2 Corintios 10.3 – 5
INTRODUCCIÓN
En la carrera espiritual, la meta es llegar al final y ser aprobado por Dios, para no haber corrido en vano; pues desde hace mucho tiempo se nos ha enseñado diciendo: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis” 1 Corintios 9.24 y también se nos dice que no es el que se alaba a sí mismo el que es aprobado; sino aquél a quien Dios alaba. Véase 2 Corintios 10.18 “porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.