Tito 3.1 – 8
Mucha gente se pregunta: ¿Qué va a pasar con mi vida si obedezco al Señor Jesucristo? ¿Cómo debo actuar para con mis amigos y demás personas? Dios nos da el consejo, de cómo llevar una vida llena de gracia, para con él y para los demás; el consejo de Dios, es algo que nunca nos ha faltado, pues siempre ha estado al alcance de cada ser humano en esta tierra, lo que sucede muchas veces, es que hacemos prevalecer nuestra voluntad a lo que él demanda de nosotros.
I. DISPOSICIÓN PARA HACER BUENAS OBRAS
A- Sujetos a los gobernantes y autoridades
1. La rebeldía como creyentes en Cristo, ya no debe existir.
2. Que viva en paz, no disgustado con el sistema en que le ha tocado vivir.
3. Que las cosas que haga, las haga con gusto, sabiendo que Dios ve todas las cosas y es justo!
B- Mostrar mansedumbre para con toda la gente.
1. Evitar la difamación (práctica de la mentira en contra del prójimo)
2. No pendencieros, sino amables, de buen testimonio para con la gente.
3. Evitar regresar a la vida anterior, evadirla siempre aunque seamos llamados a ella.
II. COMPARACIÓN DE LO QUE ERAMOS ANTES DE LLEGAR A CRISTO.
A- Algunas conductas que se nos señalan como malas de la vida anterior.
1. Insensatos, rebeldes, extraviados.
2. Esclavos de concupiscencias y deleites diversos.
3. Viviendo en malicia y envidia.
4. Aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.
B- Algunas conductas que se esperan de nosotros como creyentes.
1. Que Dios se manifieste en nuestras vidas; y a través de nosotros a los demás.
2. Que recordemos que Dios nos salvó, no por obras que hayamos hecho, sino por misericordia.
3. Que mostremos a los demás que hemos sido regenerados por Dios.
4. Que justificados por su gracia lleguemos a ser herederos de la promesa de vida eterna.
5. Que en nuestra vida manifestemos la fidelidad de la palabra de Dios y procuremos siempre andar en buenas obras conforme a la voluntad de Dios que nos salvó.
CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:
La vida como creyentes no es fácil, pero tampoco es difícil e imposible de sobrellevar, sabiendo que hay una esperanza de vida para los que sinceramente se acercan a Dios para arreglar sus vidas, Dios nos muestra el camino, que es a través de su Hijo Jesucristo, pero no nos obliga a caminar por ese camino, es un deseo voluntario nuestro de obedecer y apartarnos de todo aquello que pueda afectar nuestra relación con Dios. La persona puede salvarse, puede vivir en armonía con Dios, si tan solo rinde su corazón a su creador hoy!