados. Estos cuatro jinetes harán estragos en toda la Tierra. Sí, siempre ha habido guerras, hambre y enfermedades. Pero los cuatro jinetes intensificarán su marcha en los próximos años y veremos muertes y víctimas sin precedentes. No habrá solamente estragos de las grandes guerras sino que los males del terrorismo aumentarán contra las naciones si estas no se arrepienten de su inmoralidad y su iniquidad. Llegará un momento cuando los trágicos sucesos del 11 de septiembre del 2001 parecerán algo pequeño en comparación con los terrores que caerán sobre las naciones.
Luego vendrá el quinto sello. “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la Palabra de Dios y por el testimonio que tenían” (Apocalipsis 6:9). Aquí se describe el martirio de los santos, los cristianos verdaderos. En el primer siglo, el emperador romano Nerón persiguió a los cristianos y los hizo matar. El quinto sello también indica una gran persecución sobre los santos en el tiempo del fin (ver Mateo 24:9).
Luego, Jesús abre el sexto sello, revelando señales celestiales que sacudirán a los pobladores de toda la Tierra. ¿Qué señales son estas? “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto, y el Sol se puso negro como tela de cilicio, y la Luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la Tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla se removió de su lugar” (Apocalipsis 6:12-14). La profecía bíblica habla de una época cuando asteroides y meteoros atravesarán los cielos. Habrá tremendos sismos que sacudirán la Tierra bajo nuestros pies. Hemos visto terremotos y sunamis fuertes en años recientes, pero los que nos aguardan serán mucho más severos, tanto que van a desplazar islas y montes.
Esas señales celestiales dan paso al séptimo sello, conocido como el día del Señor, el tiempo de la ira y el juicio divinos sobre un mundo malagradecido y rebelde, tiempo en que Jesucristo, el Cordero, ejecutará los justos juicios de Dios. ¡El día del Señor también se llama “el gran día de su ira”! (v. 17).
Al abrirse el séptimo sello encontramos que comprende siete juicios: “Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el Cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas” (Apocalipsis 8:1-2). Con sus trompetas, los ángeles anuncian las plagas que asolarán la Tierra.
Estas plagas causarán inmenso sufrimiento a quienes vivan en esa época de tribulación, con excepción del puñado de personas que Dios protegerá en un lugar seguro.
Dios promete bendiciones
Como hemos visto, Dios promete una bendición a quienes estudian su Palabra y se esfuerzan por regir su vida conforme a ella. ¡No deje pasar la bendición de Dios! Lea el libro del Apocalipsis, sabiendo que Él lo bendecirá mientras usted se esfuerza por comprender y practicar su camino de vida. Nuestro mundo actual se encuentra en un estado de peligro y confusión. La profecía bíblica prevé más sismos, sequías, inundaciones, huracanes, erupciones volcánicas y otros desastres naturales. Aun los científicos y los geopolíticos están previendo ya un gran aumento en los desastres ambientales y los conflictos militares según avanza el siglo 21. Están desconcertados, no saben ¿Cómo? ¿Qué? Ni ¿Por qué? Están sucediendo cosas extraordinarias y que si bien han sucedido en el pasado, éstas son más severas, más devastadoras, más letales para la humanidad; pues se prevé tiempos en que los árboles ya no podrán producir sus frutos, la tierra convulsionada, dejará de dar su fuerza al agricultor que lleva la comida a la mesa desde los campos por la gracia de Dios; junto a esto, el avance de las ciencias, pero el desarrollo tecnológico no salvará a la humanidad, aunque el hombre haya puesto su confianza en el dinero, en las máquinas y en las personas. Pues dejó fuera a Dios, de todo su mundo. Llegará el tiempo en que todo dejará de ser.
Nos esperan tiempos penosos. Pero el libro del Apocalipsis también revela la misericordiosa intervención de Dios durante el día del Señor y el regreso del Príncipe de Paz, Jesucristo. Sabemos que la séptima trompeta nos traerá buenas noticias: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el Cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).
Los auténticos cristianos se alegrarán ante ese anuncio, pero las potencias militares y las naciones engañadas no se alegrarán sino todo lo contrario: “Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la Tierra” (vs. 17-18).
El Rey de reyes, Jesucristo, ganará la guerra pese al inmenso poderío militar combinado de una humanidad rebelde. Cristo va a juzgar a las potencias mundiales malignas simbolizadas por las bestias de Apocalipsis 13 y 17. ¿Quién es la bestia de Apocalipsis 13 que parece un leopardo de siete cabezas y diez cuernos, con patas como de oso y boca de león? ¿Quién es la bestia de dos cuernos que parece un cordero pero habla como dragón? ¿Quién es la mujer montada sobre la bestia de Apocalipsis 17?.
Al final, Dios habrá quitado a Satanás el diablo de una vez por todas y el Universo gozará una paz gloriosa por toda la eternidad.
Nos esperan tiempos peligrosos, pero el libro del Apocalipsis nos da esperanza, esperanza de un tiempo cuando el pueblo fiel de Dios deje el sufrimiento, porque la vida antigua pasó y en Dios se renuevan todas las cosas.
¡La marcha de los cuatro jinetes!
El apóstol Juan describe cuatro jinetes que simbolizan un gran engaño y una gran devastación para la humanidad y la vida en la Tierra: “Miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía; Ven y mira. Y salió otro caballo bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la Tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la Tierra, para matar a espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la Tierra” (Apocalipsis 6:2-8).
¿Te gustaría saber más del apocalipsis? ¿Cómo será el fin del mundo? ¿Seguirá existiendo la tierra como tal? ¿Serán restauradas todas las cosas? ¿Reinará Jesucristo sobre la tierra? O ¿será el reinado de Cristo en el cielo y solo vendrá a traer a los escogidos Jn.14.1-6? Permite que sigamos estudiando juntos la Palabra de Dios en este hermoso libro y descubramos y experimentemos juntos las bendiciones que Dios tiene para nuestras vidas.