Cuando contemplamos nuestro rostro en un espejo, nos damos cuenta que las cosas cambian cada día, y que el tiempo pasa independientemente si nosotros estamos de acuerdo o no. Pasa sobre nosotros y todo cambia, hasta que llega el momento en que las fuerzas se van, el apetito se va y nos quedan los recuerdos que luego desaparecerán.-
Cuando se es joven y se llega a la flor de la vida, se cree que todo permanecerá así, pero con el pasar del tiempo nos damos cuenta que solo fue un espejismo. Es por esa razón que llega el momento en que tenemos que pararnos en la esquina de la vida, y dar un vistazo hacia lo que hemos hecho, y preguntarle a Dios cuál sea el buen camino para aprovechar nuestra vida en servicio de su voluntad.-
Es por ello que desde tiempos antiguos, Dios envió un mensaje a la humanidad diciendo: “Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento…” Eclesiastés, 12.1
Te acuerdas de tu creador – Cómo son los días en que vives? – Hay contentamiento en tu vida? – Entiendes que es lo que Dios quiere de tu vida? – ¿Cuál es tu decisión?
I – ACUÉRDATE DE TU CREADOR
- Dios quiere que nunca te olvides de él y que nunca se aparte de tu boca su palabra, que te ayudará en el camino de la vida.- Josué 1.8
- Acordarse de Dios, no es simplemente decir: Yo creo que Dios existe, que vive en los cielos, pero no tiene nada que ver con mi vida; porque él es nuestra vida.- Juan, 11.25 – 26.-
- Acordarse de Dios significa: Buscarle y servirle de corazón, por lo que él es y representa en la vida nuestra; es reconocerle que él es Dios y que todo está sujeto a él pues le pertenece, incluso nuestra vida.- Isaías 55.6 – 7
- En la vida del ser humano, hay tiempo para todo, pero tiene que saber ser aprovechado, porque de lo contrario, se irá y no volverá jamás; debes buscar el tiempo para el arrepentimiento.- Isaías, 1.18
- Hoy es tiempo de alegría, porque aún estamos entre los vivos y podemos alegrarnos y disfrutar lo que tenemos: familia, esposa(o), hijos(as), bienes materiales. Pero ¿Qué habrá después? Hebreos, 9.27
II – CÓMO SON LOS DÍAS EN QUE VIVIMOS.-
- Actualmente, reina la violencia por todos lados y la muerte se hace presente en todo lugar y en los distintos niveles sociales, son tiempos difíciles porque los hombres han quebrantado el segundo mandamiento: “amar al prójimo como a si mismo”.-
- Vivimos tiempos peligrosos, donde estamos expuestos todo el tiempo y por ello Dios nos manda a vivir con sabiduría. (Qué haces por tu familia o amigos).-
- La gente busca seguridad y protección, contratan guarda espaldas y agentes de seguridad para proteger su vida, pues comprenden el peligro que corren; pero Dios te dice: “Yo soy tu seguridad y protección” y lo mejor es que no tienes que pagar nada… Salmos, 34.7
- Por ello es nuestro deber y obligación velar por nuestro destino y por la protección de nuestra vida; y el único lugar seguro que tenemos está escondido con Cristo en Dios.- Salmos, 140.1 – 2 “Líbrame, oh! Jehová del hombre malo; guárdame de hombres violentos, los cuales maquinan males en el corazón, cada día urden contiendas”
- Si nuestra vida está con Dios y estamos en comunión con él, no nos preocupa lo que pueda venir, pues estamos consientes de que todo ocurre por su voluntad y debemos aceptarla como tal. “Mirad, pues con diligencia como andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos, por tanto no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor”
III – HAY CONTENTAMIENTO EN TU VIDA…?
- El contentamiento en la vida del ser humano, es un estado de ánimo en el que hay conformidad con lo que se tiene y con lo que Dios nos ha dado.-
- El contentamiento más grande en el ser humano ocurre cuando nos dan el regalo que nosotros anhelabamos.- (coche, casa, bicicleta, televisor, etc)
- La felicidad embarga nuestra vida, pero esa felicidad es pasajera, pues pronto viene el desconsuelo y la tristeza.-
- La tristeza del mundo produce muerte.-
- Pero en Dios la muerte no existe, pues él dice: “Todo aquél que vive y cree en mí, no morirá eternamente…” Juan 11.26
- En la Biblia leemos: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios, es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro” Romanos 6.23
- Esa es una felicidad incomparable, pues alcanzamos a comprender la importancia de ese regalo, de esa dádiva que Dios nos da.-
- En el final de la Biblia se nos avisa de algo que va a ocurrir pronto: “He aquí yo vengo pronto y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno, según sea su obra” Apocalipsis 22.12
IV – LO QUE DIOS QUIERE DE TU VIDA
- Que te acuerdes de él siempre, no solo en momentos de angustia o de necesidad, pues él siempre está pendiente de nosotros los humanos, mirándonos desde el cielo y supliendo nuestras necesidades. Proverbios 15.3
- Las necesidades en la vida, siempre van a estar presentes, pero Dios quiere que priorices la necesidad de la SALVACIÓN. Hechos 2.40
- Que el arrepentimiento sea sincero y no solamente por conseguir algún beneficio físico – material.-
- Que el ser humano aprenda a ser justo consigo mismo y con los demás, pues la Sagrada Escritura señala: “Oh! Hombre, él te ha declarado lo que es bueno; y qué pide Jehová de ti, solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios”
Esto último, resume lo que Dios demanda de nosotros y resta de nosotros, mientras tenemos vida, podemos aferrarnos a Dios y a su palabra, para gozar de sus beneficios, que son muchos y darle gracias porque nos da la oportunidad de cumplir años y alegrarnos con nuestros amigos y vecinos.-
CONCLUSIÓN
¿CUÁL ES TU DECISIÓN?
Lo hermoso de Dios y su palabra, es que no obliga al ser humano para que le sirva, sino que le da la opción de escoger entre lo bueno y lo malo, entre la vida y la muerte; y la decisión es personal, cada uno elige lo que quiere para su eternidad.- “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida”Juan 5.24
Como personas adultas, tenemos conocimiento de lo bueno y lo malo, porque Dios lo ha hecho saber por medio las Sagradas Escrituras, y si lo sabemos, también sabemos que no debemos culpar a nadie mas por nuestros errores y que de todo ello tenemos que dar cuenta a Dios, pues se nos dice: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” 2 Corintios, 5.10
Recuerde que: “Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” Santiago 4.17
¿Quieres servir a Dios? Esta oportunidad es para ti…